miércoles, 12 de octubre de 2016

The Darkness - 2016


Director: Greg McLean

No me habría acercado a "The Darkness" de no ser porque está dirigida por Greg McLean, director australiano de "Wolf Creek", "Rogue" y "Wolf Creek 2", muy buenas películas que por lo menos a mí me gustaron bastante y que me sugerían a un director capaz de hacer cine de terror con un toque diferente. No voy a perder la fe en McLean, pero salta a la vista que no ha usado absolutamente nada de su habilidad para dirigir "The Darkness", uno de tantos subproductos de innecesaria existencia que son encargados a directores foráneos o novatos (o ambos) que aceptan el cacho con la esperanza de que salga bien, sea un éxito de taquilla y se convierta en un trampolín que le permita hacer las películas que de verdad quiere hacer, o, más bien, liderar proyectos de mayor envergadura y dinero en los bolsillos. Como digo, mejor sigamos confiando en McLean...

Un mar de lugares comunes "narrados" sin la menor personalidad ni sentido del relato. Un cúmulo de situaciones ya vistas y manoseadas hasta el hartazgo, siguiendo obedientemente la misma fórmula de siempre, pero sin intentar otorgarle nada de fondo, nada propio. Una historia tan mala y repetida y previsible que poco puede hacer para mejorarla el pobre McLean, incapaz de dotar intriga e interés al desganado guión del que parte y limitado a poner la cámara donde mejor quepa y fingir que le interesa el proyecto. Una película sin atmósfera, sin ambigüedad, sin inquietud, sin misterio. Una película plana, pobre y deforme.
Me avisan cuando lean algo que les sorprenda: una familia intenta vivir tranquila en su casa, sobreponiéndose a los problemas del pasado (infidelidades, alcoholismo, anorexia), pero el hijo raro se inventa una amiga imaginaria que hace cosas malas y que influye en que tanto en la casa como en la familia comiencen a suceder extraños sucesos, y es que en realidad fuerzas malignas intentan destruir a esta esforzada familia. Es como si fuera una metáfora de los fantasmas del pasado o los demonios personales amenazando el bienestar familiar, aunque no duden en que los espíritus malignos son reales... y sosos, ridículos. Y hacen que todos se enojen y se griten, y el niño raro se hace cada vez más raro, amigos y colegas dan consejos, especialistas van a ayudar a los desesperados padres, y todo tiene que ver con las piedras que el chico sacó de un lugar bajo tierra ubicado en el Gran Cañón al comienzo de la película, por lo que en realidad el entuerto estaba resuelto desde el inicio. Un completo despropósito y sinsentido. Una sonrojante mezcla de melodrama familiar y relato sobrenatural. Una pésima dirección de actores (los hijos rozan la vergüenza ajena). Una película cuya existencia es mejor borrar de nuestras mentes, si bien este post permanecerá en línea para asegurar que quienes lo lean se eviten el visionado de esta basura. Advertidos quedan. Yo estoy bien, eso sí, no se preocupen por mí...

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