Director: Nicholas Ray
"Bigger Than Life", película dirigida por Nicholas Ray en CinemaScope, formato en el cual el director se desenvuelve maravillosamente bien, sumado a su exquisito sentido del color. Sin embargo parece que el gran o principal artífice de esta película es James Mason, actor protagonista, pero también productor del film (y aunque en la película misma no aparece acreditado de tal forma, en algunos lados afirman que también se involucró en la escritura del guión). No creo que se pueda decir mucho de esta película, en tanto el retrato que ofrece, tanto de un núcleo familiar (y sus individuos) como de una realidad suburbana, digamos blancos de clase media, basa todo su poder discursivo y emocional precisamente manteniéndose como un conjunto cohesionado, y claro, podría hablarse del asunto de la medicina experimental, de personas comunes y corrientes sufriendo las consecuencias de medicamentos de nocivos efectos secundarios (difícilmente se puede acusar de negligencia o pocos escrúpulos a los médicos, al menos a los de esta historia), de las dificultades económicas de cierto sector de la población (no es que los tratamientos médicos sean baratos para la familia de un simple profesor de escuela pública), el tratamiento de la masculinidad a distintos niveles sociales, hasta podría hablarse de la tendencia al autoritarismo que adquiere el protagonista como metáfora de... de tantas cosas, fascismos, macartismos, díganme más, sin mencionar la dificultad para afrontar enfermedades mentales, la poca preparación general cuando alguien manifiesta síntomas o pierde el control de sí mismo, etc... Son numerosos los temas que aborda y que dota de complejidad sin necesariamente profundizar de forma acusada en cada uno de ellos, no es necesario elaborar sesudos tratados académicos al respecto para que la película funcione, en esencia (pilar fundamental), como la historia de una familia que progresivamente se desmorona al empeorar la condición mental del padre, principal sustento económico por lo demás, arrastrando con él también a su entorno profesional y de amistades.
James Mason interpreta a un bonachón profesor, felizmente casado y padre de un niño, que trabaja horas extra como "telefonista" de taxis, que un buen día comienza a colapsar, en teoría por el cansancio, por la carga laboral que asume sin quejas, aunque diversos estudios demuestran que lo suyo es una rara enfermedad, sin tratamiento específico, que debe ser combatido con un medicamento cuya eficacia aún se estudia en aquellos pacientes que aceptaran dejarse medicar con ello. Las pastillas funcionan, claro, el tipo no se va a morir, pero su personalidad, y la vida entera de su familia, cambiará drástica y rotundamente, y la felicidad del milagro deviene en triste y terrible infierno de celos, autoritarismo, delirios y, ciertamente, inestabilidad psicológica y emocional.
Poco a poco, pero con una aterradora precisión (potenciado por la labor del reparto, especialmente de Mason), nos vamos sofocando tanto como los personajes, temiendo lo peor, pensando que esta debacle ya no tiene salida, aunque quizás lo más triste de todo sea la constatación de lo frágil que son las cosas, o nosotros...
Admito que el final me contrarió un poco, quizás no fue todo lo arriesgado que demandaba el relato, sin embargo "Bigger Than Life" sigue siendo una excelente película y, quizás, todo un referente en cuanto al tema que trata y cómo lo trata, sin por ello perder y/o descuidar calidad ni sensibilidad cinematográfica. Me parece sumamente interesante y fascinante que Nicholas Ray parezca crear sus imágenes en torno a la presencia de sus personajes, y a partir de ellos, estos espacios y escenarios que hablan de los personajes tanto o más que ellos mismos, pero en fin, por ahora no vale la pena ponerse tan analítico ni teórico, aunque me han quedado ganas de revisar y estudiar minuciosamente la filmografía de Ray, lo cual se llevaría a cabo (si es que sucede) en mucho, mucho, mucho tiempo más; por ahora sólo estamos viendo y disfrutando películas, acaso a un nivel más intuitivo (por lo demás ya hemos visto varias películas del director y admito que me daría pereza comenzar todo de nuevo). A fin de cuentas me alegra comprobar la verdadera labor de un director; ya saben más o menos por qué comenzamos tan desesperadamente a ver películas "antiguas": la retrospectiva 2018 me lastimó con títulos de personas que no merecen ser tratadas como directores de cine. Recordemos: creación > registro.
Ahora bien, adivinen qué clase de películas de Ray nos faltan...
James Mason interpreta a un bonachón profesor, felizmente casado y padre de un niño, que trabaja horas extra como "telefonista" de taxis, que un buen día comienza a colapsar, en teoría por el cansancio, por la carga laboral que asume sin quejas, aunque diversos estudios demuestran que lo suyo es una rara enfermedad, sin tratamiento específico, que debe ser combatido con un medicamento cuya eficacia aún se estudia en aquellos pacientes que aceptaran dejarse medicar con ello. Las pastillas funcionan, claro, el tipo no se va a morir, pero su personalidad, y la vida entera de su familia, cambiará drástica y rotundamente, y la felicidad del milagro deviene en triste y terrible infierno de celos, autoritarismo, delirios y, ciertamente, inestabilidad psicológica y emocional.
Poco a poco, pero con una aterradora precisión (potenciado por la labor del reparto, especialmente de Mason), nos vamos sofocando tanto como los personajes, temiendo lo peor, pensando que esta debacle ya no tiene salida, aunque quizás lo más triste de todo sea la constatación de lo frágil que son las cosas, o nosotros...
Admito que el final me contrarió un poco, quizás no fue todo lo arriesgado que demandaba el relato, sin embargo "Bigger Than Life" sigue siendo una excelente película y, quizás, todo un referente en cuanto al tema que trata y cómo lo trata, sin por ello perder y/o descuidar calidad ni sensibilidad cinematográfica. Me parece sumamente interesante y fascinante que Nicholas Ray parezca crear sus imágenes en torno a la presencia de sus personajes, y a partir de ellos, estos espacios y escenarios que hablan de los personajes tanto o más que ellos mismos, pero en fin, por ahora no vale la pena ponerse tan analítico ni teórico, aunque me han quedado ganas de revisar y estudiar minuciosamente la filmografía de Ray, lo cual se llevaría a cabo (si es que sucede) en mucho, mucho, mucho tiempo más; por ahora sólo estamos viendo y disfrutando películas, acaso a un nivel más intuitivo (por lo demás ya hemos visto varias películas del director y admito que me daría pereza comenzar todo de nuevo). A fin de cuentas me alegra comprobar la verdadera labor de un director; ya saben más o menos por qué comenzamos tan desesperadamente a ver películas "antiguas": la retrospectiva 2018 me lastimó con títulos de personas que no merecen ser tratadas como directores de cine. Recordemos: creación > registro.
Ahora bien, adivinen qué clase de películas de Ray nos faltan...
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