miércoles, 10 de febrero de 2016

Sudden Manhattan - 1996


Directora: Adrienne Shelly

  El repaso al oscar a mejor película de habla no inglesa de momento queda aparcado debido a que no tengo en mi poder ni "El abrazo de la serpiente" ni "Saul fia", aunque si tuviera la húngara, no la comentaría aún, pues sería la opera prima número 100 en ser comentada, y hace tiempo dije que tenía algo especial en mente para conmemorar tal ocasión. Así, la 100º opera prima va dedicada a "Sudden Manhattan", el debut en la dirección de una de las actrices más talentosas, puras y hermosas que el cine ha conocido jamás, Adrienne Shelly, que el '89, de la mano de Hal Hartley, uno de mis directores favoritos de la vida (y un tremendo descubridor de excelentes actores), protagonizó "The unbelievable truth" y luego "Truth", ambas obras maestras absolutas, y de las cuales se nota que Shelly aprendió bastante. Después de "Sudden Manhattan" Shelly hizo dos largometrajes más, "I'll take you there" y "Waitress", que se estrenó de manera póstuma el 2007 toda vez que un año antes, desgraciadamente, Shelly fue asesinada de manera brutal por una auténtica basura humana que, como si no hubiese causado suficiente daño, además intentó hacerlo parecer un suicidio. Quién sabe qué otras maravillas nos pudo haber obsequiado Shelly, pero así es la vida... "Sudden Manhattan", una película muy difícil de encontrar (imaginen mi felicidad cuando finalmente di con ella), es, era que no, una absoluta genialidad de una directora llena de originalidad y energía, vitalidad que se nota en cada fotograma de esta preciosa película. Si pueden dar con ella (sinceramente, yo ni recuerdo cómo la obtuve, o mejor dicho de dónde), no pierdan el tiempo y véanla de inmediato.


  Adrienne Shelly es Donna, una mujer que no tiene empleo ni nada que hacer, y que poco a poco comienza a caer en una espiral de locura al encontrarse con extraños personajes y situaciones que deberá resolver para verificar si perdió completamente la cabeza o si, por el contrario, se metió, sin querer, en un episodio de La Dimensión Desconocida.


  No podía decirle que no a esta película, así que no importaba la no existencia de subtítulos en español: tenía que armarme de valor y verla, así tal cual, defendiéndome con mi decente inglés. Y debo decir que salí victorioso, así que arriba los corazones, vamos...
  No tengo palabras para describir cómo es que "Sudden Manhattan" es tan buena y magistral, única en su tipo y un acontecimiento digno de rememorar un millón de veces y más, pero a pesar de mi impedimento, no crean que no intentaré explayarme un poco más al respecto.
  "Sudden Manhattan", a pesar de ser una comedia en apariencia tan ligera y con una ejecución tan desenfadada y atrevida, sin miedos ni inseguridades (lo que podría hacer pensar que las desopilantes escenas y mecanismos formales son producto de una pueril y vacua rebeldía cinematográfica en vez de una propuesta coherente y sólida), es, por el contrario, una compleja declaración de intenciones rebosante de significados, de una poderosa sensibilidad, auténtica y genuina cosmovisión, y dueña de una filosofía de lo más fascinante que no cae en la pedantería y la vana densidad discursiva. A propósito, el discurso de Shelly no es tan desamparado y nihilista como el de Hartley, quien a pesar de retratar mundos destruidos y podridos e indefensos en donde somos pequeñas partículas sin apenas poder e influencia sobre nuestras propias vidas (¿qué sentido tiene soñar si podemos irnos mientras dormimos?), siempre daba destellos de vida y felicidad en las relaciones de la gente, finalmente el último refugio de un mundo que nunca deja de ser un escenario mortal y primitivo en donde la existencia no es un privilegio sino un desafío. Shelly no elabora un mundo así de "post-apocalíptico", pero sí uno muy extraño y delirante e igualmente profundo y complejo, casi lisérgico, en donde cualquier cosa puede pasar sin que cause mayor impacto, un estado de aceptación general más cercano al caos que a la paz, y que deja bastantes dudas en la cabeza: ¿es así o así lo percibe la protagonista, que escucha extraños ruidos y le pregunta a la mesera 'por qué su comida hace ruido'? En cualquier caso, este mundo construido le sirve a Shelly no sólo para relatarnos un hilarante misterio cuasi sobrenatural, sino que también para elaborar un ingenioso, irónico y agudo retrato de los valores sociales (el amor, la amistad, la justicia, la maldad, la violencia) y dar cuenta de una realidad, ahora ubicándonos en terreno más metafísico, carente de todo sentido y significado especial y ulterior, en donde no estamos acá para ser amados o recordados, sino que para resistir lo mejor que podamos el reto de estar vivos, nada muy destacable tampoco, si bien lo anterior no significa echarse a llorar ni ser suicida, vamos. La mirada de Shelly es certera pero amable, es el pie a una siempre interesante y fascinante reflexión, porque, hablando en serio, ¿por qué estamos acá y por qué suceden las cosas que suceden? Un poco vaga la pregunta, pero un punto de partida válido...
  Shelly expresa todo lo anterior a través de un thriller psicológico en clave comedia-drama ("dramedia") ágil y arrollador, con una carismática protagonista, mordaz pero ingenua e inocente, que quiere entenderse a sí misma y lo que la rodea, encontrar estabilidad y una razón al sinsentido que atestigua cada día en cada calle, particularmente en una en donde parece ver el mismo asesinato una y otra vez... ¿Atrapada en el tiempo, síntomas de alguna enfermedad mental? Como sea, "Sudden Manhattan" es una hilarante y delirante película sumamente inteligente y valiente, con un discurso cuidadosamente expresado en la imagen y una historia de lo más divertida, amena y simpática, todo lo cual confluye a la perfección en una entidad realmente maravillosa, creíble y humana hasta la médula a pesar de tanta locura imperante. El tramo final es... uf, sólo tienen que verlo y gozar, como todo el film...
  Intentaré subir "Sudden Manhattan" a YouTube para que así puedan ver y disfrutar de esta maravillosa película y conocer un poco más de esta inmensamente talentosa actriz, guionista y directora que merece más reconocimiento de parte del panorama cinematográfico, por hacer un cine honesto desde el corazón y las entrañas, entre otros infinitos méritos que no tengo derecho a enumerar, pues la obra misma de Shelly es fiel testimonio de sus capacidades.
  Adrienne Shelly se encuentra en un lugar especial de mi corazón... y que en paz descanse tan poderosa artista...

2 comentarios :

  1. No conocía esta película, le daré un vistazo a la actriz. De lo que comentas de los oscar, EL HIJO DE SAÚL es simplemente apabullante, si no es la mejor película del año, así a secas, que baje dios y lo desmienta...
    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Merece la pena la obra de Shelly, tan sencilla y humilde como grandiosa y memorable. Lástima que se haya ido de esa forma...
      El hijo de Saúl no se va a estrenar por acá, quizás si es que gana el oscar se animen, y en el circuito alternativo tampoco hay muchos indicios de que la traigan. Tendré que esperar la generosidad de internet (me sorprende que sea tan difícil hallarla, con sus pergaminos), y tus palabras me dejan todavía más animado. Es interesante que esta categoría sea tan superior a la otra principal, los méritos de las películas nominadas son innegables, e insisto, que este año hayan tres operas primas es notable (estaba viendo que en los diez años anteriores -hasta donde he llegado- sólo una opera prima, con suerte, se colaba en las nominadas; hoy son tres).
      Saludos.

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Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...

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