Director: John Ford
"Drums along the Mohawk" es la tercera película que Ford realizó el año 1939, y la última de la década que de momento comentaremos en este blog, pues a pesar de que quedaron varias en el tintero (sólo vi 14 de 27, y eso que 14 no es un número pequeño), francamente no me fue posible conseguir aquellas que han quedado fuera de estos dominios, además las comentadas me dejaron más que satisfecho como corpus, si bien no me conformo tan irremisiblemente. Para más adelante, me imagino, quedarán aquellas que por algún golpe de suerte pueda encontrar. Ahora sólo queda avanzar, y es que la década de los 40 luce auspiciosa, no me digan que no. Pero antes de ello, pues mejor no me pierdo y me dedico a lo que me dicta el título de este post, película cuyo mayor atractivo son sus dos protagonistas, el impresionante color, y desde luego, su director que, por desgracia, no tuvo como base un buen guión.
Lana y Gil son dos recién casados que dejan la opulenta vida de la primera para adentrarse en territorios más rurales y vivir la vida de granjeros, al lado de la naturaleza. El destino elegido es el Valle de Mohawk, pedazo de tierra que algunos indios e ingleses pretenden arrebatar a los fieros y luchadores "americanos". Y ya que la guerra es inminente, Gil también se verá inmerso en el conflicto, amenazando la construcción del nidito de amor.
Siendo el elemento central del relato, debo decir que el conflicto entre los habitantes del Valle con los indios e ingleses es lo más débil de la película, lo que acaba por restarle méritos a aquello que hasta la aparición de la guerra era lo mejor, esto es la nueva vida de los recién casados y su adaptación a los embates de la naturaleza, de todas formas nada muy terrible. El demérito se debe muy probablemente a que la inclusión de dicho conflicto no deja de ser un espurio, un elemento impostado que está ahí sólo para autocomplacer a una nación en vez de para cumplir propósitos argumentales, estéticos e incluso históricos, que es lo que demanda una buena película. Porque, claramente, poner en imágenes una serie de hechos más o menos verídicos no es necesariamente ser algo histórico como el dialogar e interpretar dichos hechos, fundirlos con una historia de amor y construcción, y darles un sentido sin renunciar ni pervertir el original. No quiero meterme en estos terrenos, teorizar no es lo mío; el punto es que la lucha entre estadounidenses soñadores contra los malvados ingleses (otra vez ellos...) de la mano de indios carece de fortaleza narrativa, funcionando más bien como un estorbo más que como un punto de quiebre, y nada más observen un par de elementos, como por ejemplo la relación entre protagonistas y antagonista, cuyo vínculo no puede ser más rebuscado: Carradine es un inglés que se alía con los indios para tomarse el Valle de Mohawk, que es en donde viven nuestros enamorados, quienes tuvieron un fugaz e inane encuentro con Carradine, lo suficientemente apropiado como para ponerlos en los extremos del conflicto, pero no para darle intensidad a un relato que es disparos por acá, disparos por allá, caos general. A propósito, el personaje de Carradine hace gala de una construcción pobre y apresurada, típico de los antagonistas sin carisma (me duele decirlo de un personaje suyo). Así, si la guerra no es más que una feble aparición que toma demasiado protagonismo (separándose del resto de "motivos por los que abandonar el campo"), la misma carece de los elementos que al menos pudieran darle algo de sabor, y peor, al desarrollo le falta algo de cuerpo y cuidado: vamos del drama familiar al conflicto bélico, volvemos al drama familiar para finiquitar el conflicto bélico..., la acción es irregular, aunque no digo que no tenga buenos momentos, no obstante, los mejores corresponden a la adaptación de esta pareja a su nueva vida (aunque el personaje de Fonda haya crecido ahí; lo digo por su esposa). Finalmente, pienso que lo peor es que el telón de fondo histórico haya sido utilizado justamente como eso, un simple telón, en vez de como un agente narrativo y argumental apropiado y cinematográfico. Parece que la único función era poner a flamear la bandera estadounidense, muy distinta en aquel entonces. La batalla por Mohawk ni de lejos le llega a los talones al sueño de una pareja, pero en fin...
Del lado bueno de las cosas tenemos las imágenes de Ford, cuyo color exalta la intención bucólica detrás de esos paisajes; las interpretaciones de Henry Fonda y Claudette Colbert; y que a pesar de todo el visionado es ameno y salvaguarda los reproches hasta el final, que es cuando las sensaciones negativas comienzan a aparecer. Por lo demás, no estamos ante una de las mejores películas de Ford, claramente... Con un mejor guión...
En patio de butacas que es un foro de peliculas , puedes encontrar varias de Ford , buen blog , estaba leyendo algunas entradas de tù blog y creo que eres chileno.
ResponderBorrarsaludos desde conce , men
Jajaja, sí que se me nota harto en ocasiones. Me alegro que te agrade el blog, espero sigas paseando por mis humildes comentarios. Yo igual he estado paseando por tu blog, y debo decir que me has contagiado las ganas de leer sin parar, además de recordarme que debo ponerme al día con "Bates Motel", interesantes capturas las que dejas.
BorrarEncontré el foro, pero necesito una invitación para ser usuario. Ya llegará...
Saludos desde Santiago