miércoles, 5 de agosto de 2015

Shame - 2011


Director: Steve McQueen

  Manteniendo la línea de los dos posts anteriores llegamos a "Shame", segunda película de Steve McQueen, excelente director de quien en este blog sólo ha sido comentada su decepcionante y fallida ganadora del oscar "12 years a slave", la que goza de una gran construcción audiovisual, algo incuestionable en McQueen (su capacidad narradora a través de las imágenes es realmente potente), pero a su vez sufre de un pésimo, repetido y soso guión que no tiene nada que aportar al tema tratado salvo las mismas buenas intenciones de siempre (y eso que el guión ganó el oscar también). "Shame", la que ya había visto hace un par de años, por otra parte, no tiene problemas concernientes al guión, es más, no tiene problemas en lo absoluto. Muy buena, sí, y además protagoniza el genial y explosivo Michael Fassbender.


  Brandon es un adicto al sexo que lleva una vida apagada y solitaria, prácticamente viviendo sólo de encuentros sexuales, ya sean de carne o virtuales. Pero cuando su hermana comienza a aparecer en su vida otra vez, el panorama se volverá un completo y catártico caos.


  Supongo que es más o menos inevitable establecer ciertos paralelismos entre "Shame" y "Jeune et Jolie", dado que el sexo es el eje central de la acción, el que le causa problemas al protagonista de turno, siempre solitario y taciturno, tanto en su relación con el exterior como consigo mismo. La chica francesa se metía al mundo de la prostitución no por dinero, tampoco por placer, sino como experiencia capaz de elevarla de la cotidianidad tan aburrida que la atrapa, para ella el sexo es una forma de encontrarse a sí misma. Para Brandon es todo lo contrario, toda vez que el sexo es un doloroso e infructífero escape de todos sus problemas (como esa caída al abismo del final), una manera de enterrarlos y olvidarlos dentro de sí, aparentemente un pozo sin fondo. Pero llega la hermana de Brandon, Sissy, que de seguro tiene las mismas carencias que Brandon, sólo que ella busca llenarlas mediante el cariño y luego el sexo, el polo opuesto a la elusiva personalidad de su hermano.
  La labor de McQueen tanto en el guión como en la dirección es impecable. Con respecto al guión no hay mucho que decir, salvo que McQueen acierta plenamente al privilegiar el componente introspectivo como motor narrativo por sobre cualquier acontecimiento externo dado. Digo, la llegada de la hermana es un hecho puntual que funciona como detonante, pero todo lo demás (las citas fallidas, las llamadas ignoradas) es fruto del vacío y miedo de los personajes, dueños de la narración, que poco a poco se encierran más y más. Con respecto a la dirección, McQueen descansa en un tratamiento desnudo, crudo y explícito de la imagen, a la postre de sus quebradizos personajes, desnudos hasta la médula. Oh, y olvidaba decir que la narración, a pesar (¿a pesar?) de su carácter estático y frío, avanza con una seguridad y fluidez que le inyectan total naturalidad y verosimilitud a los hechos y sus dimensiones humanas. De verdad, "Shame" se pasa volando, es interesante y no ofrece  ningún tipo de comodidad. Es un perpetuo repiqueteo en el rostro del espectador, una cachetada directa y sin contemplaciones. Como debe ser...
  Ahora terminamos alabando a Michael Fassbender y su potente interpretación, feroz a la vez que vulnerable, salvaje a la vez que sumisa. Un gran actor, ¿han prestado atención a su explosivo despegue actoral? De un año para otro y ¡BAM!, un montón de excelentes y desafiantes roles que tomar.
  Qué poca inspiración la de hoy, vamos, espero que el resto de los días estén más animados...

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