viernes, 23 de febrero de 2018

White Material - 2009


Directora: Claire Denis

"White Material", penúltima parada en esta retrospectiva dedicada a Claire Denis. Viejo, todavía no termina febrero, ha sido un mes eterno; supongo que mejor para mí, no lo sé. ¿Qué tal ha sido para ustedes?







En principio, una película claramente hermanada con esa maravilla que es "Chocolat" debería ser igual de maravillosa que aquélla, sin embargo, "White Material" ha sido una terrible decepción. Ni el guiño a "Chocolat" que es la desperdiciada y desaprovechada presencia de Isaach de Bankolé (como si Isabelle Huppert fuera aquella niña que entablara amistad con su sirviente) puede salvar una película dispersa, dilatada, indecisa. Y es que, además de tener ciertas tendencias por lo críptico, también es cierto que el cine de Claire Denis puede resultar desordenado y desorganizado, en tanto la directora suele centrarse en multitud de personajes, con sus respectivas tramas y, ciertamente, el consabido peligro de no poder aunar todas esas historias en una entidad coherente y cohesionada. Tal es el caso. ¿Estamos ante una película sobre el sinsentido y la brutalidad de las miles de guerras que suceden en África?, ¿como un thriller-político? ¿Estamos ante un intimista drama familiar, ante un antropológico drama coral? ¿Estamos ante un ejercicio de introspección naturalista y espiritual? Yo, sinceramente, no lo sé. Lo que sí, Isabelle Huppert es el pilar sobre el que se sostiene el resto de la película: el resto de la película colapsa, sólo Huppert resiste, por oficio y porque es una increíble actriz, no lo dudemos ni por un segundo, pero no es que su trama sea muy buena que digamos, de hecho termina de una manera francamente incomprensible. Supongo que la gracia era destruirlo todo: la razón, la moral: todo quemado hasta los cimientos. Al final no queda nada. Huppert es una productora de café empecinada en no perder sus plantaciones, ubicada, en tiempo y en espacio, justo en medio de un estallido de violencia provocado por la guerra civil de este ficticio (o indeterminado) país africano. Alrededor de la protagonista veremos a varios personajes, uh..., hacer muchas cosas: el hijo de repente se convierte en un perro rabioso (¿?), el esposo (Christopher Lambert, el siciliano de la película de Cimino que comentábamos el otro día; por algo se me hacía tan familiar su rostro) quiere vender las plantaciones, hay otro viejo francés que no tengo idea qué pinta ahí, hay un grupo de rebeldes causando caos en donde sea, los del gobierno que también hacen lo suyo intentando reinstaurar el orden, y ahí está Isaach de Bankolé, tirado en el suelo toda la película, con una herida de bala en el abdomen, como si fuera el vivo o agónico recordatorio de algo que jamás se nos llega ni remotamente a sugerir. Imaginen que en "Chocolat" la casa en la que vive la niña se ve invadida por guerrilleros africanos y, después de un rato, todos mueren. Es como ese chiste malo: había una vez un (inserte cualquier cosa-objeto-persona-animal) y luego se murió. Fin.
Con muy poco de poético y sensorial, "White Material" me parece un despropósito sin pies ni cabeza. No lo entiendo, verdaderamente no lo entiendo. Por lo demás, todo ocurre tan inusitada y repentinamente, como una narrativa a tropezones, que es imposible sentir un mínimo de empatía hacia los personajes, o siquiera un poco de interés por un relato deshilachado e inundado de vacíos.
Lamentable.
...100% puro...

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