Director: Kim Tae-Gyun
Lo más cercano a un plan que ha tenido este blog en los últimos meses lo llevamos a cabo ahora: vimos tres películas coreanas, digamos thrillers coreanos, estrenados recientemente. "The Gangster, the Cop, the Devil" (un thriller coreano más como entiendo yo tal arbitraria etiqueta: un thriler consagrado al espectáculo visual y narrativo); "The Spy Gone North" (un thriller coreano no realmente thriller, pero sí coreano, más consagrado al tratamiento del género como pilar dramático); y la de ahora, "Amsusarin", que significa algo como "Crímenes desconocidos" (o "Crimen desconocido"), en inglés titulada "Dark Figure of Crime" (por cierto, opera prima de Kim Tae-Gyun).
No es una gran película esta "Dark Figure of Crime". Si esperan que esta película sea un thriller coreano, no lo es. Su premisa argumental puede inducir a tal sensación, a saber: un detective de policía (de Narcóticos, pero transferido a Homicidios) es contactado por un criminal, ya condenado por un asesinato, que confiesa varios otros asesinatos, tanto de hombres como de mujeres, aunque la sola confesión no basta para sumar condenas: el detective debe investigar los casos, encontrar pruebas concretas, descubrir la verdad que se esconde bajo las insuficientes pistas del criminal, quien, por lo demás, podría estar mintiendo, podría estar utilizando al detective en su favor. Un duelo psicológico, pensarán. Un puzzle narrativo, un puzzle de crímenes. Un relato trepidante, una trama retorcida, con giros, con sorpresas. Una mirada, terrible y frontal, a la oscuridad humana. Tiene de eso, lo tiene, pero no como, por ejemplo, lo hizo Bong Jong-hoo en su obra maestra "Memories of Murder" o Na Hong-jin en "The Chaser" (que comparte protagonista con esta: el actor Kim Yoon-seok, en otra poderosa actuación, no como la de su antagonista, sobreactuado y poco convincente). Establecida la comparación, nos acercamos a una conclusión: esta película es buena, solvente, con varios puntos favorables en términos de puesta en escena y relato (es fluida, tiene ritmo, etc.), sin embargo le falta algo, un toque profundamente cinematográfico, una visión algo más arriesgada, una propuesta acaso más decidida por un elemento concreto. No deja de ser el seguimiento a un detective que intenta hacer lo que puede mientras el criminal, muy confiado él, cree tener dominada la situación por completo.
Con todo lo que he dicho, me ha gustado "Dark Figure of Crime" y la recomiendo bastante. Su tramo final me parece muy bello, también triste, pero bello por sobre todo, porque nos vamos dando cuenta de algo: esta película no trata, en realidad, sobre persecuciones, atmósferas asfixiantes, escenas impactantes, al menos no de forma primordial; esta película es sobre la verdad, nos cuenta la historia de una persona que, enfrentada a algo terrible (unos asesinatos no resueltos, casos que nadie quiere reabrir por razones puramente egoístas), decide hacer lo correcto y llevar esa misión hasta las últimas consecuencias, aunque le cueste todo lo que tenga: encontrar la verdad; encontrar respuestas; dar algo de justicia a aquellos que murieron (o desaparecieron sin conocerse su destino final), a sus amigos o familiares. En ese último tramo la película crece enormemente, porque lo sabemos, aún hay personas cuyos paraderos y destinos no se conocen, aún hay personas que se preguntan qué fue de su padre o madre, de su hermano o hermana, de su amigo o amiga, y aún hay personas que hacen lo que pueden para enfrentarse a la maquinaria, cruel e inhumana, que avala esos crímenes, los encubre y, ciertamente, protege a sus perpetradores, sea un vulgar don nadie o tropas de hienas protegidas por la impunidad. (A todo esto, he ido recordando algunas películas estos días: "ACAB - All Cops Are Bastards", de Stefano Sollima; "Hyena", de Gerard Johnson; y "Detroit", de Kathryn Bigelow.)
No será una película que destaque por tener una gran maestría cinematográfica, puede que durante casi todo el metraje su realización y escritura sean solventes aunque rutinarias, y que su director descanse más de la cuenta en la calidad de su protagonista, sin embargo "Dark Figure of Crime" contiene una profunda lección de humanidad (y no seré yo quien venga a escribirla), sublimada en un final que, por qué no, ahora sí puede estar a la altura de "Memories of Murder".
Bienaventurados los que buscan la Verdad contra viento y marea. El esfuerzo y el dolor de mucha gente no serán en vano.
Con todo lo que he dicho, me ha gustado "Dark Figure of Crime" y la recomiendo bastante. Su tramo final me parece muy bello, también triste, pero bello por sobre todo, porque nos vamos dando cuenta de algo: esta película no trata, en realidad, sobre persecuciones, atmósferas asfixiantes, escenas impactantes, al menos no de forma primordial; esta película es sobre la verdad, nos cuenta la historia de una persona que, enfrentada a algo terrible (unos asesinatos no resueltos, casos que nadie quiere reabrir por razones puramente egoístas), decide hacer lo correcto y llevar esa misión hasta las últimas consecuencias, aunque le cueste todo lo que tenga: encontrar la verdad; encontrar respuestas; dar algo de justicia a aquellos que murieron (o desaparecieron sin conocerse su destino final), a sus amigos o familiares. En ese último tramo la película crece enormemente, porque lo sabemos, aún hay personas cuyos paraderos y destinos no se conocen, aún hay personas que se preguntan qué fue de su padre o madre, de su hermano o hermana, de su amigo o amiga, y aún hay personas que hacen lo que pueden para enfrentarse a la maquinaria, cruel e inhumana, que avala esos crímenes, los encubre y, ciertamente, protege a sus perpetradores, sea un vulgar don nadie o tropas de hienas protegidas por la impunidad. (A todo esto, he ido recordando algunas películas estos días: "ACAB - All Cops Are Bastards", de Stefano Sollima; "Hyena", de Gerard Johnson; y "Detroit", de Kathryn Bigelow.)
No será una película que destaque por tener una gran maestría cinematográfica, puede que durante casi todo el metraje su realización y escritura sean solventes aunque rutinarias, y que su director descanse más de la cuenta en la calidad de su protagonista, sin embargo "Dark Figure of Crime" contiene una profunda lección de humanidad (y no seré yo quien venga a escribirla), sublimada en un final que, por qué no, ahora sí puede estar a la altura de "Memories of Murder".
Bienaventurados los que buscan la Verdad contra viento y marea. El esfuerzo y el dolor de mucha gente no serán en vano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...