sábado, 8 de julio de 2017

Edgar - 2008


Director: Fernando Lasalvia

"Mmm... pero qué silencioso está el día, quizás sea el momento indicado para ponerme a ver una película". Repentinamente: *Sonidos de autos, el tubo de escape, el acelerador* *Catorce perros ladrando* *Evangélicos gritando "aló" incesantemente durante veinte minutos* *Gente conversando en voz demasiado alta* *Niños tontos y ruidosos* "Oh, bueno, era demasiado bueno para ser verdad". Qué se le puede hacer, no deja de ser un fin de semana igual que todos. ¿Recuerdan cuando a principio de año estuve un mes entero viendo películas chilenas? Resulta que se me quedaron varias en el tintero y, como ando atando cabos sueltos, voy a rematar las que no fueron vistas aquella vez. Sin embargo, debido a las interrupciones, y para no tentar a la suerte, decidí improvisar y ver dos cortometrajes de no más de veinte minutos. ¿Por qué "Edgar"? Pues porque hace un par de días me enteré que "CQC" volvió (en YouTube, por obra y gracia de WOM, la compañía telefónica) y que algunos de sus noteros más memorables (Sebastián "Cuchillo" Eyzaguirre, Gonzalo Feito, Pamela Le Roy... faltaron Iván Guerrero, Jean-Philippe Creton) estuvieron molestando a los candidatos que compitieron en las primarias de sus respectivas coaliciones políticas. Entre los que no volvieron se encuentra Fernando Lasalvia, notero de CQC durante dos o tres años, uno de los más recordados ciertamente (acá probó lo difícil que es vivir con el sueldo de un senador). En fin, el tipo había estudiado cine o comunicación audiovisual o algo así, tiene una película, pero como digo, en estos fines de semana ruidosos es mejor comentar cortos, y el primero que hizo fue "Edgar", que al parecer anduvo ganando premios. ¿Por qué no vuelve a ser notero de CQC mejor?

Seré muy pero que muy recontrabrevísimo.
"Edgar" trata sobre un cineasta que va a presentar su nueva idea a una de estas comisiones que deciden qué proyecto vale la pena y cuál es mejor desechar y olvidar y desterrar del cerebro. El cineasta debe ser un alter ego del propio Lasalvia. La idea es la siguiente: una pareja ha vivido sin problemas durante todo su tiempo juntos, sin embargo, un buen día ella comienza a tener sueños eróticos y a murmurar un nombre, Edgar, lo cual hace que él se sienta mal y pierda lentamente la cordura.
Puede que la gracia de "Edgar" sea contrastar lo interesante que suena una idea y lo mal que puede llegar a ser una vez realizada. Y es que mientras el cineasta explica el argumento de su película, ésta es representada en imágenes, con actores y todo, a fin de cuentas el corto no pueden ser casi veinte minutos de un sujeto exponiendo en un plano medio. "Edgar" no es tan ingeniosa ni entretenida ni irónica como sugería al inicio, cuando el cineasta se pone nervioso y no explica del todo bien su historia, sin embargo, en el papel, ésta no está nada de mal, aunque por desgracia, la representación es horrorosa de mala. Para empezar, el casting no puede ser más desacertado (Antonia Santa María no pega en su papel y el otro sujeto es francamente ridículo), y qué puedo decir, todo es feo: las actuaciones son feas (pésimas), los planos son feos, la fotografía es fea, la dirección de arte es fea, el montaje es feo, la música es fea, y todo es tan feo que de verdad no sé si esa fealdad era parte de la propuesta (eso de que una buena idea puede quedar peor que mal) o si simplemente Lasalvia no sabe muy bien como dirigir (la parte del cineasta exponiendo se salva porque consiste prácticamente en la imagen que encabeza el post, pero tampoco es para babear y aplaudir), cómo crear una atmósfera o un juego de espejos. Eso sí, la escritura no está nada de mal (si bien comparte crédito con Francisca Bernardi, que iba a ser profesora mía aunque no sé qué pasó y en su lugar me tocó el maldito Lübbert), pues, insisto, así en el papel, 'Edgar' (la idea que narra el cineasta, no el corto de Lasalvia) suena como una prometedora historia llena de ironía y absurdos cuyo sinsentido deconstruye las relaciones interpersonales posmodernas, pero es que en el papel cualquier cosa puede sonar inteligente y rimbombante y compleja.
Si quieren sacar sus propias conclusiones, mejor vean el corto en este enlace, aunque tampoco se los recomiendo mucho, pero no todo en la vida tiene que ser un visionado plenamente satisfactorio, ¿no? Hay que aprender a perder.

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