Director: Oliver Stone
Como dije ayer, hace un par de semanas me puse a ver esta película pero no pude terminarla, me estaba dando tremenda pereza y a la hora me rendí, no pude más, y me dije que cuando la comentara la iba a hacer mierda. El fin de semana la vi otra vez sin mayores problemas, y mientras lo hacía me dije que no sería tan injusto, es más, voy a hablar bien de ella, esta vez me ha gustado. Ya la había visto hace largos años; en aquella ocasión no me impresioné, no me dejé impresionar por su discurso anti-sistema ni por su incontinente despliegue estético. Ahora tampoco me impresioné, pero sí me entretuve y pude ver que los tiros de esta película van o provienen hacia/de otros lados. Un divertimento, sin más. Pero muy bueno.
No hay que ser un genio para ver la crítica hacia los medios de comunicación, la sed y avidez por los ratings, el sistema de mercadeo, las marcas, y el palo hacia los valores estadounidenses, la mala costumbre de idolatrar a cualquier fulano o fulana que adquiera cierta notoriedad, el star-system criminal, la iconografía e imaginería cultural gringa, la mitología creada en torno a objetos o personas sin mayor importancia real. Si no son asesinos en serie o en masa entonces son estrellas de reality shows, animadores de TV y cosas por el estilo. "Natural Born Killers" es la historia de dos amantes, Woody Harrelson y Juliette Lewis (claramente inspirados en Charles Starkweather y su novia... o en Bonnie y Clyde: supongo que toma elementos de los dos), que emprenden una huida plagada de asesinatos y cadáveres, y que luego se convierten en celebridades, dando paso a toda la crítica social antes vaga y superficialmente mencionada, con la aparición del personaje de Robert Downey Jr., el ególatra creador y animador de un programa dedicado a asesinos en serie, explotador del morbo que quiere aprovechar la fama de la pareja para ganar su primer millón, para comprarse una casa grande, en donde quepa tu corazooooón. Entre medio está el detective de policía pseudo-fascista (otro más), el alcaide pseudo-fascista (¡uf!), la crítica al sistema carcelario, al machismo propiamente gringo, etc. Es toda una odisea, todo un viaje el emprendido por esta pareja de asesinos, ¿anti-héroes?, aparentemente los únicos desgraciados que pueden desenmascarar la hipocresía del sistema y de la sociedad.
El caso es que tampoco hay que tomarse esta película en serio; después de tanta solemnidad política e histórica, Oliver Stone quedó agotado y quería con todas sus ganas hacer una película deliberadamente poco seria, desmedida, exagerada. Exagerada en todo sentido. Impresionante la labor de Tommy Lee Jones (lo mejor de la película) como rudo pero nervioso alcaide de una superplobada prisión. Dios mío, cuánta exageración: la exageración llevada al paroxismo, la exageración por antonomasia: exageración en las interpretaciones, orgullosamente sobreactuadas y excesivas, sin mencionar el exceso visual, la multitud de texturas y materialidades, soportes, colores. Una burla total a todo lo que huela estadounidense, a todo lo que apeste a estadounidense. "Natural Born Killers" es una divertida sátira sobre la sociedad y cultura gringa. Es el reverso repugnante del sueño americano. El reverso asqueroso de las sitcoms, de los romances de medio pelo, de los programas de investigación policial, ¡de todo! Esta película intenta no dejar títere con cabeza, y aunque su sabrosa exageración es demasiado liviana como para causar verdadero daño (no mete el dedo en la llaga, es más como una burla infantil: ¡tu tío Sam huele a huevo podrido!), para qué estamos con cosas: de todas formas sirve para reírse de la estupidez que tristemente no ha dejado de crecer a día de hoy.
"Natural Born Killers" es como una seguidilla de sketches repletos de gesticulaciones, ángulos pronunciados, adictiva banda sonora, humor negro y estilizada violencia a raudales. Película caótica pero, a pesar de todo, directa y sin pretensiones salvo burlarse de todo y de todos, incluso de sí misma. Su gracia es que no alcanza a tomarse en serio a sí misma. Un divertimento de tomo y lomo, eso es lo que es. Decae cuando la trama se pone estrictamente marital, pero no tarda en recuperar su mala leche. Además se escucha "Shitlist", canción de L7, banda claramente precursora de la escena riot grrrl, de la cual destacaron geniales exponentes como mi querida Bikini Kill, aunque muchos dicen que L7 es más grunge que punk, pero qué puedo saber yo.
Y bueno, la fotografía es de Robert Richardson, mismo cargo que ejerció en "U Turn" (claramente), y el reparto está compuesto por Woody Harrelson, Juliette Lewis, el genial Tommy Lee Jones, Robert Downey Jr. (también genial), Tom Sizemore, se puede ver al semi-desaparecido Balthazar Getty, y por ahí hay una escena nunca utilizada en donde aparecen Ashley Judd y Denis Leary.
En resumen, una película muy pero que muy divertida. Lo he pasado la mar de bien en esta ocasión. Claramente la volvería a ver.
El caso es que tampoco hay que tomarse esta película en serio; después de tanta solemnidad política e histórica, Oliver Stone quedó agotado y quería con todas sus ganas hacer una película deliberadamente poco seria, desmedida, exagerada. Exagerada en todo sentido. Impresionante la labor de Tommy Lee Jones (lo mejor de la película) como rudo pero nervioso alcaide de una superplobada prisión. Dios mío, cuánta exageración: la exageración llevada al paroxismo, la exageración por antonomasia: exageración en las interpretaciones, orgullosamente sobreactuadas y excesivas, sin mencionar el exceso visual, la multitud de texturas y materialidades, soportes, colores. Una burla total a todo lo que huela estadounidense, a todo lo que apeste a estadounidense. "Natural Born Killers" es una divertida sátira sobre la sociedad y cultura gringa. Es el reverso repugnante del sueño americano. El reverso asqueroso de las sitcoms, de los romances de medio pelo, de los programas de investigación policial, ¡de todo! Esta película intenta no dejar títere con cabeza, y aunque su sabrosa exageración es demasiado liviana como para causar verdadero daño (no mete el dedo en la llaga, es más como una burla infantil: ¡tu tío Sam huele a huevo podrido!), para qué estamos con cosas: de todas formas sirve para reírse de la estupidez que tristemente no ha dejado de crecer a día de hoy.
"Natural Born Killers" es como una seguidilla de sketches repletos de gesticulaciones, ángulos pronunciados, adictiva banda sonora, humor negro y estilizada violencia a raudales. Película caótica pero, a pesar de todo, directa y sin pretensiones salvo burlarse de todo y de todos, incluso de sí misma. Su gracia es que no alcanza a tomarse en serio a sí misma. Un divertimento de tomo y lomo, eso es lo que es. Decae cuando la trama se pone estrictamente marital, pero no tarda en recuperar su mala leche. Además se escucha "Shitlist", canción de L7, banda claramente precursora de la escena riot grrrl, de la cual destacaron geniales exponentes como mi querida Bikini Kill, aunque muchos dicen que L7 es más grunge que punk, pero qué puedo saber yo.
Y bueno, la fotografía es de Robert Richardson, mismo cargo que ejerció en "U Turn" (claramente), y el reparto está compuesto por Woody Harrelson, Juliette Lewis, el genial Tommy Lee Jones, Robert Downey Jr. (también genial), Tom Sizemore, se puede ver al semi-desaparecido Balthazar Getty, y por ahí hay una escena nunca utilizada en donde aparecen Ashley Judd y Denis Leary.
En resumen, una película muy pero que muy divertida. Lo he pasado la mar de bien en esta ocasión. Claramente la volvería a ver.
...parece que en esos años de verdad querían convertir a Juliette Lewis en una sex-symbol...
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