lunes, 7 de noviembre de 2016

Tank Girl - 1995


Directora: Rachel Talalay

Volvemos a los cómics de la mano de nuestra querida deslenguada e incorregible Tank Girl. Antes de continuar, debo decir que me he dado cuenta que durante los últimos días he sido muy positivo con los cómics, de hecho los he dejado como vencedores al momento de hacer las odiosas comparaciones con sus respectivas películas (la única que tiene el mérito de ser una entidad propia respecto de su original es "Ghost World"), y no quiero dar una imagen errónea de mí mismo, como si fuera de aquellos que piensan que la obra original siempre será mejor o que adaptarlas a otro formato es poco menos que pecado mortal, o incluso que me gustan todos los cómics que leo. Supongo que la semana pasada se dio el caso de que las películas no eran tan buenas o dignas de la fuente desde donde provienen, y les adelanto que esta semana ocurrirá algo similar. Sin embargo, acá un pequeño listado de cómics que no me gustaron nada de nada: "Crossed" y "Back to Brooklyn", de Garth Ennis; la serie Marvel Noir; algo que, si mal no recuerdo, se llama "Old Anderson", sobre un viejo negro que mata a unos paletos blancos que violaron y mataron a su nieta negra; "Desolation Jones" e "Ignition City" fueron grandes decepciones para mí, considerando que están escritas por Warren Ellis, y no recuerdo qué otras más (pero pueden apostar que las hay)... Como ven, nada que haya sido adaptado al cine, lo que nos lleva a pensar que las que sí son adaptadas tienen una calidad superior y por eso uno tiende a inclinarse a favor de ellas al momento de las comparaciones, si bien no deja de ser una falacia (o, cuanto menos, una afirmación incompleta) en tanto hay muchos cómics/novelas gráficas que nunca serán adaptadas, sin que ésto les invalide su calidad intrínseca. Tank Girl, de hecho, es un cómic sometido a una irregularidad tremenda, siendo los únicos números realmente buenos aquellos primeros esfuerzos escritos por Alan C. Martin y dibujados por Jamie Hewlett (incluso Martin tiene un par de números bien olvidables y anodinos); posteriormente Martin se iría a otros lados y nuestra Tank Girl, de la mano de todo su caótico universo, devendría en lamentable e irrisoria autoparodia, incluso convirtiendo el inicialmente espectacular arte de Hewlett en poco menos que simples bosquejos y garabatos. En realidad Tank Girl merecía una existencia corta pero intensa, ya saben, vivir poco pero rápido. No obstante, la película del '95 me imagino que le dio nuevos aires y popularidad, y con ello alguna especie de revival (quizás no fue tan así, ya que la película fue un fracaso monumental), lo cual es gracioso porque en el cómic le han dado varios palos. En fin, no es que tuviera muchas ganas de ver esta película, pero ya que estamos en esto de los cómics en el mundo del cine o viceversa...



No voy a ser malo; de hecho, ni siquiera estoy molesto, en realidad me siento extrañamente tranquilo. Prometo que esta semana no seré malo.
Claramente no he leído todo de Tank Girl, pero pensé que había leído lo esencial y lo fundamental de esta impúdica y simpática chiquilla. Quizás estaba equivocado, porque en "Tank Girl" no he visto a la Tank Girl que conocía y que me gustaba. Tampoco he visto a la Jet Girl que conocía y que me gustaba. Tampoco vi el universo creado por Martin y Hewlett que conocía medianamente y me gustaba por completo. Tampoco sentí esa libertad, esa frívola transgresión. "Tank Girl" no es la Tank Girl de verdad, ni de lejos, pero algo tiene, o seré yo el que, en su comprensible y desesperada necesidad, cree ver algo de aquellas impactantes y asombrosas páginas escritas y dibujadas con lo que le saliera de las pelotas a sus creadores. Sí señor, "Tank Girl" es una película muy mala, muy pero que muy mala, pero mala en el mismo sentido que "The Room", es decir, mala en su ejecución y en básicamente todo lo técnico y formal pero buena en sus intenciones, desprendiendo cierta candidez y simpatía a pesar del despropósito que se muestra en pantalla. Y yo debería sentirme algo indignado con esta especie de relato light sobre los orígenes de Tank Girl (antes de que tuviera su tanque), Jet Girl, Booga, etc., en donde los cosas no son como en los primeros y buenos cómics porque se tomaron la libertad de hacer cualquier memez, que es más o menos lo que se hace en los cómics (los buenos y los malos). De hecho, "Tank Girl" es tan buena como los peores números del cómic (a grandes rasgos, los no escritos por Alan C. Martin, que era el del cerebro y la intención con contenido). Hay uno, escrito por Peter Mulligan, que se llama Tank Girl: La odisea, que es malísimo, y que es muy parecido a esta película: si en ese cómic las tramas duraban tres o cuatro páginas máximo (de un total de 100, dios mío), bueno, ya se imaginarán acá, con un metraje total de más de cien minutos: es decir, un despelote gratuito repleto de referencias pop (en serio, es increíble la cantidad por minuto) en donde se inventa cualquier cosa a tontas y a locas con un mínimo hilo conductor que, por lo demás, hace agua por todos lados... ¿entendieron? ¡Hace agua! ¡AGUA! Je, je, je... ya entenderán cuando vean este producto.
Les advierto que los primeros cincuenta minutos son más o menos insoportables, básicamente porque uno no puede entender qué se está haciendo con Tank Girl, pero luego, cuando uno está al tanto de la situación, que es cuando aparecen los humanos-canguro (los prefería canguros mutantes, pero bueno...), es mejor relajar la mente y los músculos, abrir la boca como tonto y disfrutar lo que queda, que no es tan, tan malo para lo que es, en otras palabras, un divertimento sin pies ni cabeza plenamente consciente de su inverosimilitud. ¿Valor cinematográfico? Ninguno, pero viejo, a pesar de que Jet Girl no es en realidad Jet Girl, igual me gustó la performance de Naomi Watts; también me gustó la escena en que se nos introduce a los humanos-canguro (lo desalentador del asunto es que son simples y medios tontos hippies y no los pandilleros "motociclistas" que destruían todo a su paso por el desierto, pero bueno...); de vez en cuando, la misma Tank Girl tiene buenos gags y diálogos; y, por último, una que otra ocurrencia tiene su gracia.
Pero aclaremos: ésta no es Tank Girl en ningún puto sentido. Tank Girl (la muchacha y el cómic bueno) es ultraviolenta, insurrecta y completamente libre. La película intenta imitar el look, pero es una versión alevosamente cuasi infantil: ésta Tan Girl es como una niña traviesa, y no la chica mala que vivirá por siempre en nuestros corazones. Sin embargo, ¿respeta Rachel Talalay el espíritu festivo del cómic? ¿Quién demonios es Rachel Talalay? ¿Dónde mierda está Sub Girl?, ¿y Stevie, Camp Koala, Mister Precoz, el Ratón no-sé-cuánto? Ay, ¡¡¡¡¡mi cabezaaaaaaaaa!!!!!
Creo que lo pasé bien, pero... en realidad no sé qué decir. Ahí se ven.

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