Director: Joe Swanberg
Y resulta que Lana del Rey en realidad se presenta ¡hoy! en el Lollapalooza, no ayer, así que ahora sí que no me la perderé por la tele, porque también dan el Lollapalooza por la tele. Ayer tocaron los Red Hot Chilli Peppers, pero no tocaron Around the world. Acabo de ver por la tele el show de Lana del Rey y, aunque he visto mejores, igualmente maravilla con su magnífica presencia y esa voz que es como de otro planeta; por momentos se me erizaba la piel y, estoy seguro, de haber estado ahí me habría puesto a llorar, pero no escandalosamente, más bien con clase, con esas lágrimas que brotan de satisfacción y felicidad ante tan sensacional artista. Igual los mejores shows son aquellos en solitario, no estos festivales en donde sólo los cabeza de cartel (¿the killers -¡buuuuuu!- por sobre Lana del Rey? Escandaloso) pueden tocar por más de una hora.
Mumblecore. En su momento, digamos que un año o dos antes de comenzar este blog, me interesé bastante en este movimiento cinematográfico que es como una especie de Dogma de estadounidenses jóvenes sin dinero alguno. La gracia de las películas mumblecore, al menos una de las esenciales, es su escaso presupuesto, los actores no profesionales y en general todo un aire de amateurismo bien trabajado. En aquel entonces, si uno se metía a Wikipedia y ponía mumblecore, te salía una lista con las películas adscritas al movimiento, las cuales no superaban los diez títulos; si te metes ahora, increíblemente la cantidad se triplica (y no precisamente porque la diferencia entre una búsqueda y otra sea de seis o siete años, período en el que claramente se irán sumando nuevas cintas; antes del 2011 cada vez aparecen nuevos títulos que, según yo, poco tienen que ver con el mumblecore). En cualquier caso, tres nombres fueron claves en el origen de este sub-género: Andrew Bujalski, sindicado como el "creador", claramente el más intelectual del grupo; los hermanos Duplass, los más experimentales (en el sentido de mezclar temáticas y dar vueltas de tuerca a parámetros preconcebidos), y; Joe Swanberg, que es el más prolífico. "LOL" vendría a ser su segunda película, o mejor dicho, su segundo largometraje rodado en video (o con un celular, quién sabe... nah, ja, ja).
"LOL" (qué título más estúpido... pero tiene sentido) nos cuenta la vida de tres sujetos y sus complicadas relaciones sentimentales, interpersonales, sociales, etc. Uno es un músico enamorado de una de estas modelos de webcam; el otro es un tipo de negocios que se la pasa pegado al celular y al computador, desatendiendo a una novia cada vez más aburrida de él; y el tercero es un pasante que tiene una relación a larga distancia con Greta Gerwig, la cual se triza cada vez más con el paso de los días. En internet se dice que "LOL" analiza las relaciones de estos tres perdedores a través de su uso de la tecnología, pero, aunque quizás ésa sea la intención de Swanberg, para mí todo ese rollo me resultó completamente secundario, pues, a fin de cuentas, lo que deteriora las relaciones de cada sujeto son rasgos inherentes a cada uno: el egoísmo, la apatía, la dependencia, el ser controlador y posesivo, la mentira compulsiva, etc.
"LOL" tiene cosas interesantes; su fuerte no está en ese "análisis" de las relaciones entre hombres y mujeres, pues no aporta grandes o pequeñas reflexiones al respecto, sino más bien en el retrato que ofrece de estos tipos que son bien canallas, especialmente el músico, y cómo sus propias mentiras los lanzan de lleno en una espiral de fracaso y patetismo (y cómo el entorno percibe lo idiotas que son). Un retrato de la masculinidad en toda su debilidad y fragilidad, diría yo; ni existen las relaciones en esta película, sólo "están ahí" para acentuar y criticar la descarada egolatría de estos sujetos. Aparte de algunos experimentos con el montaje que podrían dar de sí en futuros proyectos, ésa sería la gracia que da forma al relato, pues no hay grandes actuaciones ni tampoco mucha potencia dramática o atmosférica; la puesta en escena de Swanberg roza la abstracción documental, la semi-impasible observación de la realidad, de la simple conducta de estos tres pobres diablos. Con todo, "LOL" es una película estimable, interesante, nada especial ni sobresaliente, pero que no tiene desperdicio pues de ella se pueden recoger ciertos apuntes relativamente útiles. Dicho de otra forma: no tiene desperdicio, no es mala, se puede ver. Ni fu ni fa, supongo. Pero algo queda (las mezclas de ruidos bocales).
Habrá que ver la evolución de Joe Swanberg.
Mumblecore. En su momento, digamos que un año o dos antes de comenzar este blog, me interesé bastante en este movimiento cinematográfico que es como una especie de Dogma de estadounidenses jóvenes sin dinero alguno. La gracia de las películas mumblecore, al menos una de las esenciales, es su escaso presupuesto, los actores no profesionales y en general todo un aire de amateurismo bien trabajado. En aquel entonces, si uno se metía a Wikipedia y ponía mumblecore, te salía una lista con las películas adscritas al movimiento, las cuales no superaban los diez títulos; si te metes ahora, increíblemente la cantidad se triplica (y no precisamente porque la diferencia entre una búsqueda y otra sea de seis o siete años, período en el que claramente se irán sumando nuevas cintas; antes del 2011 cada vez aparecen nuevos títulos que, según yo, poco tienen que ver con el mumblecore). En cualquier caso, tres nombres fueron claves en el origen de este sub-género: Andrew Bujalski, sindicado como el "creador", claramente el más intelectual del grupo; los hermanos Duplass, los más experimentales (en el sentido de mezclar temáticas y dar vueltas de tuerca a parámetros preconcebidos), y; Joe Swanberg, que es el más prolífico. "LOL" vendría a ser su segunda película, o mejor dicho, su segundo largometraje rodado en video (o con un celular, quién sabe... nah, ja, ja).
"LOL" (qué título más estúpido... pero tiene sentido) nos cuenta la vida de tres sujetos y sus complicadas relaciones sentimentales, interpersonales, sociales, etc. Uno es un músico enamorado de una de estas modelos de webcam; el otro es un tipo de negocios que se la pasa pegado al celular y al computador, desatendiendo a una novia cada vez más aburrida de él; y el tercero es un pasante que tiene una relación a larga distancia con Greta Gerwig, la cual se triza cada vez más con el paso de los días. En internet se dice que "LOL" analiza las relaciones de estos tres perdedores a través de su uso de la tecnología, pero, aunque quizás ésa sea la intención de Swanberg, para mí todo ese rollo me resultó completamente secundario, pues, a fin de cuentas, lo que deteriora las relaciones de cada sujeto son rasgos inherentes a cada uno: el egoísmo, la apatía, la dependencia, el ser controlador y posesivo, la mentira compulsiva, etc.
"LOL" tiene cosas interesantes; su fuerte no está en ese "análisis" de las relaciones entre hombres y mujeres, pues no aporta grandes o pequeñas reflexiones al respecto, sino más bien en el retrato que ofrece de estos tipos que son bien canallas, especialmente el músico, y cómo sus propias mentiras los lanzan de lleno en una espiral de fracaso y patetismo (y cómo el entorno percibe lo idiotas que son). Un retrato de la masculinidad en toda su debilidad y fragilidad, diría yo; ni existen las relaciones en esta película, sólo "están ahí" para acentuar y criticar la descarada egolatría de estos sujetos. Aparte de algunos experimentos con el montaje que podrían dar de sí en futuros proyectos, ésa sería la gracia que da forma al relato, pues no hay grandes actuaciones ni tampoco mucha potencia dramática o atmosférica; la puesta en escena de Swanberg roza la abstracción documental, la semi-impasible observación de la realidad, de la simple conducta de estos tres pobres diablos. Con todo, "LOL" es una película estimable, interesante, nada especial ni sobresaliente, pero que no tiene desperdicio pues de ella se pueden recoger ciertos apuntes relativamente útiles. Dicho de otra forma: no tiene desperdicio, no es mala, se puede ver. Ni fu ni fa, supongo. Pero algo queda (las mezclas de ruidos bocales).
Habrá que ver la evolución de Joe Swanberg.
...Been tryin' hard not to get into trouble but I, I've got a war in my mind...
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