jueves, 25 de mayo de 2017

Koma - 2009


Directora: Naomi Kawase

De aquí hasta que termine Cannes 2017, el domingo, comentaremos algunas películas de la japonesa Naomi Kawase, la última participante mujer de la Selección Oficial que me faltaba por revisar, bastante prolífica y dueña de un cine un tanto difícil de confrontar, creo. La única película suya que vi fue "Mogari no mori", la cual me pareció, en aquel entonces (digamos hace unos cuatro años y algunos meses), insoportable e insufrible, aunque en dicha impresión influye el hecho de que me habían dicho que era un documental (no lo es). En cualquier caso, como hoy ha sido un día muy irresponsable de mi parte (al menos tuve una excelente jornada de natación), decidí comenzar con "Koma", un mediometraje de media hora que forma parte de un proyecto creado en un festival de cine coreano (el festival es coreano pero me imagino que exhibe películas de todas nacionalidades) en donde varios directores deben dirigir en formato digital; los otros mediometrajes que acompañan a "Koma" son de Hong Sang-soo y Lav Díaz. Los de ellos los dejaremos para otra ocasión.


No sé si "Koma" era el trabajo más propicio para comenzar este repaso al cine de Naomi Kawase, pero bueno, ya se hizo así y allá vamos...
Un sujeto coreano de ascendencia japonesa visita el pueblo de su fallecido abuelo para entregar un viejo pergamino a un anciano amigo del difunto. En la casa del viejo conocerá a una joven con la que tendrá un fugaz e intenso romance de índole... ¿espiritual? De todas formas, entender con exactitud la trama no es relevante en este austero y sobrio ejercicio cuyo fin es, más bien, navegar por los pliegues de las tradiciones y la memoria, incluso de la identidad, y ofrecer una suerte de cuadro de costumbres en donde tienen espacio tanto el intercambio cultural como el respeto a los orígenes, al legado. Y, por qué no, también se puede erigir como una suerte de paisaje en cuya serena naturaleza habitan años y años de Historia. En cualquier caso "Koma" aparenta una trascendencia mística o metafísica que la directora realmente no alcanza a plasmar en sus pacíficas y quietas imágenes, en ese tono más naturalista que documental. Me da la impresión que Kawase antepone su estilo a la narrativa, a la construcción de personajes y conflictos, confiando en que la pulcritud y suavidad de su cámara, de su banda sonora y de su montaje (a pesar de lo cual el tratamiento formal me parece poco cuidado y pensado, casi improvisado) son suficientemente elocuentes como para transmitir unas intenciones que se entienden en el papel pero que se diluyen al momento de hacerse imágenes. La media hora de "Koma" consiste en personajes que miran árboles, que pasean por bellos caminos de tierra, que piensan en sus padres y abuelos, que sacan a colación sus tradiciones (familiares o de mayor escala), etc... En realidad no está tan mal, tiene momentos más relativamente "cautivadores" que otros, pero los personajes, especialmente los dos "jóvenes", carecen de peso y sus caminatas, charlas y remembranzas se hacen cansinas y anodinas, pero como la cosa dura media hora, el panorama no se hace tan pesado ni difícil de sortear. Pero sí, a Kawase le hace falta establecer una conexión concreta entre su estilo y su personal espiritualidad, su hermética introspección, aunque si ella prefiere que la imagen se conecte con las piedras y la vida interior de los árboles en vez de dialogar con el espectador... bueno, allá ella.
Confío en que los otros trabajos de la directora serán más provechosos y satisfactorios.

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