Director: M. Night Shyamalan
No es que "The Visit" me haya vuelto loco, pero me gustó y me divirtió, por ello pensaba que, tras tanto vapuleo que recibió durante tantos años, el éxito o bien recibimiento de aquella propuesta de found footage le daría a Shyamalan la suficiente confianza como para que su próxima película fuese mejor, algo genial, como en sus mejores tiempos. ¿Podía ser "Split" esa película? Yo pensaba que sí.
Al principio pensé que "Split", más o menos como "The Visit", sería un solvente cruce entre extrañeza y jocosidad, graciosamente desconcertante, intrigantemente divertida. No sólo por la premisa, que gira en torno a un James McAvoy que interpreta a un sujeto con no sé qué enfermedad que tiene 23 personalidades y que varias de ellas parecen tener un siniestro plan, sino que por ese francamente curioso tono entre secamente cómico y "terrorífico" cuyo momento álgido es la escena en que McAvoy secuestra a Anya Taylor-Joy (la chica de "The VVitch", que estaba viendo vivió varios años de su niñez en Argentina, así que, como Viggo Mortensen, si ven entrevistas suyas en español le oirán un delicioso acento argentino) y las otras niñas mimadas, o quizás no era realmente cómico sino que las niñas mimadas daban risa, pero lo cierto es que pueden desconcertar tanto las misteriosas razones del secuestro como el hecho de que pareciera ser que Taylor-Joy o conoce a McAvoy o sabe de qué se trata todo el entuerto. Como sea, luego del secuestro viene eso de descubrir qué demonios pasa, qué hacer, etc., y les aviso que no encontraremos ese giro argumental triple-salto-mortal que le otorga a la película entera un nuevo sentido, solamente un despropósito deliberadamente preciso y milimétrico (los flashbacks de Taylor-Joy no suponen verdadero interés dramático, solamente están ahí para que llegado el momento digamos "ok, por eso estaban ahí: cumplieron su fría y forzada función) en donde McAvoy gesticula sin parar (en verdad el tipo lo hace bien, pero no perdamos la cabeza: cada personalidad que vemos es un conjunto de gestos en vez de una verdadera construcción psicológica), una psicóloga hace detalladas relaciones sobre la enfermedad del trastornado y se especula, nuevamente, con los límites que el ser humano puede alcanzar (¿Recuerdan "Lucy", de Luc Besson? ¿Recuerdan "Altered States", de Ken Russell?). ¿Suspenso? No, a lo más cierto sentido de expectación, el cual no deja de disminuir a medida que nos acercamos a su soso desenlace. ¿El viejo tratamiento de la extrañeza y la construcción de atmósferas opresivas? Nah, viejo, acá se apuesta por las expresiones de Taylor-Joy como generador de sensaciones o qué sé yo: si debemos sentir miedo, toma, un primer plano con ella demostrando miedo. ¿Las motivaciones de las personalidades villanas de McAvoy? Por favor, no pueden ser más rebuscadas y exageradas...
Ahora bien, y acá voy a entrar en detalles argumentales que no querrán leer si no han visto la cinta, yo pensé que el gran giro final iba a ser que la chica, Anya Taylor-Joy, en realidad era James McAvoy, por todo eso de que las experiencias traumáticas pueden causar que algunos afectados creen personalidades múltiples para protegerse, y como los flashbacks nos muestran el abuso sexual al que la pobre fue sometida en su infancia, pues bueno, a lo mejor McAvoy con sus 23 personalidades era otra personalidad de ella, pero dicha teoría no se explica porque las otras dos secuestradas claramente ven a dos personajes distintos, por lo que dicha teoría no fue más que un desperdicio de neuronas. ¿Acaso importa? Ni que la película tuviese mucho sentido que digamos...
Como sea, ni me he divertido ni inquietado ni cautivado, pero lo que me queda claro es que pronto tendré que ver "Unbreakable", sí o sí. "Split" se va a la papelera de reciclaje, a la sección de bostas.
Al principio pensé que "Split", más o menos como "The Visit", sería un solvente cruce entre extrañeza y jocosidad, graciosamente desconcertante, intrigantemente divertida. No sólo por la premisa, que gira en torno a un James McAvoy que interpreta a un sujeto con no sé qué enfermedad que tiene 23 personalidades y que varias de ellas parecen tener un siniestro plan, sino que por ese francamente curioso tono entre secamente cómico y "terrorífico" cuyo momento álgido es la escena en que McAvoy secuestra a Anya Taylor-Joy (la chica de "The VVitch", que estaba viendo vivió varios años de su niñez en Argentina, así que, como Viggo Mortensen, si ven entrevistas suyas en español le oirán un delicioso acento argentino) y las otras niñas mimadas, o quizás no era realmente cómico sino que las niñas mimadas daban risa, pero lo cierto es que pueden desconcertar tanto las misteriosas razones del secuestro como el hecho de que pareciera ser que Taylor-Joy o conoce a McAvoy o sabe de qué se trata todo el entuerto. Como sea, luego del secuestro viene eso de descubrir qué demonios pasa, qué hacer, etc., y les aviso que no encontraremos ese giro argumental triple-salto-mortal que le otorga a la película entera un nuevo sentido, solamente un despropósito deliberadamente preciso y milimétrico (los flashbacks de Taylor-Joy no suponen verdadero interés dramático, solamente están ahí para que llegado el momento digamos "ok, por eso estaban ahí: cumplieron su fría y forzada función) en donde McAvoy gesticula sin parar (en verdad el tipo lo hace bien, pero no perdamos la cabeza: cada personalidad que vemos es un conjunto de gestos en vez de una verdadera construcción psicológica), una psicóloga hace detalladas relaciones sobre la enfermedad del trastornado y se especula, nuevamente, con los límites que el ser humano puede alcanzar (¿Recuerdan "Lucy", de Luc Besson? ¿Recuerdan "Altered States", de Ken Russell?). ¿Suspenso? No, a lo más cierto sentido de expectación, el cual no deja de disminuir a medida que nos acercamos a su soso desenlace. ¿El viejo tratamiento de la extrañeza y la construcción de atmósferas opresivas? Nah, viejo, acá se apuesta por las expresiones de Taylor-Joy como generador de sensaciones o qué sé yo: si debemos sentir miedo, toma, un primer plano con ella demostrando miedo. ¿Las motivaciones de las personalidades villanas de McAvoy? Por favor, no pueden ser más rebuscadas y exageradas...
Ahora bien, y acá voy a entrar en detalles argumentales que no querrán leer si no han visto la cinta, yo pensé que el gran giro final iba a ser que la chica, Anya Taylor-Joy, en realidad era James McAvoy, por todo eso de que las experiencias traumáticas pueden causar que algunos afectados creen personalidades múltiples para protegerse, y como los flashbacks nos muestran el abuso sexual al que la pobre fue sometida en su infancia, pues bueno, a lo mejor McAvoy con sus 23 personalidades era otra personalidad de ella, pero dicha teoría no se explica porque las otras dos secuestradas claramente ven a dos personajes distintos, por lo que dicha teoría no fue más que un desperdicio de neuronas. ¿Acaso importa? Ni que la película tuviese mucho sentido que digamos...
Como sea, ni me he divertido ni inquietado ni cautivado, pero lo que me queda claro es que pronto tendré que ver "Unbreakable", sí o sí. "Split" se va a la papelera de reciclaje, a la sección de bostas.
Estupenda reseña. A mí "The Visit", no me gustó mucho. Salvo algunas escenas que ponen los pelos de punta. "Split", es un gran filme. No cabe duda que Shyamalan, ha hecho un buen trabajo. La peli tiene muchos momentos de tensión y eso lo emocionante. La transformación de McAvoy, espectacular. El final... sublime!
ResponderBorrar¡Saludos!
El final ahí con Bruce Willis está notable, ja, no resulta ningún misterio que la que siga a "Split" tenga a Willis metido. Shyamalan es un buen director, a pesar de todo yo sigo confiando en él, y creo que tiene para rato, en especial ahora que le ha vuelto a ir bien en términos de taquilla.
Borrar¡Saludos!