jueves, 22 de marzo de 2018

Berlin Syndrome - 2017


Directora: Cate Shortland

Y llegamos al final de este repaso completo a la corta filmografía de Cate Shortland. Recién el año pasado se estrenó "Berlin Syndrome", su tercera película protagonizada por Teresa Palmer y que, al igual que "Lore", es una co-producción australiano-alemana. De más a menos ha sido este proceso, debo decirlo.


"Berlin Syndrome" nos cuenta la historia de Teresa Palmer, una fotógrafa australiana que está de vacaciones en Berlín y que un día cualquiera conoce a Max Riemelt, un alemán con el que comienza una tórrida relación. Aunque al inicio todo parecía ideal e idílico, la protagonista no tarda en darse cuenta que el alemán es, en palabras de la directora, un sociópata sin dejo de vergüenza que la mantendrá encerrada en su departamento hasta nuevo aviso. Al inicio la cosa prometía, especialmente como película de terror efectiva en su ejercicio de la inquietud pero ejecutada con la vuelta de tuerca que supone el estilo de Shortland, logrando interesantes escenas de sexo y de violencia seca. Después, en palabras simples, "Berlin Syndrome" se convierte en un verdadero despropósito sin pies ni cabeza. Una película disoluta, irregular, soporífera, plana, mala en tanto relato como en ejecución formal, pues Shortland no logra emular, ni en la más pequeña fracción (apenas, con suerte, en la parte buena de la película), esa atmósfera sensitiva de "Somersault", su opera prima, porque su discurso propio devino en simple repetición de estilo. Y ya ni hablar de los personajes, superficiales y vacíos hasta decir basta. La directora dijo que el alemán quería recrear esa versión idealizada y romantizada de la Alemania del Este de su infancia, pero demonios... ¡¿cómo se supone que uno debe darse cuenta de ello?! Lo único que vemos de él es, básicamente, "enamorarse" de Teresa Palmer y secuestrarla en su propio apartamento. Claramente la intención de la directora era complejizar a este secuestrador, intentar encontrarle un lado humano para instalar algún tipo de dilema o ambigüedad moral, por eso de generar empatía con personajes que hacen cosas malas, pero es que la personalidad de este alemán brilla por su ausencia. Y sobre el relato mismo, si bien durante la primera mitad éste mantiene una lógica propia del cine de terror, es decir todo bien y luego todo mal, con sangrientos enfrentamientos de por medio, después de eso uno en verdad no entiende qué demonios se nos pretende contar: si desarrollar la "relación" entre Teresa Palmer y el alemán, claramente algo que no funciona, pues todo el rollo ese del síndrome de Berlín (clara referencia al síndrome de la capital de Suecia) es puro título, porque la protagonista nunca cae en las redes de su secuestrador y a lo más le sigue el juego para que éste no la lastime tanto; si desarrollar al alemán y su vida familiar y social, con la muerte de su padre y su empleo como profesor... relleno; y... ¿qué más? Resumen: mala malísima. Impresentable e inenarrable. Lo mejor es el esfuerzo de Teresa Palmer por construir un personaje consistente (de ella tampoco se sabe nada, salvo que es medio taciturna y que a lo mejor estaba harta de la vida rutinaria de las grandes ciudades); al menos sus reacciones y su despliegue de emociones extremas resultan convincentes.
Lástima que una directora capaz de lograr una maravilla como "Somersault" caiga tan bajo con "Berlin Syndrome". Yo les recomiendo la primera y luego adiós con esta directora. Chao.
...¿buenas noches?...

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