Dirección: Albert & David Maysles y Charlotte Zwerin
Segunda parada en este pequeño viaje por el universo documental de los hermanos Maysles y compañía, en esta ocasión de la mano de los Rolling Stones y esa gira recordada por su concierto gratuito final en el que se contrataron a los Hell's Angels como guardaespaldas, y que arrojó un saldo de cuatro nacimientos y cuatro muertes (fue pareja la cosa, que no se diga que no), entre ellas la de un sujeto apuñalado por uno de los moteros. Como buen ignorante del caso, muchas verdades y datos interesantes me llegaron de sopetón, lo que sumado al convulsionado ambiente que había durante el concierto, hace que el visionado de "Gimme Shelter" sea suficiente y entretenido, a veces incómodo y muy tenso. No obstante, me doy cuenta de un par de cosas: la primera, que los Maysles son unos sujetos con suerte, y la segunda, que tal suerte disfraza bien sus (en mi opinión) serias falencias como realizadores/documentalistas. Pero de que se disfruta, se disfruta (por el momento)...
El punto es que si los Rolling Stones no hubiesen hecho ese concierto gratuito en el que todo salió mal, "Gimme Shelter" habría sido un documental muy plano, intrascendente y anodino, sin nada que ofrecer tanto al documental como género ni a los Rolling Stones como figuras musicales y públicas. Todo partió cuando los Maysles grabaron un concierto de los Stones en no sé dónde, momento en que le preguntaron a Mick Jagger si podían seguirlos por el resto de la gira, a lo que el segundo respondió que sí. Me imagino que los Maysles estuvieron siguiendo a los Stones por todo Estados Unidos, grabando los conciertos y las estadías en hoteles, visitas a estudios y demás, sin mayor propósito en mente que tener tal material filmado, todo con su estilo direct cinema, irónicamente el peor mal de este documental y en cierta medida el anterior "Salesman". Porque esta puesta en escena directa no ayuda en nada al documental, toda vez que el archivo de los Stones tocando en otros y más seguros espacios, los Stones llegando a hoteles y así, no presenta un tratamiento que indague en lo que esconde el fotograma y la acción en sí, mucho menos en la identidad de los miembros y cómo se relacionan con su música y su fama, o esas cosas que a la gente le gusta saber, ya saben, lo lo que no se ve, lo que está detrás de la máscara. En un momento los vemos escuchando y disfrutando íntima y quietamente de "Wild Horses", pero vamos, no me digan que es la cumbre de la exploración documental. Es, básicamente, pegar de manera cronológica los hechos, y no establecer una construcción musical, personal y hasta social. Lo único que salva la función, y perdonen lo repetitivo, es el desastroso concierto gratuito, no solo porque sus treinta minutos son lo mejor y más tenso del documental, sino porque ya al inicio se deja saber que éste es el eje central del "relato", lo que da pie a montar la línea temporal cronológica alternadamente con negociaciones de los abogados, archivos radiales post-concierto desastre, y los miembros de la banda observando todo el material, también de lo mejor del documental, pues es una especie de ejercicio de autocrítica que, a decir verdad, no es muy critico que digamos (Jagger dice "qué horrible situación" y adiós). Así, teniendo en la atmósfera la presencia del desastre de concierto (lo único que entrega continuidad y coherencia interna), veremos números musicales que salvan por la buena música (claro), la cotidianidad de los Stones que no salva porque se muestra poca personalidad y humanidad (culpa de la mirada de los Maysles), hasta que finalmente llegamos al gran acto de la función, la que sí tiene, no lo negaré, una cámara exhaustiva y minuciosa que encuentra detalles y detalles que le agregan sabor a todo, como por ejemplo el momento exacto de la puñalada, cuando vemos a un hombre negro sacar un arma (¿quién en su sano juicio saca un arma en medio de un concierto, una multitud y los Hell's Angels?) y recibir la paliza correspondiente de los moteros. Antes de eso veremos muchos drogados y atontados, interesantes duelos verbales entre hippies que culpan de todo a los moteros y los moteros que se defienden diciendo que los hippies drogados están arruinando todo (lo que es cierto), y el show de los Stones. En ese momento se nos cuenta algo, ¿antes? ... un innecesariamente alargado anuncio...
De lo que me vengo a dar cuenta es de que los Maysles son tipos con suerte, pues como digo, de no haber encontrado la gallina de los huevos de oro, no tendrían documental, pues un documental no es mostrar "la realidad" así como así, sino elaborar un relato de no-ficción (acá los límites son debatibles, lo pongo de manera muy simple para no extenderme demasiado) con un claro propósito o intención ulterior que dé importancia a la realidad de la que parte. No es poner la cámara y luego montar el material; hay que saber qué se está grabando, ya sea una compleja realidad (como lo hace Wiseman: la mierda de sociedad estadounidense) o una historia (como Errol Morris: los engaños, las injusticias) o ambos juntos (como Morris también, y me imagino Wiseman en trabajos posteriores, y muchos otros). Sin el desastre de concierto, no tendríamos ni documental ni historia ni realidad, pues el material restante carece de dichos aspectos. ¿Y las falencias de los Maysles? Que les cuesta hilar ideas, crear un relato e infundirle ritmo (ya sea por la falta de ritmo en sí o por la falta de dirección y fondo, conflicto), y por último, escarbar en la realidad y la imagen. Veremos si "Grey gardens" me demuestra lo contrario, pero no les digo que "Gimme Shelter" es mal documental, sólo que se salvó por los pelos... Y perdonen que me haya puesto teórico sin profundizar realmente en el asunto (haciéndome poco claro), pero no es preciso enredar el tema para decir que los Maysles no demuestran mirada ni tacto cinematográfico.
El punto es que si los Rolling Stones no hubiesen hecho ese concierto gratuito en el que todo salió mal, "Gimme Shelter" habría sido un documental muy plano, intrascendente y anodino, sin nada que ofrecer tanto al documental como género ni a los Rolling Stones como figuras musicales y públicas. Todo partió cuando los Maysles grabaron un concierto de los Stones en no sé dónde, momento en que le preguntaron a Mick Jagger si podían seguirlos por el resto de la gira, a lo que el segundo respondió que sí. Me imagino que los Maysles estuvieron siguiendo a los Stones por todo Estados Unidos, grabando los conciertos y las estadías en hoteles, visitas a estudios y demás, sin mayor propósito en mente que tener tal material filmado, todo con su estilo direct cinema, irónicamente el peor mal de este documental y en cierta medida el anterior "Salesman". Porque esta puesta en escena directa no ayuda en nada al documental, toda vez que el archivo de los Stones tocando en otros y más seguros espacios, los Stones llegando a hoteles y así, no presenta un tratamiento que indague en lo que esconde el fotograma y la acción en sí, mucho menos en la identidad de los miembros y cómo se relacionan con su música y su fama, o esas cosas que a la gente le gusta saber, ya saben, lo lo que no se ve, lo que está detrás de la máscara. En un momento los vemos escuchando y disfrutando íntima y quietamente de "Wild Horses", pero vamos, no me digan que es la cumbre de la exploración documental. Es, básicamente, pegar de manera cronológica los hechos, y no establecer una construcción musical, personal y hasta social. Lo único que salva la función, y perdonen lo repetitivo, es el desastroso concierto gratuito, no solo porque sus treinta minutos son lo mejor y más tenso del documental, sino porque ya al inicio se deja saber que éste es el eje central del "relato", lo que da pie a montar la línea temporal cronológica alternadamente con negociaciones de los abogados, archivos radiales post-concierto desastre, y los miembros de la banda observando todo el material, también de lo mejor del documental, pues es una especie de ejercicio de autocrítica que, a decir verdad, no es muy critico que digamos (Jagger dice "qué horrible situación" y adiós). Así, teniendo en la atmósfera la presencia del desastre de concierto (lo único que entrega continuidad y coherencia interna), veremos números musicales que salvan por la buena música (claro), la cotidianidad de los Stones que no salva porque se muestra poca personalidad y humanidad (culpa de la mirada de los Maysles), hasta que finalmente llegamos al gran acto de la función, la que sí tiene, no lo negaré, una cámara exhaustiva y minuciosa que encuentra detalles y detalles que le agregan sabor a todo, como por ejemplo el momento exacto de la puñalada, cuando vemos a un hombre negro sacar un arma (¿quién en su sano juicio saca un arma en medio de un concierto, una multitud y los Hell's Angels?) y recibir la paliza correspondiente de los moteros. Antes de eso veremos muchos drogados y atontados, interesantes duelos verbales entre hippies que culpan de todo a los moteros y los moteros que se defienden diciendo que los hippies drogados están arruinando todo (lo que es cierto), y el show de los Stones. En ese momento se nos cuenta algo, ¿antes? ... un innecesariamente alargado anuncio...
De lo que me vengo a dar cuenta es de que los Maysles son tipos con suerte, pues como digo, de no haber encontrado la gallina de los huevos de oro, no tendrían documental, pues un documental no es mostrar "la realidad" así como así, sino elaborar un relato de no-ficción (acá los límites son debatibles, lo pongo de manera muy simple para no extenderme demasiado) con un claro propósito o intención ulterior que dé importancia a la realidad de la que parte. No es poner la cámara y luego montar el material; hay que saber qué se está grabando, ya sea una compleja realidad (como lo hace Wiseman: la mierda de sociedad estadounidense) o una historia (como Errol Morris: los engaños, las injusticias) o ambos juntos (como Morris también, y me imagino Wiseman en trabajos posteriores, y muchos otros). Sin el desastre de concierto, no tendríamos ni documental ni historia ni realidad, pues el material restante carece de dichos aspectos. ¿Y las falencias de los Maysles? Que les cuesta hilar ideas, crear un relato e infundirle ritmo (ya sea por la falta de ritmo en sí o por la falta de dirección y fondo, conflicto), y por último, escarbar en la realidad y la imagen. Veremos si "Grey gardens" me demuestra lo contrario, pero no les digo que "Gimme Shelter" es mal documental, sólo que se salvó por los pelos... Y perdonen que me haya puesto teórico sin profundizar realmente en el asunto (haciéndome poco claro), pero no es preciso enredar el tema para decir que los Maysles no demuestran mirada ni tacto cinematográfico.
Me parece a mi o hay una velada (diria clara) justificacion hacia el accionar de los Hells Angel ???
ResponderBorrarEs difícil de decir, aunque, efectivamente, eso podría parecer. Lo primero es que no hay que demonizar a los Hell's Angels ni echarles la culpa de todo el desastre, pues más que causa fueron un factor más. Lo segundo, estoy con los hippies al deplorar la violencia, pero pienso que hay que actuar con las probables consecuencias en mente, y habiendo gente molestando y no deteniendo su actuar, no es de extrañar que los golpes hayan comenzado considerando los guardaespaldas contratados (claramente algo nada juicioso); por lo demás, en el material me parece ver numerosas peleas que comienzan estrictamente en la multitud y no por obra y gracia de los moteros. Esto da un poco para largo, pero para terminar, el asunto es que todo estuvo muy mal planeado y es probable que haya habido violencia igual (no creo que muertos, pero igual). En fin, no justifico a los Hell's Angels, pero admito que a veces me pongo de lado de los que reciben todo el castigo social y moral, y es que una vez recuperada la sobriedad es fácil decir que los moteros fueron a golpear gente sin ton ni son...
BorrarPues es una película que tengo pendiente desde hace décadas: desde que sé que existe, en realidad. Creo que sólo con echarle un ojo al ambiente retratado y escuchar la música de los Rolling Stones, me va a merecer la pena.
ResponderBorrarSaludos.
Gran música y qué ambiente, a veces sólo basta con dejarse llevar por la historia más que por el documental, pero a veces el documental es una cosa muy seria... Hay varios documentales de los Stones, uno podría regalarse un loco fin de semana.
BorrarSaludos.