domingo, 25 de octubre de 2015

Knock Knock - 2015


Director: Eli Roth

  Iba a comenzar con algo nada que ver, pero lo he olvidado, por lo tanto, a hacer lo que hacemos todas las noches: (no) tratar de conquistar el mundo, y escribir comentarios sobre películas vistas recientemente. Ayer comentaba "The Stranger", mala película que se enmarca dentro de lo que Nicolás López y los suyos intentan llamar Chilewood, y que encuentra su mejor (y único) exponente en "Knock Knock" de Eli Roth, aunque me resisto a enmarcar esta cinta en dicha movida publicitaria. ¿Por qué? Porque en wikipedia dice que ésta es una producción de Estados Unidos, aunque me sigue confundiendo que Sobras, la productora de López, esté detrás, además de que la cosa se filmó en Chile (los interiores al menos) y cuenta con su buen par de actores nacionales. Da lo mismo lo anterior, seguiré estableciendo distancias entre la película de Roth y el sueño de López, y ahora vienen los argumentos de verdad.


  Keanu Reeves es un simpático, histriónico y responsable padre de familia que se queda un fin de semana solo cuando su esposa e hijos se van a la playa mientras que él debe terminar unas cosas del trabajo. A priori un aburrido fin de semana de trabajo, la cosa promete cuando en una lluviosa noche tocan el timbre (o la puerta) dos atractivas jovencitas que pondrán la casa y la vida de Reeves patas arriba.


  Los argumentos vienen primero. Perdón, me faltó completar: los argumentos de por qué no considero que "Knock Knock" se deba ligar a esta cosa llamada Chilewood. El asunto es fácil: Eli Roth viene haciendo películas desde mucho antes de que conociese a López, y no debe ajustar "su estilo" para encajar con determinados valores de producción. Tampoco necesita una pobre tribuna mediática para darse a conocer ni nada por el estilo; su asociación con López no es más que pura amistad y oportunismo del segundo, cuyo gran sueño es darle validez y "respeto" a sus películas (y la visión y el modelo que las fabrica, como si fueran salchichas industriales), vapuleadas hasta la saciedad, porque si son más famosas y tienen una distribución más extendida (con sus importantes nombres detrás), entonces la cosa no puede ser mala. El pobre piensa que ser éxito de taquilla es lo mismo que tener dignidad artística y cinematográfica, ergo, si Keanu Reeves atrae a miles de espectadores, entonces el hombre es un gran director y estandarte de un gran cine, incluso mejor que aquellos realizadores chilenos que son más (justamente) reconocidos: el pobre necesita afecto. No es que yo sea un odioso, vamos, pero se nota a kilómetros que el hombre es un mercenario. Volviendo al inicio (y espero que no me haya ido por las ramas de manera incomprensible), digo que "Knock Knock", por mucho que haya sido co-escrita por López y su amigo Guillermo Amoedo, es más Eli Roth que Chilewood, de lo contrario, estaríamos frente a otro bodrio como "The Stranger". Quizás con la última sentencia bastaba, pero ustedes saben que si de algo carezco es capacidad de síntesis. Me parecen buenos argumentos, ¿sí o no?
  Sobre "Knock Knock", debo decir que me sorprendió gratamente. Luego de una introducción francamente sonrojante, la cosa se pone de verdad interesante cuando estas dos chicas aparecen para romper el orden establecido en el lindo hogar de Reeves. Roth demuestra un preciso dominio del espacio cerrado (la amplia pero algo claustrofóbica casa), y aunque su capacidad visual sea bastante simplona (lo suyo va por la pureza o pulcritud técnica de la imagen), al menos en la presente ocasión sabe utilizar la cámara a su favor de acuerdo a la sospecha que despierta esta improbable situación; así, miradas, coqueteos  y cuerpos momentáneamente escondidos generan con total naturalidad un sugerente juego de invasión y violencia contenida. Todos sabemos que la situación es extraña, que las chicas traman algo, pero Roth juega con esa extrañeza reduciéndola a una sospecha más que a un hecho, por lo tanto estamos en permanente estado de alerta sin que realmente esté pasando nada más que una situación muy sensual y más o menos inofensiva, lo cual a uno lo descoloca, pues ¿o disfrutamos o cortamos todo de raíz? La gracia es que Roth logra construir un relato en que la invasión no es realmente física sino psicológica: estas chicas parecen estar adueñándose de la mente de Reeves, pero, ¿por qué y para qué? Luego viene el punto de quiebre, y si pensaba que en este instante la cosa iba a convertirse en un cúmulo de situaciones sin pies ni cabeza, en realidad sucede lo contrario: lo esperable, sí, pero nada ridículo. Vale la pena señalar que Roth no apuesta por la originalidad de la trama, más bien lo que pretende es demostrar que puede crear una atmósfera malsana, enfermiza e incorrecta (y qué atmósfera, dios), que sabe generar suspenso y que tiene dominio del espacio, ulteriormente que sabe aprovechar lo anteriormente descrito para narrar a través de ello más que la trama misma. Incluso cuando el relato pasa de la invasión psicológica a la demencial explosión de violencia, Roth se mantiene en su ideal: atmósfera de sugestión, atmósfera de sugestión y atmósfera de sugestión; ni guión ni contenido ni nada: sensaciones y no enunciados, ésa es la movida y el motor narrativo de todo. A propósito, ¿qué cuenta "Knock Knock"? Lo gracioso es que realmente no cuenta nada sólido ni lógico ni medianamente defendible; toda la situación carece de sentido, y sin embargo ese sinsentido es la gran fortaleza de la función, puesto que aumenta la dimensión desconcertante del todo, que por lo demás presenta una narración fluida, directa y que se pasa en un soplido. ¿Es esto sobre un secreto que provoca una venganza, es esto un simple capricho, es esto un dudoso relato moral? Verán que encontrar una respuesta es inútil, pues "Knock Knock" no es una película con sustancia, es sólo un ejercicio de estilo, y vaya que le ha quedado bien a Roth, lo que viene a demostrar un par de cosas: que si no hay talento (o algo de principios artísticos detrás, y no es que eleve a Roth por las nubes, pero en comparación con sus amigotes...), entonces una buena producción y campaña publicitaria no te llevarán a ningún lado. Se nota que Roth tenía una visión detrás de todo esto, nada ambiciosa pero sí lo suficientemente estable como para que el hombre la desarrollara con personalidad.
  En resumen, "Knock Knock" es una película divertida, sexy y dueña de una envolvente e intrigante atmósfera que funciona a la perfección mientras las chicas invasoras (que están geniales, sobre todo Lorena Izzo como la avasalladora líder) están en pantalla, o, mejor dicho, en el espacio tan bien utilizado por Roth. Toda una disfrutable sorpresa.

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