Yellow Sky - 1948

Director: William A. Wellman

En "Yellow Sky" se reúne prácticamente el mismo equipo de "The Ox-Bow Incident", es decir, Lamar Trotti en producción y guión, y William A. Wellman en dirección. No me extraña que hayan querido rendir un pequeño y divertido homenaje, o mención, o alusión, a esa otra película protagonizada por Henry Fonda, en tanto el pueblo al que al inicio llega la pandilla liderada por Gregory Peck y Richard Widmark es el mismo, y no sólo el pueblo, sino que entran al mismo bar y son atendidos por el mismo bartender, e incluso son molestados por el mismo borracho que molestaba a Fonda. Hasta también quedan fascinados por el cuadro que cuelga detrás del bartender, aunque en este caso es otra la pintura. Dejando las curiosidades de lado, "Yellow Sky" es un western solvente, correcto, bien hecho. Solventes son los actores, sobre todo Widmark y Peck (aunque el primero llevara recién un par de años actuando, ya demuestra las cualidades por las que es conocido). Solvente también es el guión de Trotti, aunque eso no le quita lo esquemático, lo previsible, lo regular, incluso lo convencional, porque la trama no es nada del otro mundo y, más allá de unos cuantos chispazos de lucidez y personalidad, el o los conflictos y el desarrollo de personajes discurren sin mucha agudeza ni intensidad (aunque estos se encuentren bien definidos dentro de su ambigüedad moral), con los giros que cabían esperar y un desenlace que seguramente no sorprenderá a nadie. Lo que salva la función es la ejecución formal de un William A. Wellman que, por ejemplo, se muestra habilísimo en las escenas de interiores (las que, sin duda, especialmente cuando ya las cosas comienzan a llegar a su fin, son lo mejor de la película), reforzado además por la magnífica dirección de fotografía de Joseph MacDonald, cuyo juego de luces y sombras, de claroscuros casi expresionistas, es exquisito y demuestra la importancia de la imagen para Wellman. Mencionemos además los tiroteos, que quedaron geniales, y en resumen, lo cierto es que Wellman es un genio con la cámara, en su colocación, en sus movimientos, en las escalas de planos, pero el hombre ya llevaba más de dos décadas dirigiendo películas y ofreció no pocas innovaciones técnico-narrativas durante la época del cine mudo, por lo que no es de extrañar que acá demuestre todo su oficio.
Sobre la trama, les diré que, luego de robar el banco del pueblo del inicio, Peck y los suyos llegan a un pueblo fantasma habitado únicamente por un viejo y su nieta, bella muchacha que capta el interés de básicamente todos los bandidos. Mientras la pandilla busca recuperar energías en el pueblo, la chica y el viejo no se muestran muy felices, y el perspicaz Widmark no tarda en descubrir el porqué: oro, por lo que pronto comenzará una lucha por el preciado mineral en donde, claro, habrá tensiones dentro de la pandilla, ya sea por el liderazgo o por la muchacha misma, que se sentirá atraída por los, ejem, brutales encantos de un Peck que hasta el momento nunca lo he visto de caballero ¿hhhmmmm? Obviamente el romance calará en la moral de uno, mientras que en la de otros calará el oro, y bueno, ya pueden imaginar el resto. De repente se ponen a pelear y es entretenido (vaya acotación más útil)...
En resumidas cuentas, "Yellow Sky" es un western solvente y correcto, que vale la pena el visionado, aunque en el fondo no ofrezca nada que la haga memorable, digna de ser encumbrada por sobre otros westerns. Tiene su cuota de mala leche, o de picardía, pero para qué sigo, si con ello adereza unas cuantas escenas y no la película como conjunto, bastante discreta más allá de la labor de su gran director.
Como sea, hasta mañana, ojalá...