sábado, 18 de noviembre de 2017

Haywire - 2011


Director: Steven Soderbergh

Estaba leyendo un libro, prestado por mi abuelo, y de repente, recién, recibo una llamada de él, preguntándome si no hay problema con que le preste el libro a una prima mía que debe leerlo para el colegio, cuya lectura será evaluada el lunes (¡este lunes!: un día y medio, con suerte). El libro tiene casi 400 páginas. Parece tarea imposible, pero como el libro no es mío y para no dar muestras de mala voluntad, me resigné y dije "bueno" con toda la naturalidad que pude. No deja de ser gracioso que, si con suerte puedo ver películas sin interrupciones (porque la mayoría de los casos elijo correctamente los escasos intervalos de tiempo que me permiten tal proeza), ahora también debo interrumpir lecturas. Pero bueno, a agachar la cabeza. Ayer no hubo película (uf, ¡qué sorpresa!) y hoy les comento "Haywire", de Steven Soderbergh, por dos motivos: (1) ya la había visto hace tiempo y quise verla de nuevo, ahora que hay mano para "Logan Lucky", su más reciente estreno tras el "retiro" de tres años que tanto anunció en su momento; y (2) gracias a las interrupciones de ayer se me quitaron las ganas de ver las películas restantes de Don Siegel, a quien volveremos dentro de la próxima semana, supongo. Íbamos tan bien...


Me había gustado bastante esta película cuando la vi aquella lejana vez, sin embargo ahora he quedado con una sensación de indiferencia, no sé si de insatisfacción. Me pregunto si el ánimo de los días habrá influido en mi percepción, aunque nunca he sido de esos que piensan que si una película no te gusta es porque no estabas con el "humor apropiado". En cualquier caso, "Haywire" me estaba gustando bastante al inicio, pero poco a poco se va diluyendo hasta quedar en una cosa bastante inane e intrascendente que peca de reiterativa, lo cual achaco mayormente al guión. En cuanto a la puesta en escena de Soderbergh, indudablemente el tipo dirige con clase y buen gusto este thriller de acción que no lo parece, al menos no en un sentido convencional y como salido de alguna fábrica de embutidos de Hollywood, y en primera instancia logra sacarle provecho, con creces, a una trama atractiva, poblada de interesantes personajes y escenarios. ¿De qué trata la cosa? Así a la rápida, "Haywire" es la historia de una conspiración en contra de Gina Carano (luchadora de artes marciales que acá obtiene su primer rol protagónico, para luego embarcarse en películas de acción, mediocres seguramente), una "espía" que trabaja para una compañía encargada de ejecutar operaciones secretas para el gobierno estadounidense. Todo comienza con un trabajo de rescate en Barcelona, y a partir de ahí la protagonista verá cómo todo a su alrededor comienza a desmoronarse encima de ella, y como sabe que en ese negocio nada es casualidad, decide llegar a la verdad y vengarse de los conspiradores. Como digo, inicialmente el argumento se muestra sumamente atractivo e interesante, trepidante e impredecible, y, por lo demás, se ve potenciado por este retrato, tan misterioso como seductor, que se ofrece del mundo de los espías, agentes secretos y todo eso, no obstante, cuando la traición sale a la luz, curiosamente la película pierde misterio y magnetismo, se convierte en una simple sucesión de peleas cuerpo a cuerpo y personajes que admiten cuánta culpabilidad tienen en el entuerto, a lo cual la puesta en escena de Soderbergh no puede dotar de sustancia y entidad porque sería como ponerle un marco de oro al rudimentario dibujo de un pedazo de caca; en otras palabras, si ya sabemos qué personajes son culpables, en verdad viene a dar lo mismo saber la exactitud de sus traiciones (es decir, el conflicto pierde fuerza y debilita la columna vertebral del relato), menos aún si no ofrecen una mirada al negocio de las agencias privadas de espionaje, contraingeligencia o como-se-hagan-llamar, lo único que pudo haber salvado la función. Así las cosas, finalmente nos vamos quedando con una desapasionada historia de descafeinados personajes y motivaciones que también afecta la propuesta formal de Soderbergh, menos preocupada de la "emoción" y la moral (la construcción) de los personajes que del sensual ambiente y/o atmósfera de peligro y relatividad ética. En resumidas cuentas, es como si la película se quedara coja de ambas piernas: primero, el director se queda sin un entramado capaz de sustentar su puesta en escena eminentemente "intelectual", y después el guión, transformado en un decidido relato de acción/peleas sin mayor motivo de fondo que el ajuste de cuentas, se queda con una dirección de ritmo y tempo disonantes, enfocada en algo que ya no está ahí. ¿Se entiende el dilema... o debería tomar curso de apreciación cinematográfica? ¡Eso nunca!, ja, ja, ja...
Lo más destacable, aparte de la elegante dirección de Soderbergh, es el colorido reparto compuesto por Ewan McGregor, Michael Fassbender, Michael Douglas, Bill Paxton, Channing Tatum, Mathieu Kassovitz e incluso Michael Angarano (aparece en "The Knick", interpreta al médico joven y adorable), todos quienes suplen notoriamente la falta de expresividad y cualidades dramáticas de Gina Carano. Y también aparece Antonio Banderas, por si a alguien le gusta...
De todas formas "Haywire" es una película a la que vale la pena echarle un vistazo, tanto para comprender un poco el curioso mapa fílmico que compone la mente de Soderberh como para apreciar, desde un punto de vista atípico (aunque no del todo logrado), un tipo de relato/(¿sub?)género bastante esquemático y convencional la mayoría de los casos... Siempre es bueno salirse de la zona de confort, es lo que digo... (por eso mismo siempre tendré en buena consideración a Soderbergh, un director inquieto y nada acomodaticio -aunque a veces se ponga increíblemente mainstream-).

...¿tiene sentido seguir con este experimento de "firma"?...

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