Director: Alejandro Aménabar
Desperté pensando que era sábado, pero en realidad es jueves. Si trabajara de lunes a viernes, constatar que no es día de descanso sería nefasto y causaría gran pesar en el espíritu, pero como tengo clases un día a la semana, la confusión, a parte de aturdirme un poquito al despertar, no significa nada. Luego comienzo a reflexionar sobre la naturaleza de los días, del tiempo, y luego me doy cuenta de que no sé sobre qué demonios estoy reflexionando, o si estoy reflexionando siquiera. Lo más cierto es que estoy divagando, "cinco minutos más", y todo porque para mí un jueves es lo mismo que un sábado. Pero no: los jueves no hay nadie en casa y puedo ver películas y leer libros o cómics tranquilo (al menos hasta las 18), mientras que el sábado no puedo hacer ni mierda porque todos prefieren dormir hasta las 18 y como tienen el oído tan agudo y sensible... En conclusión, despertar sabiendo que es jueves me tranquiliza; despertar un sábado me causa pesar... Ahora, hablemos de Amenábar y la película que hizo luego de seis años de ausencia. Por alguna razón, yo pensé que el tipo ya se había retirado. ¿No les parece que "Regression" llegó de sopetón, sin previo aviso?
Ethan Hawke es un detective de policía en un pequeño y aparentemente tranquilo pueblo que debe investigar un caso de abuso sexual en una familia de paletos. Pero el creciente pánico hacia lo satánico puede que tenga que ver con el caso; ciertamente influirá en él...
Le dieron duro a esta película, y ahora que la vi, pienso que las críticas fueron completamente injustas. Igual no es sorprendente que la crítica especializada sea miope y erre el tiro con alarmante pero acostumbrada frecuencia. El punto es que "Regression" no es lo que parece ser, y es justamente ahí en donde triunfa (y molesta a tantos espectadores anquilosados, inducidos), pues lo que parece ser es otro thriller soso y predecible con cierta querencia al terror más simple, mientras que lo que realmente es destaca por su genuino estado de incertidumbre y confusión, un certero tratamiento del miedo y la histeria. Es curioso señalar que Amenábar utiliza la sugestión y el efectismo a su favor, y esto no es una crítica ni un reproche (usualmente me quejo del efectismo de muchas películas mediocres, ya sean thrillers o comedias o dramas), pero es que el efectismo es un elemento capital en la historia que se nos cuenta. Amenábar no juega a hacerse el listo ni a enredar y complicar vanamente el guión (con todo el cuento de las regresiones se pudo haber perpetrado un prescindible, truculento y somero jueguito mental), al contrario, sólo se encarga de construir un estado mental ambiguo e incierto, y en ello tienen un rol fundamental los anti-giros y el subvertir los típicos trucos del thriller barato. Los primeros treinta minutos funcionan, atendiendo al conjunto entero, pero como relato son de lo más predecibles y obvios, y en esos momentos pensaba "viejo, esto ya lo vi venir, pero qué poco esfuerzo, esta película va para bazofia", pero después suceden cosas realmente interesantes, como por ejemplo la mutación de Ethan Hawke, el completo mal rollo que me causan todas esas cosas satánicas (no tanto por si son ciertas o no como porque aquellos que creen fervientemente pueden cometer actos terribles: el verdadero miedo) y el hecho de que la trama ya no se centra tanto en la mera investigación, prefiriendo, justamente, los alcances psicológicos del entuerto, potenciando y aprovechando el suspenso y la extrañeza de los cuales el primer tramo carecía por completo. A propósito de los cambios y mutaciones, la película misma va cambiando de lógicas dramáticas, y si al inicio el principal motor narrativo era la investigación, progresivamente vemos que el quid del conjunto es algo mucho más inasible y complejo, algo que tiene que ver con las consecuencias y las verdades y tantas cosas que finalmente van más allá del miedo central... el final es elocuente en este respecto, con ese diálogo tan transparente entre Hawke y el otro sujeto (no diré quién es, ¿para qué después me lloren que lanzo spoilers?). Pregunta: ¿he dicho la misma cosa de tres formas distintas? A mí me parece que me he repetido, pero me da tanta pereza reescribir...
Ahora bien, mientras veía la resolución estaba seguro que la misma causó urticaria a no pocas personas, y es que ya oía los "pero claro, otra película misógina y hetero-normativa. ¡Apuesto a que el guionista de este pedazo de fascismo es el mismo del Depp-Heard affair! ¡La reafirmación de la rape culture!". Busqué en internet y... ¡voilà! Esas son acusaciones graves, sobre todo porque la película tiene una premisa (y una conclusión, las pruebas presentadas) bien clara y desarrolla cuestiones bien diferentes a lo largo de su metraje. Supongo que la corrección es el nuevo culto al que temer, ¿o es una estupidez lo que dije? Qué importa.
Bueno, en fin... "Regression" me ha gustado; no es lo que yo esperaba, por ahí Amenábar sale airoso. Bien por él. Siempre es bueno ver buenas películas.
Ethan Hawke es un detective de policía en un pequeño y aparentemente tranquilo pueblo que debe investigar un caso de abuso sexual en una familia de paletos. Pero el creciente pánico hacia lo satánico puede que tenga que ver con el caso; ciertamente influirá en él...
Le dieron duro a esta película, y ahora que la vi, pienso que las críticas fueron completamente injustas. Igual no es sorprendente que la crítica especializada sea miope y erre el tiro con alarmante pero acostumbrada frecuencia. El punto es que "Regression" no es lo que parece ser, y es justamente ahí en donde triunfa (y molesta a tantos espectadores anquilosados, inducidos), pues lo que parece ser es otro thriller soso y predecible con cierta querencia al terror más simple, mientras que lo que realmente es destaca por su genuino estado de incertidumbre y confusión, un certero tratamiento del miedo y la histeria. Es curioso señalar que Amenábar utiliza la sugestión y el efectismo a su favor, y esto no es una crítica ni un reproche (usualmente me quejo del efectismo de muchas películas mediocres, ya sean thrillers o comedias o dramas), pero es que el efectismo es un elemento capital en la historia que se nos cuenta. Amenábar no juega a hacerse el listo ni a enredar y complicar vanamente el guión (con todo el cuento de las regresiones se pudo haber perpetrado un prescindible, truculento y somero jueguito mental), al contrario, sólo se encarga de construir un estado mental ambiguo e incierto, y en ello tienen un rol fundamental los anti-giros y el subvertir los típicos trucos del thriller barato. Los primeros treinta minutos funcionan, atendiendo al conjunto entero, pero como relato son de lo más predecibles y obvios, y en esos momentos pensaba "viejo, esto ya lo vi venir, pero qué poco esfuerzo, esta película va para bazofia", pero después suceden cosas realmente interesantes, como por ejemplo la mutación de Ethan Hawke, el completo mal rollo que me causan todas esas cosas satánicas (no tanto por si son ciertas o no como porque aquellos que creen fervientemente pueden cometer actos terribles: el verdadero miedo) y el hecho de que la trama ya no se centra tanto en la mera investigación, prefiriendo, justamente, los alcances psicológicos del entuerto, potenciando y aprovechando el suspenso y la extrañeza de los cuales el primer tramo carecía por completo. A propósito de los cambios y mutaciones, la película misma va cambiando de lógicas dramáticas, y si al inicio el principal motor narrativo era la investigación, progresivamente vemos que el quid del conjunto es algo mucho más inasible y complejo, algo que tiene que ver con las consecuencias y las verdades y tantas cosas que finalmente van más allá del miedo central... el final es elocuente en este respecto, con ese diálogo tan transparente entre Hawke y el otro sujeto (no diré quién es, ¿para qué después me lloren que lanzo spoilers?). Pregunta: ¿he dicho la misma cosa de tres formas distintas? A mí me parece que me he repetido, pero me da tanta pereza reescribir...
Ahora bien, mientras veía la resolución estaba seguro que la misma causó urticaria a no pocas personas, y es que ya oía los "pero claro, otra película misógina y hetero-normativa. ¡Apuesto a que el guionista de este pedazo de fascismo es el mismo del Depp-Heard affair! ¡La reafirmación de la rape culture!". Busqué en internet y... ¡voilà! Esas son acusaciones graves, sobre todo porque la película tiene una premisa (y una conclusión, las pruebas presentadas) bien clara y desarrolla cuestiones bien diferentes a lo largo de su metraje. Supongo que la corrección es el nuevo culto al que temer, ¿o es una estupidez lo que dije? Qué importa.
Bueno, en fin... "Regression" me ha gustado; no es lo que yo esperaba, por ahí Amenábar sale airoso. Bien por él. Siempre es bueno ver buenas películas.
Estoy totalmente de acuerdo con cada palabra que has dicho. A mí me gustó muchísimo. De hecho la he visto más de una vez. A veces el tráiler hace daño, pues vende un producto con un gran envoltorio y luego no es así. De ahí también llega la decepción. Supongo que la gran mayoría de espectadores esperaba ver algo más como "Los Otros", en mi humilde opinión una obra maestra... o incluso también "Tesis". Pero bueno, a los que nos ha gustado, hemos sabido apreciarla. Ethan, es el que mejor está. Más creíble en su interpretación. Por el contrario, a Emma, no me la he creído para nada. Fuerza su papel y eso me decepcionó bastante.
ResponderBorrarUn saludo!
Me pregunto cómo serían los trailers si los mismos directores los montaran...
BorrarEmma Watson nunca me ha convencido, y acá su interpretación es de lo más somero, igual debe ser que su personaje finalmente no es tan complejo. Ni idea de por qué es tan querida por la gente.
Esperemos que el tiempo haga que Regression sea evaluada como debe ser.
Saludos.