Director: Raffaello Matarazzo
He visto el trailer de "Baby Driver", lo próximo de Edgar Wright, y no sé, no me da muy buena espina; será todo lo Edgar Wright que quieran, pero la historia me la sé casi de memoria: el protagonista que vive de un trabajo arriesgado e ilegal (es el conductor de los atracos) pero que, cuando se enamora, le dice a sus jefes que el próximo será el último robo que hará. Pero ese último gran robo, me da la impresión, será grandísimo, y muy en el fondo de su corazón, el jefe no está contento con la partida de su conductor estrella y puede que tenga uno que otro truco bajo la manga -quizás secuestrar o poner en peligro a la chica, quizás no-. Ahora, si la apuesta consiste en ser excéntrico y tirar la casa por la ventana en el aspecto visual, entonces para qué ponerse tan exigente, ¿no?, total el sello Wright probablemente ya cause una que otra descarga onanista por ahí. Mejor hablemos de "Treno Popolare", para mi sorpresa, la ópera prima de Raffaello Matarazzo.
Se me viene a la mente "Menschen am Sonntag", película alemana de 1930, dirigida por Robert Siodmak y Edgar G. Ulmer, que trata sobre un puñado de personajes que pasan su día domingo en la ciudad de Berlín. La gracia de aquel maravilloso film es que casi podía ser considerado un documental, al consistir en auténticos registros de gente común y corriente que pasa su domingo en los parques con la familia, los amigos, los amantes, etc., si bien el discurrir del relato se estructuraba en torno al día domingo de unos cuantos personajes, interpretados por actores no profesionales, que eran los "más principales", y cuyas actividades enlazaban y otorgaban un arco dramático a esta bella sinfonía urbana. "Treno Popolare" también destaca por su espíritu y vocación cuasi documental, por su preciosa poesía costumbrista y de lo cotidiano, si bien es "menos documental" (en parte porque los actores son profesionales) que el film de Siodmak y Ulmer, pero no por ello es menos auténtico y genuino. Partiendo del treno popolare que va de Roma a Orvieto, Raffaello Matarazzo reúne a un diáfano y modesto abanico de personajillos populares rebosantes de, me parece, carácter italiano. Así, entre medio del matrimonio con gran cantidad de hijos y del hombre de negocios infiel y del sofisticado señor que busca un poco de descanso y de los galanes de toda la vida, los personajes más principales son Lina, Giovanni y Carlo, los primeros compañeros de oficina y el segundo, un seductor imparable, y en compañía del resto de turistas romanos, pasan su día festivo en un tranquilo y hermoso pueblo en donde los niños juegan, los padres descansan, los señores beben, las mujeres caminan y el amor fluye. De esta forma, "Treno Popolare" es un genuino y transparente compendio de personajes y lugares propios de Italia (de aquella región de Italia, al menos, o de aquellas localidades, para ser más específico... no soy antropólogo, sólo me gusta mucho el cine) expresado con total naturalidad y sentido del humor, y sobre todo, muy pero que muy buen cine (no hagan caso al par de imágenes en fuera de foco, no sean quisquillosos). No se pierdan esta verdadera maravilla, "Treno Popolare", un film tan encantador como delicioso. Imprescindible.
Se me viene a la mente "Menschen am Sonntag", película alemana de 1930, dirigida por Robert Siodmak y Edgar G. Ulmer, que trata sobre un puñado de personajes que pasan su día domingo en la ciudad de Berlín. La gracia de aquel maravilloso film es que casi podía ser considerado un documental, al consistir en auténticos registros de gente común y corriente que pasa su domingo en los parques con la familia, los amigos, los amantes, etc., si bien el discurrir del relato se estructuraba en torno al día domingo de unos cuantos personajes, interpretados por actores no profesionales, que eran los "más principales", y cuyas actividades enlazaban y otorgaban un arco dramático a esta bella sinfonía urbana. "Treno Popolare" también destaca por su espíritu y vocación cuasi documental, por su preciosa poesía costumbrista y de lo cotidiano, si bien es "menos documental" (en parte porque los actores son profesionales) que el film de Siodmak y Ulmer, pero no por ello es menos auténtico y genuino. Partiendo del treno popolare que va de Roma a Orvieto, Raffaello Matarazzo reúne a un diáfano y modesto abanico de personajillos populares rebosantes de, me parece, carácter italiano. Así, entre medio del matrimonio con gran cantidad de hijos y del hombre de negocios infiel y del sofisticado señor que busca un poco de descanso y de los galanes de toda la vida, los personajes más principales son Lina, Giovanni y Carlo, los primeros compañeros de oficina y el segundo, un seductor imparable, y en compañía del resto de turistas romanos, pasan su día festivo en un tranquilo y hermoso pueblo en donde los niños juegan, los padres descansan, los señores beben, las mujeres caminan y el amor fluye. De esta forma, "Treno Popolare" es un genuino y transparente compendio de personajes y lugares propios de Italia (de aquella región de Italia, al menos, o de aquellas localidades, para ser más específico... no soy antropólogo, sólo me gusta mucho el cine) expresado con total naturalidad y sentido del humor, y sobre todo, muy pero que muy buen cine (no hagan caso al par de imágenes en fuera de foco, no sean quisquillosos). No se pierdan esta verdadera maravilla, "Treno Popolare", un film tan encantador como delicioso. Imprescindible.
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