martes, 24 de febrero de 2015

Over the Garden Wall


Creador: Patrick McHale

  Al fin acabados los viajes, "las vacaciones", retomamos -o eso espero- el ritmo de películas que lamentablemente se vio interrumpido tan largamente. Hay tiempo todavía para nutrir lo que queda de mes con películas y entradas, así que arriba el espíritu. Y bueno, hablando de viajes y espíritus, les hablo acá de lo único que pude ver en todo este tiempo... y eso que es una miniserie de diez episodios de 11 minutos cada uno... pero para qué recordar el tiempo sin cine, me pregunto, ese tiempo que me hace sentir incompleto, ajeno...  "Over the garden wall" es una aventura no sólo por la trama en sí sino por la manera en que se narra, siempre trazando formas diferentes de abordar una temática y una historia, por muy pequeña que sea. El espíritu de la serie invita a verla de inmediato.

(Notarán, quizás, que este párrafo introductorio está muy pero muy desfasado. Me he demorado en escribir esta entrada y me daba pereza cambiar lo escrito en aquel entonces por algo más apropiado a estas fechas. Así son las cosas)


  Wirt y Greg son dos hermanos que se pierden en el bosque, mejor dicho en un bosque, e intentan encontrar el camino a casa. Para ello, no obstante, deberán pedir ayuda a quien sea posible, lo que para los dos hermanos significará extrañas pero importantes y significativas aventuras.


  Acá me encuentro, como siempre, intentando pensar una manera diferente para comenzar el cuerpo principal de la entrada -no con el mal acostumbrado "para empezar, primero que todo, lo primero que diré", que me saca de apuros pero me amarga la existencia por un par de horas-. Noble deseo, si me preguntan: no repetirse.
  Creo que esto se asemeja un poco, aunque sea un poco, a la notable manera en que está abordada, ejecutada y resuelta "Over the garden wall", aunque claramente mantenemos las distancias. Y digo esto porque la miniserie de McHale tendrá lecciones morales -como toda fábula-, tendrá un mundo fantástico lleno de criaturas extrañas y espeluznantes, tendrá una premisa simple y un conflicto central igual de simple, y así podría enumerar otras características que comparte con la mayoría de cuentos y/o fábulas, pero lo que la diferencia de todas ellas -al menos las más comunes y corrientes, las menos inspiradas- es que se permite abordar esos tópicos desde una perspectiva completamente radical, no tanto desde esa impúdica condescendencia para con los niños que enseña que prestar todo es sinónimo de generosidad, sino desde cierta ironía y descreimiento de esas normas instauradas en la literatura infantil. El resultado de esta bien pensada vuelta de tuerca es una historia rebosante de frescura que, siguiendo los códigos realmente importantes de la fábula, logra erigirse con identidad propia, por lo demás muy encantadora y, mejor aún, desafiante y nada facilona. Vamos, que el espectador -niños, adultos, viejos, etc.- no es nada tonto ni se traga cosas así como así.
Es reconfortante que McHale se tome en serio al espectador y por lo mismo se esfuerce en crear una historia llena de matices y elementos atractivos, tanto que abran nuevas posibilidades para seguir enriqueciendo su obra, y que además le hagan justicia a la mirada que él como creador intenta imprimir en cada imagen.
  "Over the garden wall" entreteje, a lo largo de sus diez episodios, toda una trama sobre la libertad, la esperanza, la imaginación, la bondad, la moral... pero sin caer en cursilerías de ningún tipo. Ya se dijo que los episodios son muy prácticos: mini-conflicto, intentos de soluciones y, finalmente, la solución (o no)... y es que debe ser de esa manera, digo, ¿cómo si no aprovechas los diez minutos de cada episodio? No puedes perderte en discursitos ni panfletos, debes ir directo al grano, y si lo haces dando una vuelta de tuerca que potencie tu mensaje... qué más estimulante que una historia cuya narración hable por sí misma.
Otro tema del que también se trata, y mucho, es sobre la aventura, sobre nunca cansarse de buscar y descubrir, tema que aplica muy bien a su narración, por lo demás, y que no tardarán en notar en la composición de cada episodio, nunca igual al anterior o el siguiente e incapaz de permanecer en los mismos lugares comunes de siempre. No hay aventura si nos quedamos en sitios conocidos... y hablando de lo conocido, el bosque en el que se pierden los hermanos Wirt y Greg es conocido como the unknow, o lo desconocido en nuestro idioma. Muy inteligente de parte del creador, otra capa más para su obra. Verán, está claro que el bosque es una metáfora de lo que no conocemos, lo que está más allá de los límites en los que nos movemos diariamente, terreno que usualmente es temido por nosotros, por nuestros padres y más adelante por nuestros hijos. ¿Para qué ir a un lugar misterioso si me puedo quedar en casa? "Over the garden wall" dice, grita a los cuatro vientos con mucha energía y actitud, que no hay que temer a lo desconocido, no temer a pisar nuevos terrenos; en definitiva, no temer a la aventura. ¿Qué más? Que de nosotros depende vivir acompañado del mal o no, pues nosotros mismos somos su fuente de alimento (o no).
  Quizás las metáforas no sean en extremo sutiles, pero vaya que están desarrolladas con elegancia y acierto. Además demuestran la habilidad de McHale para narrar y poner sus ideas en imágenes. Al tipo no le falta habilidad, eso se nota de inmediato.


   Ahora, ideas que iré soltando sin mayor orden:
  -La estética está muy buena, capaz de generar una atmósfera que mezcla lo espeluznante con lo inocente, como si nosotros mismos estuviéramos adentrándonos en ese vasto mundo llamado lo desconocido. Y no lo digo sólo por el paisaje en sí, también por toda la gama de personajes que aparecen, algunos bastante terroríficos en apariencia... y a propósito, el segundo episodio me recuerda bastante a esa desasosegante genialidad que es "The wicker man" (1973). Sí señor, muchas sorpresas esconde lo desconocido, y ya sabemos que la serie nos invita a descubrirlas.
  -Los dos hermanos me han caído muy bien, especialmente el menor, Greg, quien nunca pierde la compostura ni el optimismo, y sin ser, tampoco, un completo imbécil con respecto a su alrededor. Un chico muy práctico. Además, entre él y su hermano mayor, Wirt, se genera una complicidad que juega muy bien con el contraste inherente de ambos, que a su vez se complementa a la perfección con el espíritu de esta miniserie: la lucha con el miedo, el noble camino de la aventura.
  -McHale logra, qué duda cabe, generar emociones. Si no lo creen, lleguen hasta el episodio final, de momentos realmente sublimes y llenos de lirismo. Y bueno, en los episodios previos también pueden observar dichas cualidades, si ya con el primero uno sabe que no está viendo una basura o una cosa infantil del montón. Sin abandonar el episodio final aún, y sin destriparlo, debo decir que es excelente; quizás algo sorpresivo en primera instancia pero, a la larga, desafiante a la vez que reconfortante. Fiel a lo que se había llevado a cabo hasta entonces.

  Ya, me he quedado sin cosas que decir. Termino esta entrada señalando nuevamente que "Over the garden wall" es una excelente y deliciosa fábula que no tiene nada de infantil -en el sentido inocentón y proclive a la manipulación-, por el contrario, mucho desafío e inteligencia, tanto en el relato como en la forma que materializa todo. Tan amena como inquietante, tan inocente como pesimista y oscura, tan terrible como esperanzadora. "Over the garden wall" es totalmente recomendable; no una obra maestra necesariamente, pero sí una excelente miniserie que a todas luces vale la pena y vale el tiempo invertido en ella. No la dejen pasar.

2 comentarios :

  1. Respuestas
    1. Es fenomenal que en 10 minutos se condencen tantas cosas buenas y profundas, y que además vayan construyendo un todo de manera progresiva y sólida.
      Te garantizo un disfrute ininterrumpido.

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Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...

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