jueves, 1 de septiembre de 2016

Môj pes Killer - 2013


Directora: Mira Fornay

Empezó septiembre y, como ven, seguimos con vida. Con menos dinero, pero con vida, y con muchas películas por ver. "Moj pes Killer" es una película que tenía guardada por ahí, de esas que probablemente se estrenan sólo en su país de origen y que destacan más por su recorrido festivalero que comercial. A veces no hay otro modo de darse a conocer. Yo me enteré de la existencia de esta película porque fue la elegida por los eslovacos para intentar ser nominada al oscar a mejor película extranjera, aunque ni siquiera pudo llegar a la pre-nominación. De todas formas, como de repente me pongo a mirar qué películas intentan ser elegidas para tamaña instancia, me interesé por ésta porque en inglés se llama "My dog Killer" y, como saben, si hay indicios de que hay algún perro en la historia, entonces caigo de inmediato. Si se hubiese llamado "My cat killer" entonces ni me intereso en verla, total, ¿qué mierda me importan los putos gatos?


"Moj pes Killer" no es tan contundente como debería/pretendía ser, aunque el resultado final no es para nada desdeñable, si bien es cierto que dentro del panorama de dramas "realistas" no tiene grandes elementos que la destaquen del resto. La película tiene como protagonista a un joven solitario con problemas familiares que se junta con un grupo de nacionalistas eslovacos que odian principalmente a los gitanos, y la trama captura, con una vibra de "en tiempo real" (el metraje, no obstante, es de 80 minutos), un día particularmente problemático para él. El protagonista es un tipo indeciso y pasivo, y quizás en su carácter impreciso radica el problema de la falta de contundencia, pues su recepción más de reacción que de acción encadena los acontecimientos en un modo inercia que narrativa y moralmente no plantea gran reto, pues es como si la misma directora se abstuviera de dar un punto de vista moral/cinematográfico en pos de crear una mirada "objetiva" y "neutral" que muestre la situación de algunos lugares de Eslovaquia sin manipulaciones o ese tipo de cosas, pero que al final, más que impacto, otorgan una presencia impasible. La directora, si es que lo intenta, a través de las contradicciones del protagonista me imagino que busca criticar la realidad de su país, pero como ven, estamos hablando en términos demasiado vagos, si tampoco es que Eslovaquia sea el único país con problemas de inmigrantes o marginales.
Danis Tanovic dirigió una película que trata sobre la vida de unos gitanos, en Bosnia, que se complica cuando la esposa del protagonista se enferma y no hay dinero y el padre debe vender/sacrificar objetos (incluso aquellos indispensables para su trabajo) con tal de ayudar a su mujer. Danis Tanovic captura una realidad y la transmite a través de las imágenes, pero lo hace a través de una mirada, anclado en un punto de vista, en un posicionamiento moral, y aún así su película no resulta ni forzada ni falsa ni nada por el estilo, al contrario, es una experiencia honesta y desgarradoramente real. Yo creo que a la directora le pesó una novata ínfula documental (aunque, por suerte, su cámara no tiene el típico vértigo "realista/cámara-en-mano") muy contraproducente, pues vemos nacionalistas que no son las bestias sanguinarias que nos imaginamos a veces, vemos gitanos que no son ni amorales criminales ni blancas palomas víctimas de las circunstancias, vemos eslovacos comunes y corrientes que se quejan de aquello que les afecta sin importar quién es la fuente de la molestia, vemos una mezcla de odio discriminador con amor familiar, pero nada de ello tiene un tratamiento y uno se pasa mirando los elementos descritos sin mayor interés en lo que tiene que decir (si es que hay algo que decir), pues el retrato "construido" por Mira Fornay brilla por su ausencia. Además, probablemente debido a ese afán realista, hay un abuso de tiempos muertos (es decir, imágenes que se alargan y aletargan sin mayor lógica ni coherencia narrativa), sobre todo en el primer tramo, que es cuando esto se acusa más debido a que el conflicto aún está en pañales. Aclaro que no tengo problema alguno con los planos largos, pero se diferencia de inmediato una imagen que efectivamente está narrando algo de otra vacía de contenido e intención, independiente de cuán movida sea (a veces los planos fijos dicen más que toda la contorsión de los planos secuencia).
Con todo, aunque la película sea discursivamente fallida y de vez en cuando se noten esos errores de montaje, debo decir que su visionado no es realmente anodino ni soporífero, pues el relato aún así es fluido y presenta un nutrido surtido de acontecimientos, lugares y personajes que, claro, no invitarán a la reflexión o al sobrecogimiento, pero que lo mantienen a uno lo suficientemente interesado para saber cómo termina todo el entuerto en que se mete el protagonista. Si es un drama intimista o un drama social, ahí ya no me queda claro... Puede que esté siendo indulgente o paciente, pero a pesar de todo pienso que "Moj pes Killer" es una propuesta que vale la pena considerar, si bien no dejará huella en el espectador, y además, de aquí a que la directora haga otra película puede que pase bastaaaante tiempo... Quizás para la otra se atreva a hacer algo más arriesgado.

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