miércoles, 28 de octubre de 2015

Good Kill - 2014


Director: Andrew Niccol

  ¿Cómo es posible que no pueda cumplir mis propósitos, dios santo? Podría escribir sobre las razones que me hicieron no ver "She wore a yellow ribbon", pero para qué llenar de banalidades este blog, así que me limitaré a decir que debo, muy a mi pesar, interrumpir esta semana western fordiana que tan empecinado estaba en llevar a cabo. Por suerte (parece que estoy en racha), me gané otro concurso para ir a la avant-premiere de una película, en este caso "Good Kill", última película a la fecha del director de "Gattaca" y "Lord of War", entre otras. La semana pasada pude haber participado en el concurso para ver "Black Mass", pero lamentablemente no me enteré de su existencia hasta que fueron anunciados los ganadores. Estoy seguro que habría ganado, después de todo la pregunta era "¿Cuál es tu película de mafiosos favorita?", a lo que hubiera respondido, "'The Roaring Twenties'... sin la influencia del gran Raoul Walsh, entonces muchas famosas piezas del género no serían lo que hoy conocemos". Un tipo ganó respondiendo "mi favorita es de unos mafiosos que se meten en los sueños para robar cosas... ¿'Inception' se llama cierto?". Está claro que yo hubiera ganado...


  Thomas Egan es un piloto que trabaja controlando drones para luchar contra el terrorismo. El tipo se siente mal, pero no por la facilidad con que mata personas (civiles, terroristas) sino porque no está arriba de un avión, que es su gran pasión. Esta crisis existencial le afectará en el trabajo, en la vida familiar...


  Bien, he llegado recién, es más o menos tarde y quiero dormir, así que me apresuraré (no es que "Good Kill" sea gran fuente de reflexiones). La buena noticia es que el dolor de cabeza es cada vez más inofensivo, y eso que no recurrí a las pastillas ni nada por el estilo. La mala es que nunca es bueno cuando uno se gana algo que finalmente no termina apreciando, pero tampoco es la idea levantar fama de ganador ingrato que no va a recibir sus premios. "Good Kill", era de esperar, tiene críticas, pues Andrew Niccol es alguien con muchas cosas que decir. La crítica es suave, blanda, un simple enunciado que sobrevuela el gris, pesado, cansino y desganado relato, ergo, que no se inmiscuye en la intimidad del film mismo ni de sus elementos narrativos más importantes, como por ejemplo los personajes, sus relaciones interpersonales, o los lugares por los que se mueven. La mayoría de los textos que los personajes recitan de memoria están hechos para la galería (interactuando con acontecimientos externos, como las ejecuciones que estuvieron de moda un tiempo, en vez de hacerlo con el argumento) más que por lógica interna, aunque es curioso que estos cuestionamientos resulten tan impostados considerando que más de la mitad de los personajes no cree vehementemente en su trabajo o en los luminosos ideales en que se cimientan (típico cinismo gringo que, de todas formas, no deja de ser condescendiente e irreflexivo); el resto son los típicos niños bien peinados, casi transparentes que apenas tienen una pizca de inteligencia que también recitan lo mismo pero desde la vereda contraria. A pesar de lo obvio del guión y su discurso, el asunto con "Good Kill" es que su pilar fundamental no es la crítica hacia el uso de drones y a la inclemencia militar de los Estados Unidos, sino la crisis existencial de este pobre tipo que no puede volar aviones y que debe controlar "juguetes" y pasar el resto del día con su familia. De hecho, su esposa no puede ser más obvia: "parece como si estuvieras a kilómetros de distancia". Sí, sí, lo tenemos claro, el hombre necesita emoción. Pero... ¿cómo tener emoción con un guión tan plano y superficial, con unas actuaciones tan inexpresivas y apuradas, con una dirección tan carente de personalidad e intención narrativa? Vamos, el hombre tiene problemas en casa y a la escena siguiente llega una jovencita como nueva compañera de trabajo... cuando los pobres tienen que hacer cosas horribles nos invaden primeros planos de personas tragando saliva, cerrando los ojos, poniendo cara de culo por lo mal que se sienten, dejando caer lágrimas... Sí, si, que todos se sienten mal por lo que hacen (me imagino que pensaban que se iban a divertir y pasarlo súper) y etc.: el cansancio está a la orden del día, la desmotivación es el sentimiento constante. El problema es que este tedio y hastío se traspasa al espectador, amén de un Niccol que no demuestra sentido del humor, sentido del ritmo, sentido de la imagen, sentido de la tensión, etc. Sin sorpresas, sin fuerza, sin nada, "Good Kill" es de esas películas que es mejor olvidar a toda costa, y que parecen haber sido dirigidas por un don nadie. ¿Qué pasó con la mala leche y la agilidad de "Lord of War"? ¿Qué intentó Niccol con "Good Kill"? Ya no importa, la película es mala y carente de vida. Hace tiempo que no me sentía tan desconectado de una película...
  Estoy seguro que en la sala nadie quedó contento, no es que me importe... Esperemos que los premios futuros valgan la pena, aunque el batido de chocolate que me compré sí que estuvo bueno.

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