lunes, 29 de junio de 2015

The Hurricane - 1937


Director: John Ford

  Antes de Ford, una  cuestión importante: "True Detective" mejora a pasos agigantados, y qué mejor que con una sensacional putada de final para su segundo episodio -putada en un sentido positivo: inesperado pero en extremo estimulante-. Me gusta mucho que la serie tenga un potente flujo de información y acción subyacente que poco a poco van dominando el fotograma; definitivamente, me encantan los visionados desafiantes que, además, avanzan sin premuras pero con paso firme. Es probable que vea los dos episodios de nuevo a lo largo de la semana, dado lo fascinante que es la historia que se está contando. Y con respecto a "The hurricane", pues nada, excelente película.


  La ficticia isla de Manukura, situada en la Polinesia Francesa, es gobernada con mano firme e intransigente por un hombre demasiado encerrado en sus rancios ideales de orden y sociedad. Su visión entra en conflicto con la visión de los isleños cuando Terangi, un joven casado con su amada Marama, comienza a tener problemas con una ley corrupta y onanista.



  Antes, hace bastante tiempo y sólo si es que me preguntaban, habría dicho que uno de mis sueños era irme a vivir, solo, a una aislada isla del pacífico o el caribe. Nada muy grande, claro, pero lo suficiente como para nunca dejar de descubrir rincones en los que dejar pasar el tiempo. La hipotética respuesta encontraba, no obstante, inmediatos contras nacidos de mi tremendo pavor al mar, que a su vez nace de un absoluto terror a morir ahogado, o lo que es lo mismo -aunque para mí suena más dramático-, sin poder respirar. ¿Y qué tiene que ver lo uno con lo otro? Pues que en cualquier momento pasa un tsunami y arrasa con todo, yo incluido. O un huracán, que vendría siendo lo mismo, pero incluso peor (¿?): viento y marea. La conclusión es que mejor no me vaya a vivir a una isla, aunque de todas formas, ¿de dónde demonios voy a sacar el dinero para comprar una isla privada? Vaya sueños... Por lo demás, nada evita que en la ciudad un sujeto cualquiera me ponga una bolsa en la cabeza o que me halle atrapado en un edificio en llamas que me sofoque con su humo, o que en las montañas un grupo de psicópatas se den un festín con mis tripas. Hay peligro en todos lados, sorpresa.
  Pero en fin, esas son algunas de las cosas que se me venían a la mente viendo "The hurricane", la que en su tramo final nos sorprende con una larga y espeluznante secuencia en la que un huracán hace de las suyas de manera desoladora. Vamos, por algo se llama "El huracán", ¿o me van a acusar de destripar el argumento? No molesten... Retornando a lo importante, es sumamente interesante las distintas faces que nos muestra "The hurricane", partiendo como una especie de "Arrowsmith" en el sentido de que vemos a un hombre (Terangi) que debe elegir entre su pasión por navegar y el amor por su amada; continuando como una especie de "The prisoner of Shark Island" en el sentido de que nuestro protagonista, un hombre inocente y sin maldad en su corazón, sufre constantemente producto de las injusticias y la opresión de los patéticos gobernantes; y termina como un poderoso cine de catástrofe, vehículo de un potente mensaje que señala, básicamente, que los problemas de los hombres no son nada en comparación con el inclemente poder de la naturaleza, que no distingue entre "poderosos" y humildes de verdad. Toda una aventura, sin duda, y elogiable sagacidad narradora la de Ford, que mantiene el orden y el pulso en cada segmento y, a la larga, en todo el metraje: hay coherencia interna.
Aparte de lo anterior, considero un gran acierto la manera en que Ford va mutando el terror que vemos en pantalla, primero producto de la ceguera y tozudez de un idiota que piensa que sus códigos penales son superiores a las inofensivas tradiciones de unos isleños antaño cumbre de la libertad y felicidad, posteriormente producto de lo sobrecogedor que resulta ver qué tan indefensos somos ante un huracán y el mar.
  Por último, no hace falta profundizar mucho en lo tajante que resulta comparar el cine con catástrofes de antes -digamos de la década en que se ubica el presente film- con el de ahora, tan lleno de efectos digitales pero escaso en construcción audiovisual o atmósferas. Porque, les digo, el huracán de Ford es verdaderamente aterrador, asfixiante, y lo que se les ocurra. ¿Recuerdan "2012"? No hay por dónde perderse en cuál de las dos tiene calidad. A propósito, ¿todas las cintas de catástrofe actuales tratan de lo mismo? Ya saben, de un aguerrido hombre que tiene que salvar a los suyos como sea... Ya no importa, quién pierde el tiempo con dichas basuras; mejor les recomiendo "The hurricane", excelente película que cuenta mucho más que su huracán final, por ejemplo, la imperecedera lucha por la libertad. No se la pierdan.


2 comentarios :

  1. No la he visto pero al contemplar los fotogramas que añades, me ha recordado a otra algo anterior, "Tabú" de Murnau, su última película. Entre el documental y la ficción, pero casi más lo primero. Ah, y lo de perderse en una isla desierta, eso es una idea que a todos no recorre la cabeza alguna vez que otra.
    Saludos.

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    Respuestas
    1. Pues yo no he visto la de Murnau, jaja, la que se ve en extremo interesante ahora que la he buscado. Sin duda que el toque documental le suma interés, por el contexto de la situación. Me han entrado muchas ganas de verla, gracias por la mención.
      Saludos.

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