Creador: Frank Darabont
Para quitarme rápido de encima el enorme peso de tener que ver y comentar la incomprensiblemente popular y aún con vida "The walking dead", este fin de semana estará dedicado a las dos últimas temporadas emitidas, con una sexta en camino y un spin-off (o similar) a la vuelta de la esquina. Definitivamente, la serie ha ido a peor de manera tan rápida que es incluso sorprendente: de lo notables que fueron las primeras dos a la más o menos aceptable que fue la tercera, ¿cómo es que esta cuarta y la quinta son tan pero tan recontra malas-malísimas? La respuesta más obvia es el cambio de showrunner, siendo Darabont el primero en la temporada inicial, un tal Glen Mazzara para las segunda y tercera, y el notoriamente incompetente Scott M. Gimple para ésta y las que seguirán. Esta cuarta temporada es incomprensible, no tiene razón de ser, y para peor, se extiende por 16 episodios muy mal rellenados. Todo mal, maldición...
Luego del Gobernador, la vida en la prisión parece ser realmente una utopía, con muchas plantas en los alrededores, todos siendo simpáticos y sonriéndose los unos a los otros, Rick siendo un granjero retirado de la acción, muchos cerdos que serán devorados por los humanos, y bastantes otras cosas que hacen suponer que la vida ya no será tan horrible como lo ha sido hasta entonces. Por desgracia, un resfrío puede transformarse en una epidemia, y de ahí para adelante...
Luego del Gobernador, la vida en la prisión parece ser realmente una utopía, con muchas plantas en los alrededores, todos siendo simpáticos y sonriéndose los unos a los otros, Rick siendo un granjero retirado de la acción, muchos cerdos que serán devorados por los humanos, y bastantes otras cosas que hacen suponer que la vida ya no será tan horrible como lo ha sido hasta entonces. Por desgracia, un resfrío puede transformarse en una epidemia, y de ahí para adelante...
Lo más interesante de acá en adelante es, sin duda alguna, Rick Grimes. Me ha gustado el estado en que se encuentra (bastante golpeado y aturdido, no importa lo aparentemente tranquilo de todo), hastiado y desinteresado de los tejemanejes administrativos de la utópica prisión, y por lo tanto el rol que ha asumido, el del héroe retirado que ya no tiene nada más que hacer pues el peligro ya no existe. Sin duda que gran parte de su estado-rol surge de su miedo a que bajo su tutela todo se vaya a la mierda y más gente siga muriendo, pero es la pequeña parte la que me parece fundamental en la conformación de su nuevo estilo de vida, pues es casi una contradicción vital: ¿se puede ir en contra de tu propia naturaleza de líder y protector? No señor, eventualmente, el destino te exige retornar al viejo sendero... A propósito, ¿quieren saber cómo se ha ensuciado la barba de esa forma? Jojo, es fascinante: ése es el Rick que quiero ver.
El problema es que sólo Rick siendo el elemento interesante, todo lo demás brilla por su mediocridad: la trama de la enfermedad y el nuevo caos social interno, los intentos de los fuertes y originales para mantener a flote el experimento, etc... Un continuo "a la mierda" que hace que un Rick sin intenciones de involucrarse en esos líos de novatos tenga que volver a ponerse al mando, justo cuando la cosa se va a ir a la mierda en serio... Terminados los ocho primeros episodios, la sensación era una sola: todo ha sido una maldita estafa, al igual que los ocho posteriores. ¿Qué pasa en la primera mitad? El mencionado brote que no interesa a nadie porque nadie importante va a morir (salvo ese "original" que está en peligro, aunque el espectador inteligente sepa que en realidad no está en peligro pues no es más que una jugada barata e indigna de los guionistas para insuflarle "tensión" y atraer espectadores), luego un flashback de cómo el Gobernador volvió a hacer de las suyas para acabar haciendo lo que siempre hace (para peor, metiendo con calzado ingredientes de redención y emoción que nadie puede tragarse, menos aún de la forma en que terminan), y un tiroteo final que es atractivo (me gustan las balas, lo admito) pero cuya resolución es a todas luces lo peor que se ha visto en mucho tiempo. Los siguientes ocho episodios constan de cómo todos los miembros que quedaron vivos y separados sobreviven, cada uno por su cuenta, siguiendo un misterioso cartel que ofrece un dudoso santuario que pasa casi a ser un mito. Así, lo que veremos serán movimientos por aquí por allá, y nada realmente útil e interesante, aunque las aventuras de Daryl y Beth en busca de alcohol me han parecido adorables (TODAS las demás son basura, en especial la de las dos hermanas con la cabeza mala). El final, por fin, promete algo, un vestigio de trama medianamente coherente y con dirección, pero es el final, así que hay que esperar a la quinta temporada...
Entonces, ¿qué nos ofrece esta cuarta temporada? Un cúmulo de situaciones sin sustento "unidas" sin norte ni propósito, un montón de personajes sobrantes y carentes de un mínimo de empatía y carisma (Tyrese es un puto imbécil, Bob es un rarito sobrevalorado, Sasha es una tonta, las niñas esas dan risa, el Gobernador como villano no genera nada de miedo o inquietud...), efectismos al por mayor, y las mismas historias repetidas una y otra vez. ¿Qué falta? Respeto por el espectador, auto respeto, y quién sabe qué más. Cuando acabé esta temporada pensé que era, con diferencia, la peor de todas, pero me faltaba ver la quinta, que todavía no sé cómo ha logrado superar el infame límite de la mediocridad. Mañana les digo, tristemente...
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