miércoles, 29 de octubre de 2014

Boardwalk Empire - Temporada 5


Creador: Terence Winter

  Y bueno, otra serie de HBO que ha llegado a su fin. Diría genial pero no me siento completamente de esa forma; sí, sin duda que ésta ha sido una estupenda temporada -mejor que la anterior, si me preguntan-, y ciertamente su final ha sido a lo menos correcto, pero no fue del todo poderoso y memorable que esperaba. No estoy decepcionado, o quizás sí, no lo sé; pero sí me siento extraño y quizás algo bajoneado... probablemente el que la serie haya terminado es lo que me tiene así, pero intentaré buscar respuestas después del salto. Con todo, les adelanto que, en términos generales, "Boardwalk Empire" es una serie que vale la pena ver y que tiene una temporada final que al menos intenta ser una despedida por lo alto. El pero es el episodio final que... ... Mejor continuemos, por favor.


  Veamos: muchos se han ido y no pocos han resistido toda la violencia que ha logrado que muchos llamen a la serie "Gorewalk Empire"... Nucky Thompson, era de esperar, es uno de los que sigue con nosotros. Desde la batalla campal que generó la ambición de Valentin Narcisse han pasado alrededor de ocho años, lo que significa que ahora la acción se sitúa en el año 1931, a las puertas de lo que podría ser la derogación de la tan odiada pero, criminalmente hablando, fructífera prohibición. El buen Nucky pretende recuperar el poderío de antaño, pero rivales no le faltarán, así que veremos, más o menos, otra batalla más.


  Pobre Nucky... pobre Nucky.
  No tengan miedo, pues la frase recién escrita no es ningún spoiler. El motivo que me impulsa a escribir tal cosa es algo que cualquiera que haya visto la serie durante estos cinco años puede sentir con respecto al protagonista, interpretado perfectamente por el buen Steve Buscemi: cierto tipo de compasión o al menos bastante simpatía, pues considerando el amplio espectro de personas involucradas en el contrabando de alcohol, Nucky es de los buenos tipos. Mata a quien lo merece e intenta evitar que los inocentes mueran, no necesariamente para mantener convivencias sanas sino porque su consciencia así lo dicta: dentro del contexto, es lo correcto. Por eso es que durante las cuatro primeras temporadas uno no puede odiarlo: porque tiene principios y no es un maldito maníaco irracional. ¿Pero qué hay de fondo en esa alma ciertamente atormentada? El inicio de la quinta temporada es más o menos elocuente: una moneda cae al mar y un niño, inmediatamente notamos que Nucky en sus años mozos, intenta atraparla sólo para ser vencido por los otros niños que tienen aquella misma moneda como objetivo; de fondo, escuchamos la voz en off de una dama leyendo un fragmento de una revista, fragmento que señala que en la vida hay que ser un hombre de bien y de provecho cuya motivación no puede corromperse con el transcurso de la vida, pues los buenos hombres resisten, moralmente hablando, las turbulencias que vienen con los años. Inmediatamente esto instala una cuestión: ¿será esta temporada una especie de búsqueda de paz por parte del viejo Nucky?, ¿veremos un proceso introspectivo de profundas reflexiones sobre su propio ser, sobre la destrucción de su sueño como hombre de bien?, ¿o será la misma y genial y bien pensada carnicería de siempre? Pequeño adelanto: ninguna de las anteriores.


  En términos formales con respecto a la rememoración del pasado, primero que todo, me parece muy acertado el casting para la versión de niño de Nucky: se nota que el joven actor entendió perfectamente el conflicto interno del protagonista: ser un buen hombre, o más o menos lo mismo en su caso, no ser como su padre. En cuanto a lo narrativo, todo este tiempo pasado tiene como base esa premisa: Nucky está decidido a guiarse por lo correcto, por la sensación de plenitud que entrega una buena acción más que por el billete de cincuenta dólares que te den como premio por dicha buena acción. Luego damos el salto a la época de ayudante de sheriff, cuando el poder comienza a mostrar su verdadera cara, tiempos en los que el hombre que pretende formar una familia tiene que pensar en qué es más importante: mantener la familia a flote o la moral que rige su vida. Todo lo anterior marcado por hechos que ya en las temporadas previas se han mencionado: el primer matrimonio de Nucky, su vida familiar, la hermana que tuvo, sus contactos con el Comodoro, etc. El repaso a su vida pretende dar respuestas, iluminar un poco esa oscura masa que es su consciencia: tristezas, alegrías, traumas, lecciones; todo esto no sólo ayuda a Nucky a encontrarse a sí mismo, sino que, en teoría, nos señala a nosotros el tipo de persona que es. Y todo esto mientras intenta solucionar su vida como criminal, contrabandista, lobbista.
  En este sentido, la quinta temporada de "Boardwalk Empire" es una especie de auto-reflexión, mucho más relativa a Nucky Thompson y su interioridad que en términos formales, narrativos y sustanciales propios de la serie. El punto es que de acá surge una dicotomía, o como prefiero decirlo por el momento, dos posibilidades que conviven, es más, que se complementan fantásticamente durante gran parte de la temporada, pero que ya en el tramo final, entiéndase los dos últimos episodios, comienza a tambalear y debilitarse, dando como resultado esa sensación indecisa de mi parte. Pero ojo, lo importante acá, lo verdaderamente importante que entra en juego con todo este armado entre la introspección de Nucky y la trama criminal formada a su alrededor, es qué realmente se nos quiso decir durante tanto tiempo, porque así como termina no puedo hacerme una idea todavía. La única verdad o atisbo de respuesta que me atrevo a mencionar es que ni el mismo creador lo tenía muy claro y optó por lo más sencillo: "respuestas claras", que como podrán inferir, no dicen mucho.
  Pero vayamos punto por punto.


  Comenzaré con algo que siempre tengo en la cabeza básicamente porque es algo que siempre mencionan en todos lados, como una muletilla: "'Boardwalk Empire' es una serie de ritmo lento y que se toma su tiempo al armar la trama de cada temporada". Pues bueno, estoy en total y absoluto desacuerdo con tamaña falacia debido a dos cosas: (1) el tempo de "Boardwalk Empire" es, efectivamente, pausado -por no decir lento, claro-, pero en ningún momento cae en la monotonía y el sopor, pues (2) el flujo de acontecimientos que se relata es bastante numeroso y contundente; nada más miren el primer episodio, en el cual tenemos un intento de asesinato, un asesinato, una ascención y una alianza formada. No sé ustedes pero para mí todo esto en un sólo episodio no es una serie que se demore en empezar y que se mueva lentamente como caracol. Y lo que sigue después es una trama que avanza como locomotora y sin piedad -como es de costumbre, esperen muertes horrendas de personajes importantes-.
  Habiendo aclarado este asunto, podemos proceder al aspecto formal y narrativo, una de los caminos que conforman la dicotomía previamente mencionada. A grandes rasgos, esta temporada final es sólida y contundente, amén de sus ocho episodios que sin duda ayudaron a que todo fuera preciso y conciso, mucho más que la cuarta temporada, un tanto floja en este aspecto. El principal bache que tuvo "Boardwalk Empire" en su cuarta temporada fue el exceso de personajes, algo corregido en ésta, en la cual tenemos a los justos y necesarios: los verdaderamente en conflicto. Quizás la única que parece fuera de lugar es Gillian Darmody, pero tal como uno puede prever, su aparición tiene cierta utilidad más o menos justificable, caso similar a Willie, hijo mayor de Eli Thompson, quien parece estar más fuera de lugar que Gillian; no obstante, ambas tramas se notan forzadas, lo cual constituye un punto en contra por su calidad de comodines. Pero volviendo al hilo principal, en los dos últimos episodios se rompe esa solidez que tanto caracteriza a "Boardwalk Empire", pues, notoriamente forzado al elemento introspectivo de Nucky, las tramas criminales comienzan a cerrarse de manera nunca antes vista: increíblemente aceleradas -el episodio siete es buena prueba de ello: nunca antes una crisis había sido resuelta en veinte-treinta minutos-. ¿Y para qué? Para que en el octavo episodio Nucky se dedicara a pasear, se entiende, no sólo en su espacio físico sino mental, espiritual; y para que se concluyera con los otros malechores a la rápida, casi por cumplir y no dejar cosas en el aire. No parece realmente un final que los creadores hayan pensado por cuenta propia como uno motivado por una cancelación y el correspondiente deseo de darle un fin decente a la malograda serie. Pero no es este el caso, y me sorprende que se hayan traicionado en términos narrativos con esos dos últimos episodios. En pocas palabras, esta quinta temporada está construida como lo que solía ser, una masacre sin complejos, pero para algo completamente distinto, lo cual provoca ese desequilibrio tan irritante, banal e inútil.


  Ahora bien, una de las peores cosas que pudieron hacer los responsables de la serie es crear falsas expectativas... y en todos los sentidos posibles. El plano final del episodio siete, con esa línea tan desesperada y suplicante, anunciaba un final infartante y doloroso, pero nada de ello hemos tenido: no se aprovecha la magnitud emocional que se prometía ni tampoco lo más básico y obvio, ésto es responder a dicho llamado; el resultado: una doble desilusión. Y acá ya estoy llegando al meollo del asunto: ¿por qué "Boardwalk Empire" elude un final que involucre a todos los personajes importantes y prefiere uno mucho más débil y hasta cursi -camufladamente, eso sí-? No sé el porqué, no señor; lo que sí sé es que, claro, tiene que ver con Nucky y toda la reflexión que le ha dado a su vida y a los hechos que la marcaron: de niño rechaza cincuenta dólares como premio y más adelante acepta una insignia de sheriff a precio de [ya lo verán]. En cierta forma, entiendo el arco y el viaje, pero no se justifica por sí mismo ni tampoco tiene la fuerza suficiente para ese final obligado marcado por la correción que denota una falta de personalidad y de sustancia; pues claro, la introspección de Nucky no es suficiente. Y esto es terrible considerando que esa era la gran decisión de la temporada final: darle cuerda a la veta emocional de Nucky en desmedro del entramado criminal. Como consecuencia, tenemos dos líneas narrativas que llegan a puntos muertos: no hay guerra y tampoco hay revelación final.
  Y para peor, el episodio final es disperso, desordenado y anecdótico, como esos finales de película donde se muestra la foto de un personaje y se nos dice con letras qué es lo que pasó: si fue a la universidad, si se casó y tuvo ocho hijos, si se hizo presidente de la república, etc. Eso sí, admito que la secuencia final que cierra todo tiene emoción; no sé si por genuino o por efectista, pero vaya que pega.


  Lo siguiente no se puede dejar de lado: nuevamente veo a Michael Shannon y Shea Whigham juntos. Ya los vi compartiendo pantalla en "Take Shelter", en donde eran compañeros de trabajo, algo similar a esta quinta temporada, en la que Whigham es exiliado a Chicago bajo el alero de Al Capone, quien lo pone junto al otrora Nelson Van Alden devenido en un patético -pero simpático y genial- George Mueller -Shannon-. Quién sabe si los volveremos a ver juntos, pero fue todo un agrado tener días de Michael Shannon -y me atrevo a aventurar que lo veremos de nuevo por acá en un entorno desértico y de ciencia ficción-. Ya estoy un poco cansado como para seguir con el resto del reparto, que está bien, desde luego.

  En definitiva, no duden que "Boardwalk Empire" es una buena serie, pero lamentablemente no le alcanzó para ser una gran serie. Su primera temporada es genial y luego, haciendo memoria, me parece que va decreciendo, con la salvedad de que la quinta es mejor que la cuarta temporada. Lo bueno de la primera es que sabía lo que era: una guerra sanguinaria por el poder. En esta quinta se pretendió darle un trasfondo emocional que finalmente es superfluo y básico. Con todo, esta temporada final no es mala, pero como conclusion a toda una serie no le hace justicia ni dignidad; es más, y no quiero ser tan tajante en esto, pienso que los dos últimos episodios vienen a destruir un poco el legado formado en las tres primeras temporadas. Pero ya no quiero seguir, así que para terminar esto, "Boardwalk Empire" es una buena serie que merece el visionado, pero que por desgracia no tiene el final que merecía -incluso cuando su temporada final es, a grandes rasgos, bastante buena-. Decidan ustedes.

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2 comentarios:

  1. Estoy viendo ahora la cuarta temporada y mi impresión es que "Boardwalk Empire" es una serie que ha mejorado a lo largo de sus entregas, ha ido logrando un empaque de producto cinematográfico bien rematado y digno de las mejores sagas de gangsters y mafias. Y si encima aseguras que la quinta (y última, ay) es mejor que la cuarta, pues seguro que aún me quedan muchas horas de disfrute.
    Saludos.

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    1. Pues sí, que no se diga que "Boardwalk Empire" no es un digno disfrute que hace pasar grandes horas de diversión y sufrimiento. De hecho, tengo la intención de ver de nuevo sus primeras temporadas para apreciar mejor su calidad -tuve que apelar a mi memoria en esa afirmación de que la primera es la mejor y luego va bajando; quizás me equivoqué- que, sin duda, nunca es mediocre ni nada realmente malo. Y sí, la quinta tiene de bueno que es más breve y va directo al grano en sus tramas, aunque tiene ese "otro asuntillo". Espero saber qué opina de la quinta cuando la vea, pues a mi me ha dejado un poco bajoneado; por el vacío que deja y también porque pensé que iba a ser un final que le hiciera más justicia a la serie completa.
      Pero en fin, repitiendo la primera línea, que no se diga que uno no puede disfrutar con "Boardwalk Empire" -cuando llegue al 5x06, sufrirá-.
      Saludos.

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