Director: Guy Ritchie
Ver "Lock, Stock and Two Smoking Barrels" no estaba precisamente en mis grandes planes, pero me dio uno de esos impulsos difíciles de reprimir y me dije que no estaría nada de mal revisar las películas que Guy Ritchie hizo en los inicios de su carrera. Ahora les comento su opera prima, la primera que dirigió (y escribió). Por si acaso, todas estas películas que voy a comentar ya las he visto, si casi tengo completa la filmografía de este cineasta que, a todo esto, nunca fue a ninguna puta escuela de cine (quizás por eso es así, como lo ven y oyen). Me gusta este tipo, pero dejemos que sean estos visionados los que hablen por mí.
Es 1998 y Guy Ritchie irrumpe en la escena con "Lock, Stock and Two Smoking Barrels", una refrescante y vibrante comedia negra criminal situada en los bajos fondos londinenses que nos cuenta la historia de variados y variopintos personajes cuyos chanchullos se entrecruzan y entremezclan de violentas, sangrientas y, a menudo, letales maneras.
"Lock, Stock and Two Smoking Barrels" no es la octava maravilla del cine y Guy Ritchie tampoco es un genio, pero qué demonios, estamos ante una película genial, extraordinaria y memorable, adjetivos que tiene bien merecidos por varios motivos. Primero, porque esta película es una declaración de intenciones. No les voy a enumerar el manifiesto, porque con toda seguridad no existe, pero se nota de inmediato cuando una película tiene personalidad e intenciones y al frente tiene a un director con estilo, con una idea fija entre ceja y ceja a la que es capaz de darle vida sin obstáculo aparente. "Lock, Stock..." es esa idea respirando y palpitando con desenfado, desparpajo y actitud, esa idea diciendo: "no me pueden detener". Segundo, porque Ritchie no pretende engañar a nadie, no se hace el listo, sabe que su opera prima, en esencia, no es más que una gozada de tomo y lomo, un entretenimiento puro y duro de ritmo-narración trepidante, deliciosa estilización visual y un entramado argumental tan ágil como arrollador, todo aderezado, claro, con mucha sangre, violento humor negro y esa exquisita y refinada jerga cockney (no del todo desatada, eso sí, de lo contrario medio mundo se queda sin entender ni jota). Tercero, porque Ritchie se puso a sí mismo como punto de referencia. No estará al nivel de Kubrick, de Scorsese, de los hermanos Coen o siquiera de Tarantino, pero logró lo que muchos desean ardientemente: darle un giro a la narrativa criminal-gangsteril-mafiosa y forjar un estilo propio y distintivo (no necesariamente original-original así como la invención de la rueda) que otros realizadores de menos habilidad e ideas propias no teman en imitar, incluyendo al mismo Ritchie, que como todo no-genio, acaba por imitar sus formas sin ir refrescando su fondo, lo cual podría demostrar que quizás no hubo fondo en primer lugar, pero yo no diría que "Lock, Stock..." haya sido un golpe de suerte, lo cual me lleva a otra cuestión: el fondo no tiene por qué ser un discurso o un mensaje en el sentido más convencional del concepto; a veces, la sola intención de irrumpir con todo conforma un fondo que otorga entidad y peso al film en cuestión, a veces esa intención es el mensaje, el discurso. No por nada "Snatch" y "RocknRolla", solventes entretenimientos que cuentan con más medios que ésta, no están realmente a la altura de un prometedor debut que quedó, justamente, en eso: una promesa... una promesa que tampoco llega a muy buen puerto cuando pretende "evolucionar" y dar pasos en terrenos desconocidos (¿ya hablaremos de ello con "Revolver"?). No hay que ser malo, en todo caso, pues Guy Ritchie es un interesante y, con frecuencia, efectivo director al que se le da muy bien entregar entretenimientos de calidad, pues sabe manejar el espectáculo a su antojo y no al revés: tiene su fórmula, la defiende. Cuarto y último, siempre habla bien de una película cuando ésta otorga notoriedad a rostros y nombres desconocidos, aunque éstos sean los de Jason Statham o Vinnie Jones (éste era conocido, pero porque era futbolista, y resulta irónico que acá interprete a un matón bueno para golpear a quien se cruce en su camino), pero qué digo, si también está el bueno de Jason Flemyng ahí metido (suya es la jocosa escena final).
Me gusta "Lock, Stock and Two Smoking Barrels". Es demente, es lúcida. Es atrevida, es algo sucia. La disfruto, me encanta. Es una joya. ¿Es la mejor película de Guy Ritchie? Ya lo veremos...
...¿una película de "Aladino", Guy?, ¿en serio?...
Es 1998 y Guy Ritchie irrumpe en la escena con "Lock, Stock and Two Smoking Barrels", una refrescante y vibrante comedia negra criminal situada en los bajos fondos londinenses que nos cuenta la historia de variados y variopintos personajes cuyos chanchullos se entrecruzan y entremezclan de violentas, sangrientas y, a menudo, letales maneras.
"Lock, Stock and Two Smoking Barrels" no es la octava maravilla del cine y Guy Ritchie tampoco es un genio, pero qué demonios, estamos ante una película genial, extraordinaria y memorable, adjetivos que tiene bien merecidos por varios motivos. Primero, porque esta película es una declaración de intenciones. No les voy a enumerar el manifiesto, porque con toda seguridad no existe, pero se nota de inmediato cuando una película tiene personalidad e intenciones y al frente tiene a un director con estilo, con una idea fija entre ceja y ceja a la que es capaz de darle vida sin obstáculo aparente. "Lock, Stock..." es esa idea respirando y palpitando con desenfado, desparpajo y actitud, esa idea diciendo: "no me pueden detener". Segundo, porque Ritchie no pretende engañar a nadie, no se hace el listo, sabe que su opera prima, en esencia, no es más que una gozada de tomo y lomo, un entretenimiento puro y duro de ritmo-narración trepidante, deliciosa estilización visual y un entramado argumental tan ágil como arrollador, todo aderezado, claro, con mucha sangre, violento humor negro y esa exquisita y refinada jerga cockney (no del todo desatada, eso sí, de lo contrario medio mundo se queda sin entender ni jota). Tercero, porque Ritchie se puso a sí mismo como punto de referencia. No estará al nivel de Kubrick, de Scorsese, de los hermanos Coen o siquiera de Tarantino, pero logró lo que muchos desean ardientemente: darle un giro a la narrativa criminal-gangsteril-mafiosa y forjar un estilo propio y distintivo (no necesariamente original-original así como la invención de la rueda) que otros realizadores de menos habilidad e ideas propias no teman en imitar, incluyendo al mismo Ritchie, que como todo no-genio, acaba por imitar sus formas sin ir refrescando su fondo, lo cual podría demostrar que quizás no hubo fondo en primer lugar, pero yo no diría que "Lock, Stock..." haya sido un golpe de suerte, lo cual me lleva a otra cuestión: el fondo no tiene por qué ser un discurso o un mensaje en el sentido más convencional del concepto; a veces, la sola intención de irrumpir con todo conforma un fondo que otorga entidad y peso al film en cuestión, a veces esa intención es el mensaje, el discurso. No por nada "Snatch" y "RocknRolla", solventes entretenimientos que cuentan con más medios que ésta, no están realmente a la altura de un prometedor debut que quedó, justamente, en eso: una promesa... una promesa que tampoco llega a muy buen puerto cuando pretende "evolucionar" y dar pasos en terrenos desconocidos (¿ya hablaremos de ello con "Revolver"?). No hay que ser malo, en todo caso, pues Guy Ritchie es un interesante y, con frecuencia, efectivo director al que se le da muy bien entregar entretenimientos de calidad, pues sabe manejar el espectáculo a su antojo y no al revés: tiene su fórmula, la defiende. Cuarto y último, siempre habla bien de una película cuando ésta otorga notoriedad a rostros y nombres desconocidos, aunque éstos sean los de Jason Statham o Vinnie Jones (éste era conocido, pero porque era futbolista, y resulta irónico que acá interprete a un matón bueno para golpear a quien se cruce en su camino), pero qué digo, si también está el bueno de Jason Flemyng ahí metido (suya es la jocosa escena final).
Me gusta "Lock, Stock and Two Smoking Barrels". Es demente, es lúcida. Es atrevida, es algo sucia. La disfruto, me encanta. Es una joya. ¿Es la mejor película de Guy Ritchie? Ya lo veremos...
...¿una película de "Aladino", Guy?, ¿en serio?...
No he visto muchas más películas de Ritchie, pero creo firmemente que esta sí es su mejor obra, qué diablos: un entretenimiento brutal y que se mantiene andando sobre la línea trazada a pesar de todas las pintas que lleva encima, no como esa 'Snatch' pasada de rosca. Aunque para el primer puesto de sus mejores también consideraría a 'Sherlock Holmes', que me gusta más con cada nuevo visionado; ojalá también le dediques su reseñita por aquí algún día, je je.
ResponderBorrarPor cierto, perdón por la confusión con mi alias, se me olvidó por completo que lo cambié.
No pasa nada, ja, ja.
BorrarDe momento Sherlock Holmes quedará para más adelante, pero definitivamente habrá que verla, pues he leído comentarios favorables que me generan harta confianza, y como ahora se suma tu recomendación, pues queda claro que no habrá que pasarlo por alto.
"Snatch" es el resultado de tomar la estructura de "Lock, Stock...", borrar sus tramas y personajes, y encajar, aunque sea a la mala, a los gitanos estafadores y boxeadores perdedores y judíos usureros y negros torpes. Es como intentar colocar una figura cuadrada en un espacio con forma triangular.
Me pregunto qué habrá pasado con este Guy Ritchie debutante. Se acomodó, supongo. Se conformó. Sucede.