Director: Spike Lee
Es todo un caso la última película de Spike Lee. Desde que se anunció que este remake del filme homónimo de Park Chan-wook iba a llevarse a cabo que muchas personas pusieron el grito en el cielo y gritaron a los cuatro vientos que era el acabose de una práctica que nació no mucho después de haber nacido el cine mismo. Ante todo esto, intentaba ponerle paños fríos y concederle el beneficio de la duda, especialmente dado que el director es nada menos que Spike Lee, un tipo que me cae terriblemente mal, pero que es un director con varias buenas películas en su haber, y que tiene actitud de sobra para dar a conocer sus ideales -que vendrían a ser materia de un post sobre una película de Lee diferente a la de hoy-; y porque la palabra de los involucrados sugería que más que ser un remake del filme coreano, sería una nueva adaptación del material original, es decir, tendríamos una nueva mirada de un tipo que no se ata la lengua ante nadie.
Finalmente, esta película llegó a mi poder, en excelente calidad, y no me pareció el bodrio asqueroso que muchos predijeron, o que muchos comentaron luego del estreno. Si he de serles honesto, debo decir que me gustó -así a secas, no bastante, no mucho, no harto, sólo "gustó"-, y que me pareció una película entretenida y de un digno disfrute.
¿Mejor que la original? Ahora mismo entremos en ello.
Habiendo dicho que la nueva Oldboy me gustó, no quiero decir que sea una pieza de genialidad pura ni mucho menos. La película de Spike Lee está lejos de ser perfecta o rozar la excelencia. Para ser exactos, esta película encaja perfectamente con esa distinción así llamada "placer culpable", término que no me gusta en lo literal, pero cuyo concepto entiendo y acepto. No me siento culpable o avergonzado de que me guste -recuerden, así a secas solamente- Oldboy-Lee, pero sé que tiene varios problemas que hacen descender su calidad.
El primero de ellos es el montaje con el que se estrenó, de 105 minutos de duración. Spike Lee quería una versión de 140 minutos, pero los productores le cortaron 35 valiosos minutos, decisión que hizo que tanto Lee como Brolin demostraran su descontento ante la prensa. Es una lástima, porque 35 minutos es bastante tiempo de historia, y habían situaciones que estaban notoriamente cortadas, o finalizadas a la rápida, dejando la sensación de que nos perdimos cosas realmente importantes. Me imagino que también es la razón de que los 105 minutos se pasen volando; para ser exactos, no la única razón, ya que la historia en sí misma es bastante rápida y dinámica, pero se nota que necesitaba más minutos para afianzarse y consolidarse.
Todo esto de las duraciones de las películas y los productores metiendo sus grandes y alevosas narices me da mucha rabia. Ya no es algo nuevo, pero no entiendo como la mediocre El Hobbit y sus secuelas lleguen, sin esfuerzo alguno, casi a las fatuas tres horas de metraje, y Oldboy, otra película destinada a grandes audiencias -un poco menores que las de El Hobbit- tenga que sufrir tales desavenencias. Espero que algún día el corte de Spike Lee vea la luz. Dudo que vaya a mejorar en grandes magnitudes, pero al menos sería LA visión de Lee.
El otro problema tiene que ver con si esta Oldboy efectivamente es una nueva adaptación del manga homónimo, o es simplemente un remake estadounidense. Claramente, los involucrados -Lee, Brolin, el guionista llamado Mark Protosevich- afirman que es lo primero, pero con el resultado final es claro que se hacen un flaco favor, ya que vemos la recordada secuencia del martillo -levemente distinta, pero al fin y al cabo es lo mismo-, que es una de las secuencias que se vieron mutiladas por los productores; una referencia al pulpo de la original coreana, varios elementos estilísticos, y otras cosas que no vale la pena enumerar. No parece ser una nueva visión, sino una re-elaboración inferior.
Debo decir que en la secuencia del martillo de las dos películas se nota mucho la coreografía y que algunos rivales "esperan" a que el protagonista esté presto para defenderse. Pero el punto es que es una secuencia casi al calco.
El otro problema ya tiene que ver con esta historia en sí. Al inicio vemos como es Joe como persona: un completo y absoluto pedazo de mierda. Es un mal empleado, un mal esposo, un mal padre, y un mal ser humano. Se la pasa borracho, y mientras lo está camina por la calle gritando estupideces sin sentido. El patetismo inicial de este personaje supera toda tolerancia. Por lo mismo, cuando es encerrado un piensa que se lo merece por ser el imbécil que es. Lo peor es que junto con la terrible persona que es Joe, los minutos iniciales parecen haber sido deliberadamente malos y ridículos. No iban ni diez minutos y ya estaba increíblemente molesto por ver algo tan malo. Los 20 minutos del encierro de Joe no son precisamente buenos, pero al menos no son tan malos como esos infames 10 primeros minutos. A los minutos posteriores me referiré más adelante.
El último problema tiene que ver con los algunos personajes. El de Samuel L Jackson puede ser totalmente excéntrico con esa pinta, pero se la pasa diciendo "motherfucker" o "motherfucking this" o "motherfucking that". No parece ser un sujeto peligroso como el coreano, más parece un idiota histérico que raya en la caricatura. El villano central -Shartlo Copley, protagonista de Sector 9- me cae bien, me parece correcto, pero su motivo me parece que carece de la fuerza que tenía el coreano original. No obstante, está bien actuado, y aunque su venganza no es tan potente como la original, la actuación me resulta convincente. En cuanto a Josh Brolin, ya dije que su actuación al inicio era horrible, pero luego se reivindica entregándonos algo decente y aceptable. La cara que puso cuando la verdad es revelada me parece lo más potente.
Ahora llego a las cosas buenas. Voy a comenzar por el final de la película, que es lo único que me parece que es mejor en comparación a la original coreana. Aquel final me parecía demasiado bueno, y fácil. Este me parece más efectivo y convincente -ya saben, y puede ser spoiler, no hay encantamientos mentales ni nada por el estilo-.
Lo otro bueno de esta película es Elizabeth Olsen. No voy a gastar palabras elogiándola, sólo voy a decir que es sensacional y exquisita.
Lo otro más o menos bueno es la dirección de Lee. Digo más o menos porque, al igual que en la filmografía de Lee, estamos ante una estética única, pero lo "menos" es que en ocasiones parecía común y corriente, como si un desconocido estuviera dirigiendo. Tiene el sello visual de Lee, claro que sí, pero -lamentablemente- disminuido y menos potente. Con menos fuerza y actitud.
Ahora, si entro en una pequeña comparación, a esta película se le reprocha que es una versión suavizada para los estadounidenses. Lo cierto es que de suave no tiene nada, ya que es violenta y sangrienta, y en el momento de las revelaciones, la verdad no es color de rosas ni cosas de niños. Por lo que no es algo suave. Pero si la comparamos con el filme coreano, ahí sí que se nota que bajaron un poco las revoluciones. No vemos dientes extraídos ni ese tipo de cosas. Y se puede decir que en el fondo es bueno que no calquen situaciones, pero eso no sería del todo exacto, ya que si usaron la secuencia del martillo, la referencia al pulpo, entre otras, entonces hacer algunas escenas distintas, y por lo tanto, menos violentas me parece que no tiene sentido. Hay que decir que no se atrevieron a ser tan retorcidos como en la versión coreana.
Lo dicho, Oldboy tiene varios problemas que reprocharle. De hecho, le dediqué sus buenos tres o cuatro párrafos, pero luego de que Joe es liberado la película se vuelve muy entretenida y se pasa volando... y tiene a Elizabeth Olsen mostrando -no del todo- de que está hecha.
En mi opinión, lo primero que hay que hacer al ver este Oldboy es no compararlo con el filme coreano, porque claramente va a salir perdiendo. Hay que recibir esta versión como lo que es: una versión más amistosa y de fácil digestión. Un entretenimiento sin más. De todas formas, y esto es más un consejo para mi, no vean esta película más de una vez, ya que a la primera me puede parecer entretenida y disfrutable a pesar de sus problemas, pero luego dichos problemas se irán acentuando y finalmente terminaría odiando esta película, cosa que no quiero hacer. Hay que admitir, no obstante, que estamos ante una película inocua, pero al menos entretenida a la primera.
En pocas palabras, eviten las comparaciones.
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