domingo, 26 de abril de 2020

Hatsukoi - 2019


Director: Takashi Miike



Bien, acá otra película que formó parte de mi lista de juguete con lo mejor del 2019. La última película que ha estrenado Takashi Miike, prolífico director de cine que recientemente ha estado, diría, más tranquilo a la hora de encadenar proyectos, dado que en los últimos años ha estado estrenando "sólo" dos y a veces una película por año, cuando en otros tiempos podía hacer entre tres y cinco títulos cada 365 días. Con todo lo numerosa (y excesiva y exagerada) que es su filmografía, "First Love" (según el traductor de Google, perfecta y literal traducción de su título original en japonés: Hatsukoi) es la segunda película suya que vemos por acá, y nos ha gustado, no realmente para estar en una lista de lo mejor del año (si nos ponemos serios), a menos, claro, que su inclusión obedezca a un dulce capricho personal. En todo caso, que no haya espacio para malentendidos: "First Love" es una película entretenidísima y endiabladamente divertida (que viene a significar lo mismo); un extravagante y socarrón cóctel de violencia y sencillo humor negro repleto de llamativos personajes, un enredo de drogas del que no se salva ni Dios y un relato dueño de un ritmo arrollador que, secuencia tras secuencia, no da espacio para el descanso, aunque sorprende con sus nobles momentos de tierna solidaridad y humanidad, los justos y necesarios para contrapesar la asumida ligereza de la trama. El asunto va sobre un joven y prometedor boxeador, que no tiene motivaciones para vivir (que vive solamente por inercia), cuya vida da un brusco vuelco al encontrarse con una prostituta adicta a las drogas, sufriendo los embates de una abstinencia forzada y que, para más remate, es el chivo expiatorio de un enredado plan yakuza sobre drogas, traiciones y una guerra sino-japonesa de gángsters que gira en torno a la despistada muchacha. Hay asesinos alcohólicos, policías corruptos, yakuzas con dobles máscaras, en fin, todo un puñado de personajes que va tras... bueno, lo que les digan: se dejan llevar por el macguffin del enredado plan, pues como personajes no brillan por la construcción más compleja, pero eso ya lo sabíamos. En concreto: la trama es entretenida y se pasa volando, los personajes son numerosos pero reconocibles así que es imposible marearse o confundirse, las escenas de tiros y persecuciones y todo eso están rodadas con tino, pulso y energía (a grandes rasgos estamos ante una película muy bien dirigida, con  una puesta en escena bien pensada y ejecutada: el oficio de Miike, que sin embargo se nota que no está en piloto automático: puede apreciarse su entusiasmo al momento de poner la cámara e idear la escena), el componente romántico no es ni cursi ni meloso y hasta diría que ni siquiera es romántico (en su sentido más convencional y simplón), el muchacho protege a la chica no porque quiera algo a cambio de ella, sino porque algo, hacer lo correcto, lo impulsa a defenderla cuando nadie más lo hace, y el tono, que mezcla la comedia negra con la imaginería criminal, es el acertado y, ejem, no desentona en ningún momento homenajeando, supongo, al cine de los hermanos Coen (principalmente).
No estamos ante una maravilla, claro, pero da gusto ver películas que, si bien su fin no es más que el sano y desenfadado entretenimiento, se preocupan de tener su buen toque de calidad (aunque no sea perfecta; si nos ponemos fijones, toda la facción china podría decirse que está metida con calzador, pero no pienso de esa forma aunque comprendería el porqué lo dicen) y respeto por el espectador. El reparto es desigual en cuanto a rendimiento (dos o tres, para algunos varios más, recurren a mucho histrionismo, el que curiosa y afortunadamente está dentro del rango del tono de la propuesta), pero en sus interpretaciones también se aprecia ese respeto por un trabajo bien hecho. Desde luego, el mejor de todo es el jefe yakuza, el de la espada, que parece sacado de un drama más profundo y sublime, y sin embargo encaja a la perfección con sus maneras y estilo. En fin...
Totalmente recomendada. Disfrútenla. Y qué bonito final, ¿no?
"Fisrt Love", así se llama.

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