Director: Phil Karlson
Con motivo de "Kansas City Confidential" y de que en varios westerns (como "Stagecoach") parece haber una especie de controversia sobre Kansas, he aclarado con propiedad que hay un Kansas estado y una Kansas ciudad, la segunda no siendo parte de la primera sino del estado de Missouri, curiosamente colindante al oeste con el estado de Kansas; de hecho, Kansas City está justo en el límite de ambos estados. Pero, ¿por qué el vendedor de alcohol de "Stagecoach" se empecinaba tanto en diferenciar el estado de la ciudad si tanto en el primero como en la segunda (entendiéndola como parte de un estado) la esclavitud no era ilegal y era defendida con ahínco? Quizás sea porque el estado fue apodado durante los cincuenta del s.XIX como Bleeding Kansas, pero estoy seguro que me pierdo de más cosas, si nada más hice un fugaz repaso a wikipedia... Pero bueno... ayer comenzamos en la coste este de Estados Unidos un viaje por los rincones oscuros de esta tierra de las oportunidades, y hoy, en el midwest, lo continuamos sin perder ninguna pizca de fiereza ni calidad, y es que la brutalidad no es óbice para el absoluto disfrute. Otra estupenda película, sí señor.
Un misterioso hombre pone en marcha un asalto a un banco pidiendo ayuda a tres criminales que no están del todo convencidos de su milimétrico plan pero que de igual forma lo llevan a cabo, solo que las cosas se pueden complicar un poco, afectando a más personas de las deseadas, sobre todo cuando éstas deciden no quedarse de brazos cruzados.
Si hay algo a destacar de "Kansas City Confidential" por sobre las demás cosas es su notable y convincente capacidad de inventiva y reinvención argumental, partiendo de una premisa sencilla pero siempre atractiva (un heist... como adoro los putos heists) que luego deviene en un complejo entramado narrado como si fuera un thriller psicológico lleno de tensión en cada plano y cada lugar, amén de la soberbia puesta en escena de Phil Karlson, capaz de trazar líneas de sospecha y violencia reprimida (pero a la postre acumulada) en cada imagen dotada de tremenda fuerza, explícita y subyacente. Si no me creen esperen a que lleguemos a aquel resort en cuyos dominios se concentran esas miradas cargadas de ira, esos punzantes diálogos con segundas intenciones y las verdades que poco a poco salen a la luz; a propósito, no es que la trama juegue con la incógnita de los datos como con las múltiples posibilidades que surgen de la peligrosa mezcla de elementos: sabemos lo que está pasando, lo que sabe cada cual, pero no sabemos en qué puede terminar pues a pesar de que todo se enmarque en un detallado plan, el elemento humano es impredecible y, considerando que tenemos a cuatro hombres de cuidado y a una bella y perspicaz dama, sabemos que el caudal de emociones puede alterar y derribar escandalosamente toda lógica maestra. Dicho de otro modo, da gusto asistir a este carnaval de emociones (pero no de las tiernas e inocentes, sino de las salvajes) que progresivamente pasa de sostenerse en el argumento a proyectarse en la atmósfera y el ambiente en que transcurre la acción: dispuestas las cartas y preparadas las jugadas finales, la segunda mitad es en sí misma el preludio a la revelación de las manos, cuando el sudor cae en cámara lenta por la frente y las mejillas de los involucrados, cuando el humo de los cigarros nubla sus oscuras miradas, cuando parece que todos son en algún momento ganadores. Luego, la verdad, como un bombazo... Ya verán, la construcción y el manejo cinematográfico me parecen notables de principio a fin, pero sobre todo pasada la mitad del filme, cuando el fotograma se ve rodeado de violencia y deseo.
Eso sí, a diferencia de "New York Confidential", "Kansas City..." no es una denuncia (explícita o escondida), es más género; consciente de ello, vaya que se aprovecha al máximo cada elemento. No se me ocurre qué más decir, así que a modo de resumen (espero que me quede como un resumen decente, es decir, breve pero contundente, preciso y conciso... tal como este paréntesis), estamos ante una película impelida por un argumento sencillo pero muy bien narrado en base a causalidades que posteriormente, sin dejar de lado las consecuencias, se vuelve un inteligente puzzle narrativo en donde el misterio no recae en una de sus piezas sino en el cuadro total, revelado al final pero precedido por un proceso que se sostiene por cerca de cuarenta y cinco minutos, sin agotarse en ningún momento. ¿Un heist psicológico? No sé si lo expliqué bien, pero la cosa es que "Kansas City Confidential" tiene ritmo y tempo, y no puede estar mejor narrada. Ahora bien... ¿qué cosas se cuecen en la costa oeste "americana"? Uy, uy...
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