Creada por Ryan Murphy & Brad Falchuk
American Horror Story –AHS, porque me da flojera escribirlo todo- va en su
tercera temporada, y cada una se ambienta en un lugar distinto. La primera estaba en una casa embrujada, la segunda en un hospital psiquiátrico manejado por monjas, y ahora
esta tercera está en una escuela de brujas, en tiempo actual –con los saltos
temporales que tanto gustan usar los guionistas de la serie-.
Hasta el momento van cinco capítulos, pero debo
admitir que no pude pasar mas allá del segundo, y no me siento para nada mal. Era demasiado reto para mi.
¿Por qué no fui capaz de seguir viendo esta temporada, y sí
vi las anteriores? Todo tiene que ver con que esta temporada, según yo, es malísima.
Que fácil es llamar la atención en estos días.
Lo otro bueno eran
los fantasmas, que, al igual que los humanos reales, cada uno tenía un drama. También estaban los personajes de fuera de
la casa cuyas relaciones con la misma eran de lo mas entretenida e intrigantes.
La variedad de personajes y dramas –y algunos giros en la trama-
hacían de esta temporada una bastante disfrutable.
La segunda tenía potencial, y lo supo aprovechar -a medias-, pero comenzó
a padecer los síntomas que han hecho a la tercera temporada tan insoportable:
cosas a pito de nada.
Al inicio vemos
tramas con extraterrestres. Extraterrestres, algo nada que ver con una historia en un manicomio. Sólo lo hicieron por mero capricho, ya que esa trama no aportaba nada a la serie. Incluso al
final, cuando se retoma de a poco ese
anzuelo dejado para los peces, se vuelve en algo que pretende ser más de lo que
es. Se cree metafísico, conceptual, etéreo, cuando no es nada, realmente.
Lo
bueno, y que mantenía el interés, eran los pacientes del manicomio, las
monjas-enfermeras, y todos los funcionarios. Sus historias no eran
tan interesantes como en la anterior temporada, pero al menos había una que salvaba lo demás: la
enfermera débil que pasa a ser una tirana. Ver su transformación daba gusto. Lo malo es que no supo cerrar todas
estas historias de la mejor manera, de hecho, parecían haber sido resueltas a
la rápida, y el final de la temporada no dejaba un muy buen sabor de boca.
"Con sangre puedo verme más joven. Ahora tengo que ver mi problema de sobrepeso"
Justo cuando creemos que algo va en una dirección, te pegan una
cachetada, una patada en los testículos y te llevan en otra dirección, como si
fuéramos imbéciles que tenemos que aceptar todo. En solo dos capítulos mueren
dos personajes que vuelven a la vida al siguiente. Quizás en los que siguen las brujas
traigan a jesús, manejen a Obama para controlar el mundo, etc., cualquier cosa podría
pasar.
No importa que sea ilógico, puede pasar. Que no le de vergüenza, digan
sus ideas, todo vale. Vamos.
Como si todo esto no fuera suficiente, hay un exceso
audiovisual cansador y que dan ganas de vomitar. Hay como diez planos por
segundo, cada uno más loco que el anterior, donde los planos holandeses –los inclinados-
brillan por su repetitivo uso.
Ni siquiera sé para que se esfuerzan en hacer “buenos”
planos, si con suerte se pueden ver durante medio segundo. En cuanto a la banda
sonora, siempre tienen la misma canción durante todo el capítulo. Llega a
aburrir.
Todo aburre en esta temporada. La historia, las imágenes, la
banda sonora, todo es ridículo. Me alegro de no haber visto mas capítulos, y en
cierta forma me siento mal de haber visto estos dos. Pero qué puedo hacer.
Y lo peor es que habrá cuarta temporada.
Prepárense a ver
vampiros vs. zombies vs. brujas vs. hombres lobo vs. fantasmas vs. extraterrestres vs. godzilla vs. robots gigantes vs. un meteorito.
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