sábado, 19 de julio de 2014

A Touch of Sin - 2013


天注定
Tian zhu ding
Director: Jia Zhangke

  Tal parece que en los últimos días me ha dado una especie de fiebre asiática de cine, y dudo bastante que se me vaya a pasar. No es de esas enfermedades que te disgustan, después de todo. He visto muchas cosas interesantes y lo mejor, estoy seguro, está por venir. Desde luego, van a haber pequeños recesos de esta fiebre, pero nunca nada involuntario. Siempre con la mejor de las voluntades. Esta película recibió el premio al mejor guión en Cannes, si no me equivoco, en la versión del 2013. Pero no oí mucho de ella hasta hace poco, cuando me picó la curiosidad. Con esta entrada vendría a escribir por vez primera un comentario sobre una película de China, así que bien por eso. Lo mejor es que la primera película china que comento por acá me ha gustado bastante. No es una obra maestra, pero vaya que es buena. Y deja el nombre de su director como objeto de interés, interés que espero sea saciado pronto.


  Durante las poco más de dos horas de metraje veremos cuatro historias diferentes, todas ellas teniendo como factor elemental la violencia o, tal como lo indica el título, el pecado -la violencia se supone que es uno de los muchos pecados que existen-. Un hombre que trabaja en una minera de carbón, una chica que trabaja en un sauna, otro sujeto que no trabaja en nada pero que aún así se las arregla para vivir, y un adolescente que se gana el pan como puede. Historias de personas pequeñas y anónimas que de repente se tornan en auténticos ríos de sangre, ira y frustración, consecuencias de problemas mucho más grandes que ellos.


  Lo primero que tengo que decir es que el filme en cuestión me tomó por sorpresa, dado que no esperaba una cinta que constara de cuatro historias diferentes; pensaba que se trataba únicamente del protagonista de la primera historia: Dahai y su letal ataque de ira. Pensaba tal cosa principalmente por el afiche oficial, que lo muestra sólo a él, sentado en su moto comiendo un tomate que no cabe duda lo sacó de aquel camión volcado con muchas cajas de tomate repartidas por el suelo. Cuando llegó el momento de cambio de historia debo admitir que estaba, cuanto menos, tan sorprendido como disgustado. Probablemente haya sido el único sujeto que no sabía que la cinta iba de cuatro historias diferentes, pero qué le puedo hacer a estas alturas. Relacionado a las historias en sí, en la típica investigación post-visionado me encontré con que cada una de ellas está basada en un hecho real o, en su defecto, inspirado en algún acontecimiento que haya levantada revuelo. De estos casos reales se ha cambiado uno que otro detalle aunque no los elementos fundamentales. Esto no hace más que demostrar y confirmar que "A Touch of Sin" es un filme furiosamente crítico de su sociedad y sus avances de todo tipo -económico, tecnológico, etc.- que, sin embargo, no se traducen en mejor calidad de vida para todos. Dicha crítica queda demostrada de manera clara con historias que van al hueso. Acá el director no se pierde con cuentos; te dispara sin preguntar primero, te abofetea constantemente sin consideración, te demuestra que la vida no es tan perfecta como la pintan -al menos en lo referido a su propio país, ejemplo de desarrollo supuestamente-.


  Continuando con lo anterior, el director retrata con una mirada mordaz, pesimista e implacable las injusticias sociales en la que viven muchos de sus ciudadanos, desigualdades que finalmente terminan por calar tan hondo en estos individuos que acaban volviéndose auténticas bestias. Todas las historias están cruzadas por los mismos conceptos: rabia, frustración, decepción, mediocridad, corrupción, desigualdad, injusticia. Estas cuatro historias transcurren en tiempos actuales y están situadas en provincias chinas alejadas de las grandes urbes del país, urbes que brillan por el esplendor que tanto se exporta al extranjero.

  Estos personajes viven en regiones industriales, donde la comunidad entera vive por y para la empresa emblema del lugar. Dahai vive en un pequeño pueblo donde el gran dominador de la vida es la minera de carbón que abastece de trabajo a los demás. Pero esa es la fachada para toda una red de injusticias consumadas sistemáticamente con sobornos y demás trucos. Dahai sabe lo que sucede, y ver la manera en que la corrupción se perpetúa lo lleva poco a poco a la locura, el salvajismo. Y vamos, la corrupción sigue así porque los grandes del gobierno no quieren que la maquinaria se detenga, es una lucha perdida. Si el conducto regular y las vías formales, notariales y burocráticas no sirven, ¿entonces qué salida tiene el hombre? ¿Cuál es la solución?
Xiao Yu -la única mujer protagonista de una historia- tiene una vida un tanto mejor, o al menos más soportable. Su situación personal y romántica no es lo ideal, pero parece acercarse a ello. Tiene un existir estable, se podría decir. Pero surgen los mismos síntomas que afectaron a Dahai, aunque vistos de maneras diferentes, más atroces si me preguntan: más abusivas. Hombres de condición socioeconómica más opulente que creen pueden tener lo que quieren inmediatamente después de hacer sonar los dedos. No es sólo abuso social sino que además de género. El abuso, claramente, no distingue entre clases sociales ni nada por el estilo, pero si tienes dinero y poder eso te puede dar algo de impunidad. Si no hay posibilidad de justicia, de verdadera justicia, ¿entonces cuál es la solución? ¿Cuál es el castigo?
La última historia, la del joven, es mucho menos sangrienta que sus tres predecesoras, pero presenta el mismo abuso, quizás más silencioso y aceptable entre la población: el dominio mediante el trabajo, convertirse en mera fuerza laboral. De aquí para allá, de un trabajo en otro, simplemente juntando dinero, un puñado de billetes, mientras mantienes viva la maquinaria, el sistema. En este caso también hay otra lucha: identidad personal versus efectividad laboral. Es la transformación de humano a autómata. Trabaja tu vida entera, convierte tu vida en tu trabajo, tu ser es tu productividad. Hay una canción de una banda nacional llamada Vaginator titulada "Basura callejera". Traigo la canción a colación a raíz de una de sus líneas: "Nace para estudiar, estudia para trabajar, trabaja hasta morir. Tu vida resumida: producir para mi". Si ves como tu vida es absorbida por un trabajo impersonal, ¿entonces cuál es la salida? ¿cómo te haces nuevamente dueño de tu vida?
La segunda historia, la del pistolero, la encuentro un poco más desafiante y enigmática en el sentido de cómo ubicarla dentro de todo el conjunto, pero mientras escribía las líneas anteriores me di cuenta de algo: es el único que no debe sus acciones a una reacción. Actúa de tal manera porque quiere hacerlo, para no aburrirse. Probablemente es el único que nunca ha sido un autómata. Los demás tampoco lo son totalmente, por algo hacen lo que hacen, pero durante largo tiempo sí vivían como autómatas. El pistolero sin duda hace cosas cuestionables, y de seguro las hace para ganarse la vida porque cualquier otro trabajo significaría ser un simple robot acoplando las piezas que permiten mantener en completo funcionamiento esa vil y mentirosa maquinaria. Lo que estos cuatro personajes hacen es intentar alejarse de la vida bajo la sombra producida por el coloso asiático, una sombra llena de precariedades y adversidades, una sombra en la que viven los autómatas e incluso los que quieren no serlo. Es una trampa que funciona a modo de patrón y rutina.
  "A touch of sin" contiene críticas a tantos níveles que no dejo de encontrar más y más palos del director a su país. La violencia efectuada por estos individuos no es completamente culpa de ellos, sino que principalmente de una mentira hecha país y sistema. Muchos acontecimientos de esta índole ocurrieron y seguirán ocurriendo, y de verdad ya no hay nada que hacer, salvo otorgar un poco de voz y memoria. Si estas cosas suceden, ¿cómo prevenir que vuelvan a ocurrir? ¿qué debe cambiar? Citando las líneas finales de la canción: "Nadie me va a controlar, nadie me va a cambiar. Ni tus leyes, ni tu dinero, ni tu moral ni tu ley social. No me intentes sobornar. No voy a cambiar. No vendo mi libertad". Esta película es furia pura.


  En términos puramente formales, siempre hay un riesgo con estas películas de historias múltiples: el desequilibrio entre historias contundentes y otras más débiles, que estén mal enlazadas, etc. Primero que todo, relacionado al cuerpo anterior, cada historia es contundente en lo que quiere decir y como conjunto arman todo un grito de furia. No hay nada que reprochar al respecto. Sobre la calidad de cada segmento, debo decir que ahí sí que hay desequilibrios: la historia de Dahai me ha encantado, especialmente cuando saca su escopeta y comienza a visitar a ciertas personillas. Es injusticia progresiva hasta esa exploción vista con el ataque de ira. Sinceramente, en los pocos minutos de esa matanza estaba con la boca abierta de emoción. Por fin alguien hace lo que muchos dicen que harán ante la estupidez de los demás. Bravo. La historia del pistolero me pareció débil y casi sin estructura. Por un lado se podía ver como una radiografía familiar de la violencia, pero luego también como radiografía social. Al final la violencia es mero divertimento ¿Qué es? La tercera también me gustó bastante, primero explorando en la situación personal de la protagonista como motor creador de ansiedad y estrés, para luego introducir el acontecimiento detonante de violencia. Si me preguntan, es la historia más incómoda e injusta de las demás, pero me gustó menos que la primera. De todas formas, el comportamiento de la chica igualmente es admirable. La historia final del joven atrapado en el sistema laboral es la que me pareció más ajena, y aunque tiene un tono romanticón adolescente, no logra ser consumido totalmente por esto. No es que me haya gustado demasiado, pero su final es preciso y claro. Quizás el más claro y preciso de los cuatro.
  Algo agradable es que las cuatro historias tenían elementos que permitía la transición entre una y otra algo menos brusco y arbitrario. Estábamos con Dahai y luego nos ibamos con el pistolero, de breve participación en el primer segmento: verlo no era demasiado repentino. La manera en que la segunda y tercera historia se enlazaban también me pareció suave y hábil. No se nota hasta que te das cuenta de que los personajes son distintos. La cuarta, que tiene un personaje ya visto de la tercera historia, comienza de un negro, lo cual resulta mucho más repentino y parece que no supieron cómo unirlo de manera más suave. Yo pensé que la película estaba terminando y de repente se abre de negro con este joven. Luego de esta cuarta historia hay un breve epílogo que funciona de maravilla. Me ha parecido bellísimo.
  En mi opinión el guión no estaba para ganar el mejor premio en la materia, pero al menos funciona, especialmente en lo que a sustancia se refiere. Narrativamente hay unos cuantos baches y caídas, pero nada grave. Tampoco nada galardonable, si pensamos en ello. En pocas palabras, un guión correcto: tiene contundencia y no necesita mucho más.


   Finalmente, la fotografía en ocasiones era impresionante e imponente: se hacía del individuo y el entorno una sola entidad. Una lucha de tamaños, de adaptaciones. El pequeño individuo que debe acoplarse al gran entorno en el que vive. El pequeño individuo que debe acoplarse al sistema social en que está inmerso. Más allá de esto, la calidad y poder de algunas imágenes eran impresionantes.
  En conclusión, "A touch of sin" es una película sobre los pecados de la sociedad representados en las acciones de personas anónimas que casi literalmente revientan de rabia y dolor. Son historias independientes la una de la otra, a veces casi inconexas, pero todos sufren lo mismo. Sus historias no son muy diferentes, y el hecho de que estén basados en hechos reales de verdad que dice mucho. Tal como el final lo sugiere, hay que darse cuenta de los errores cometidos y buscar erradicarlos. Pero, ¿quién debe hacerlo? Más importante: ¿sabes cuál es tu pecado? ¿Nuestro pecado?
  No es una obra maestra ni una gran, gran película, pero su contundencia y la furia con que muestra las cosas sin duda elevan su mérito enormemente. Además se nota la mano de un director con personalidad. Muy recomendable esta película.
Re-contra lluvia de capturas

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