lunes, 5 de febrero de 2018

Testrol és lélekrol - 2017


Directora: Ildikó Enyedi

Bueno pero miren vaya sorpresa que tenemos acá. Cuando pensaba que no podría encontrarme con ninguna de las dos nominadas a mejor película de habla no inglesa que me quedan por ver, va y aparece "On Body and Soul", la opción húngara que ganó en Berlín el año pasado, película que es la única en la categoría dirigida por una mujer, dato que quizás no importe mucho en una categoría a la que tampoco le dan mucha importancia ni en la Academia ni en Hollywood, además ya tienen a Greta Gerwig para rascar ciertas espaldas si es que se deciden a premiarla por esa ñoñez de "Lady Bird" (no la he visto, pero si llega a gustarme tendré que retractarme de eso, ja, ja). Faltaría "L'insulte", pero aún queda como un mes para los Oscars así que, por supuesto, hay plenitud de tiempo para reflexionar sobre la inmortalidad del cangrejo.


"On Body and Soul" es una historia de amor atípica pero linda, aunque también quieta y pausada, parsimoniosa y armoniosa. Ildikó Enyedi dirige con gusto, con clase y delicadeza, pero sobre todo con tacto. No es que me parezca una maravilla esta película, pero es efectiva dentro de sus planteamientos y, como ya digo, la puesta en escena de la directora le otorga al conjunto una vivificante serenidad. Por momentos recordaba escenas de las películas de Claire Denis: las manos, los cuerpos, la piel, las miradas y los gestos; la música, la sensación de suspensión... Por lo demás Alexandra Borbély, que interpreta a la muchacha retraída pero intensa por dentro, lo hace muy pero que muy bien. Muy bien ella y muy bien dirigida: habla poco pero su rostro transmite mucho. El argumento no es nada del otro mundo, pues nos cuenta la historia del solitario y cansado jefe de finanzas de un matadero que se enamora de la nueva inspectora de calidad, una solitaria y silenciosa joven que parece no congeniar muy bien con las personas; ahora bien, la gracia es que lo que une a ambos pajaritos es que los dos comparten el mismo sueño en donde son venados que pasean juntos por un bosque. Desde luego, tampoco estamos ante la típica cursilería gringa, a fin de cuentas la película completa es ver como estos dos intentan superar la timidez o el nerviosismo o lo-que-sea para poder entenderse y, por fin, llegar a estar juntos. Nada del otro mundo, estamos de acuerdo, pero sigue siendo una bonita película que cuenta con una gran actuación femenina y, por supuesto, con la personal y deliciosa dirección de Ildikó Enyedi, quien, a todo esto, ya es toda una veterana: su carrera se remonta hasta mediados de los ochenta y su filmografía cuenta con una buena cantidad de premios y reconocimientos festivaleros. Habrá que echarle un vistazo alguna vez.
Eso sí, ¿era importante que trabajaran en un puto matadero? Al final se dice que los animales muertos en pantalla sí murieron de verdad, aunque al menos (¿¡al menos!?) está la salvedad que no murieron por capricho de la película; en realidad, la producción sólo registró una rutina común y corriente de seres vivos siendo asesinados. En fin...
Película pequeña y sincera es "On Body and Soul". No hay que buscarle la quinta pata al gato. A mí me ha gustado. Y el mundo de los sueños siempre resulta fascinante.
...sueños compartidos, sueños divididos, mi amor...
...yo no puedo compartir tus sueños...
---¿o eran tus labios?...

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