Director: Christopher Smith
Una de las cosas que celebraba de "I am a ghost" de H.P. Mendoza, que comenté justo ayer, era lo atípico de su propuesta -cuando se trata de fantasmas, el foco suele ser la familia miedosa y no el espíritu atrapado- y de su ejecución, totalmente alejada de lo que uno se acostumbra a ver dentro del género del terror. Gran película, lo vuelvo a repetir. Caso contrario, en la actualidad tenemos directores que llevan a cabo sus engendros llamados películas mirando un manual y haciendo lo primero que se les venga a la cabeza; todo sin personalidad, pero sí con mucho efectismo y litros de sangre para suplir la falta de cine, algo a lo que gran parte del público -ese que de vez en cuando se hace el erudito y pide películas "menos pedantes" y más "cine para el pueblo"...- no le molesta en lo absoluto. "Creep", opera prima de Christopher Smith, pertenece a ese infame pero célebre segundo grupo. Smith y su "Creep" reúnen todos los méritos para colarse en la parte alta -o baja, ya no sé nada- de esa lista de basuras, aplicando punto por punto cada cosa que hace que el género del terror del siglo XXI, a grandes rasgos, no merezca ningún grado de credibilidad. Cómo será que las buenas películas de terror se alejan radicalmente de los mecanismos y formas comunes para ser algo que vaya más allá del género -o lo que queda de él, seamos justos-, que se ubique por encima de él y tenga auténtica calidad cinematográfica... vean "I am a ghost" y sabrán de lo que hablo. Tristemente, por cada buena película de terror veo unas cinco que me hacen perder la fe. Creo que comencé mi mala racha.
Kate es una tipa con pésimo gusto a la hora de elegir vestidos que, rumores mediante, se entera de que George Clooney estará en alguna parte de la ciudad, lugar que pretende visitar para poder establecer contacto directo con el famoso actor, cuya fama de soltero empedernido -al menos en aquella fecha- de seguro le hace pensar a nuestra tontita Kate que el tipo tira con cualquiera que se le ponga enfrente. Y bueno, cuando un taxi no se detiene, la chica pierde la paciencia y toma el metro; se queda dormida en el andén y cuando despierta comienza la pesadilla al ver que un sujeto la persigue furiosamente sin importarle las consecuencias.
-Le tenía fe a Christopher Smith. No tanto como para pensar que era un director elegante, original e inteligente como H.P. Mendoza, pero sí pensaba que era uno de esos jóvenes directores que hacen cintas de terror algo distintas, algo mejores que el común de sus otros y desgraciados colegas. Pero no. Mientras veía "Creep", contemplaba con creciente horror, espanto y desdicha cuán equivocado me hallaba: Smith es un director del montón. Pone la cámara donde quepa y listo, no hay construcción visual, no hay una puesta en escena como tal; la creación de su "atmósfera" -sentir miedo dudo que sea algo factible- consiste en aplicar trucos mil veces vistos anteriormente en mejores y peores películas, lo que queda patente en tres ejemplos: (1) tenemos un espacio vacío con la cámara apuntando al piso, (2) tenemos una imagen totalmente a negro, y (3) tenemos a un personaje que luego de tanto horror descansa frente a una ventana rota. Ahora bien, ¿qué sucederá? Tomen en cuenta que cada plano descrito se nos muestra al menos tres veces antes de que suceda lo típico: (1) repentinamente aparece una mano de un moribundo que apenas se mueve pero que se las arregla para adquirir fuerza y golpear el piso, (2) desde el negro aparece el rostro del asesino -no una sino dos veces se utilizó este trucillo-, (3) el asesino se encuentra detrás de la ventana y sorprende a todos tomando del cuello a la víctima. En definitiva, cero suspenso. Esto es más que suficiente para afirmar categóricamente que, al menos por "Creep", Smith no merece ser llamado director de cine, ni siquiera director a secas. ¿Qué es lo que hizo? No lo sé y no quiero saberlo. La única certeza es que el tipo no utilizó la cabeza en ningún momento.
-"Creep" comienza con dos hombres paseando en el sistema de cañerías de la ciudad. Se escucha un ruido extraño, uno pregunta "qué fue eso", el otro lo ignora, encuentran algo que les llama la atención, uno se queda quieto, el otro va a explorar, pasa el rato y el otro no vuelve, el uno lo llama pero el otro no responde, el uno va a ver qué sucede con el otro, el otro está muerto y el uno tiene miedo, y justo en el momento menos esperado -JAJAJA-, el monstruo sorprende al uno y corte a negro, nos dejaron con la duda.
El guión es una mierda, una ridiculez llena de agujeros, una acumulación de hechos inverosímiles, conductas incomprensibles, diálogos idiotas... No obstante, lo peor es que "Creep" es una mala idea que no da para más de 10-20 minutos -cuanto mucho- alargada hasta los 80 y pico. Personajes que están ahí para agregar minutos, salvadas milagrosas que impiden que se acabe esta pesadilla -para uno, ¿a quién le importa Kate?-, cualquier cosa que se les venga a la mente está empleada con tal de mantener agonizando una trama carente de cimientos y todo tipo de justificación. Y claro, articulada a través de infinidad de clichés que llevan hacia un final previsible con un desarrollo global más que predecible... Todo está forzado, todo es artificial, "Creep" es la viva imagen de la falta de ideas y de vergüenza hecha película.
Quiero decir, el Creep este, ¿por qué comienza a perseguir a la Kate cueste lo que cueste? ¿Porque sí? ¿Ah? Ok, porque sí. Con eso basta.
Quiero decir, el Creep este, ¿por qué comienza a perseguir a la Kate cueste lo que cueste? ¿Porque sí? ¿Ah? Ok, porque sí. Con eso basta.
La película comienza muerta y permanece así en todo momento.
-Smith, "Creep", lo que sea, no tiene ningún puto gramo de principios, respeto, credibilidad, por nada ni por nadie. La película ni siquiera quiere ser una película, no se esfuerza en lo absoluto, simplemente es un compendio de "brutalidades" pobremente hiladas. Su gran intención es alimentar el morbo de su nicho -que no sé cómo no se cansa de lo mismo una y otra vez-, no mantener un equilibrio y coherencia narrativa. ¿Cómo lo sé? Porque Smith sigue lo macabro, lo sangriento sin importar si abandona a su protagonista, su punto de vista, su posición dentro de la historia. Ejemplo:
Llevamos casi una hora de metraje protagonizado exclusivamente por Kate, acompañada por uno que otro personaje de vez en cuando, pero ella siendo el incuestionable centro de todo. En algún punto, nuestro Creep toma como víctima a otro personaje y se apresta para torturarlo y meterle un serrucho por el *, mientras nuestra Kate huye a una distancia que uno consideraría segura. Pero en vez de quedarse con Kate, que es lo que ha estado haciendo todo el rato, Smith prefiere quedarse en la habitación y ver cómo el Creep le mete el serrucho por el * a su indefensa víctima. Luego del pobre espectáculo, volvemos con Kate.
Llevamos casi una hora de metraje protagonizado exclusivamente por Kate, acompañada por uno que otro personaje de vez en cuando, pero ella siendo el incuestionable centro de todo. En algún punto, nuestro Creep toma como víctima a otro personaje y se apresta para torturarlo y meterle un serrucho por el *, mientras nuestra Kate huye a una distancia que uno consideraría segura. Pero en vez de quedarse con Kate, que es lo que ha estado haciendo todo el rato, Smith prefiere quedarse en la habitación y ver cómo el Creep le mete el serrucho por el * a su indefensa víctima. Luego del pobre espectáculo, volvemos con Kate.
Smith no busca una experiencia claustrofóbica, angustiante, que te aturda por no saber qué demonios sucede; simplemente quiere llenar la sed de sangre y vísceras del espectador más irreflexivo y glotón. Y el ejemplo descrito no es la única ocasión en que se lleva a cabo tal traición narrativa. En este punto, ya me encontraba realmente asqueado con "Creep".
-La otra vez estaba jugando Snatcher de Hideo Kojima, en el que uno es Gillian Seed, un JUNKER -detective que busca, digamos, androides para matarlos- que es acompañado por el simpático Metal Gear, útil máquina capaz de analizar todo lo que tenga en frente. Además tiene sensor de movimiento. En un par de ocasiones, Metal avisa que sus sensores indican que algo se acerca rápidamente. Diez metros, siete metros, cinco metros, dos metros... Gillian Seed no ve nada, el jugador no sabe qué sucede, la tensión crece y crece, y finalmente Metal dice que era una mosca. El susto pasó. Uno se ríe porque no se lo esperaba, una salida como esa. Además, la súbita tensión es auténtica.
Kate corre por los pasillos del metro, se esconde detrás de un muro, presiente -su sexto sentido es encomiable- que algo está detrás, mira y es... es un perro. No da miedo el saltito, no es graciosa la salida, es el tipo de efectismos que uno se espera de esta clase de directores. A lo largo de "Creep" podrán adivinar cada uno de los instantes en que se hará uso de un golpe efectista. Así de malo es el guión.
¿Cómo es que uno aguanta 80 minutos de cero sorpresa, cero emoción, cero suspenso, a fin de cuentas, cero nada? Si tuviera un chilión de dólares, se los daría a quien me dé una respuesta -¡pero no los tengo!-.
¿Cómo es que uno aguanta 80 minutos de cero sorpresa, cero emoción, cero suspenso, a fin de cuentas, cero nada? Si tuviera un chilión de dólares, se los daría a quien me dé una respuesta -¡pero no los tengo!-.
-Los actores están pésimos, sus personajes son irrisorios, el Creep es arbitrario y más tarde se le pretende dar nombre y pasado, quizás motivos, pero sabemos que eso no resulta en lo absoluto... Todos son tan planos que es exasperante. Y el Creep debe tener informantes en los túneles para saber en qué lugar exacto se encuentra Kate cada vez que ésta se le escapa de sus roñosas manos. Nada tiene lógica, nada tiene sentido, la tierra es el centro del universo...
En suma, "Creep" es una mierda con la que es imposible llevarse bien. No tiene nada bueno. Es despreciable. No la vean. Olviden que existe. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Ustedes son mejores que esto. Hay muchos peces en el mar. Tomémonos de las manos, meditemos, respiremos...
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