martes, 8 de mayo de 2018

Hard Labour - 1973


Director: Mike Leigh

"Hard Labour" es la primera película que Mike Leigh, después de su opera prima "Bleak Moments", realizó para la televisión británica, concretamente el programa Play for Today, que si mal no recuerdo estuvo más de una década transmitiendo largometrajes semanalamente, lo cual me parece sensacional, no sólo por la cuna de talentos que de ahí pueden salir, también porque al público se acercan temas y narrativas importantes (o eso me parece), pudiendo suscitar el interés en el cine, por ejemplo. Bueno bueno, ¿vamos a hablar de la película o no?


La sorpresa: Ben Kingsley actúa en esta película: interpreta a un indio que ayuda a una amiga de la hija de la protagonista a hacerse un aborto (a escondidas, claro, y sin muchas garantías que digamos). 
La no tan sorpresa: también actúa una joven Alison Steadman, interpretando a la esposa del hijo de la protagonista (su rostro se me hacía familiar, por eso no me asombré al leer su nombre en los créditos).
Lo cierto: reconocemos muchas claves e intereses que Mike Leigh irá desarrollando a lo largo de su filmografía. Tenemos las diferencias sociales y de clase, por un lado con la familia de clase media baja que debe hacer malabares para llegar a fin de mes, por otro lado la gente de clase alta (aunque no necesariamente aristocrática ni nada por el estilo) y su relajado, casi inconsciente estilo de vida, y en un tercer punto intermedio vemos a aquellos que salieron de esas apretujadas casas de barrios modestos para vivir en vecindarios algo más bonitos, y que si bien aún no olvidan sus orígenes, no pueden evitar intentar actuar de una manera "más educada", más acorde con su algo más estable y sólida situación económica. Desde luego, también vemos distintos tipos de problemáticas humanas, con conflictivas relaciones interpersonales y familiares: la madre cansada y agotada que debe hacerlo todo, abnegadamente y pobre que se queje; el esposo cabrón y machista; la hija, en cierta forma representante de una generación que quiere separarse moral y espiritualmente por completo de la de sus padres. Observaciones sociales: inmigrantes, mercados negros, chicas que se practican abortos en condiciones deplorables. Todo muy elocuente, intenciones que se ven de manera transparente y directa.
El sin embargo: Sin embargo, lo cual sorprende un poco dada la certeza y la seguridad narrativo-dramática de su opera prima, "Hard Labour" es una película poco potente, poco intensa en términos dramáticos. Y no me refiero al ritmo o al tempo de sus imágenes, pues Leigh cultivaba un estilo bastante parco, seco y pausado en sus inicios (período pre-"Meantime", yo diría, en donde alcanza su madurez y da los primeros pasos hacia sus grandes filmes), estilo al que de todas formas le sacaba jugo (lo vimos en su opera prima y ayer en "The Kiss of Death"). Me refiero a que veo poco riesgo, poco atrevimiento formal, cierta monotonía. Aunque Leigh haya desarrollado la idea, quizás por ser su primer trabajo le dieron más restricciones, no sé, le dijeron "no hagas cosas tan raras todavía, más adelante te damos mayor libertad creativa". Así, las actuaciones son correctas, la puesta en escena también y en general todo mantiene un nivel sólido pero poco sobresaliente. Quizás el momento más destacable sea cerca del final, cuando la protagonista le confiesa a un cura que ya no ama a su marido (y un poco antes, cuando Leigh realiza un zoom in al rostro de la misma señora mientras todos a su alrededor discuten sobre ella, creando momentáneamente una sensación de claustrofobia), adelanto de esas intensas catarsis emocionales construidas a fuego lento pero con tremebundos in crescendos que deslumbrarían en "Meantime", "Life is Sweet" o "Secrets & Lies".
El no obstante: No obstante, siendo un trabajo temprano de Mike Leigh, de todas formas resulta interesante ver sus inicios y la manera en que iría depurando formas y contenidos, porque lo que muestra en "Hard Labour" ya lo veremos más adelante, sólo que con mayor potencia y personalidad cinematográfica. Ciertamente, se extraña en ésta el negro y sutil sentido del humor de Leigh.
La conclusión: Aunque sus observaciones suponen una declaración de intenciones como realizador, esta película no tiene mayor peso y no va más allá de sus enunciados. Si por acá se intenta buscar algún tesoro o joya escondida de Leigh, les aviso que no la encontrarán, pero siempre es bueno explorar terrenos menos conocidos por el resto.
El adiós: Tranquilos, no es definitivo: nos vemos mañana.

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