domingo, 19 de diciembre de 2021

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No les voy a mentir con que no estoy nervioso, porque sí lo estoy. Estoy nervioso; tengo nervios de que un nazi gane la elección presidencial mañana.

No quiero que gane un nazi.

No quiero que gane alguien que defiende la dictadura de Pinochet, sus atrocidades, su modelo social y económico.

No quiero que gane alguien que quiere aumentar la edad de jubilación, que quiere hacer que los viejos y viejas sigan trabajando todavía más.

No quiero que gane alguien que quiere disminuir el sueldo de los trabajadores y trabajadoras, que quiere mantener el actual modelo de pensiones y no sólo eso, sino que obligar a los trabajadores y trabajadoras a pagar de su propio bolsillo lo que incluso ahora pagan los empleadores.

No quiero que gane alguien que quiere indultar a criminales de lesa humanidad, presos por haber asesinado y violado y torturado, entre otros crímenes, a hombres y mujeres, de todas las edades. Entre ellos, un sujeto, homenajeado por "ese candidato", que alguna vez saltó sobre el vientre de una mujer embarazada.

No quiero que gane un ser mentiroso y mezquino que reniega de cada alimaña fascista que salta a primera página por el hedor de su inhumanidad e inmoralidad; que inventa y alimenta tantas noticias falsas que ya es imposible seguir un conteo.

No quiero que gane alguien de lado del sucio, cochino e inmundo poder económico; alguien que quiere hacer que los multimillonarios paguen todavía menos impuestos, aumentándolos a las personas comunes y corrientes, a la clase media, a los pobres y a los pequeño-burgueses que juran ser parte de esa élite que también se aprovecha de sus burdas pantomimas aspiracionales.

No quiero que gane alguien que quiere usar los impuestos recaudados para financiar militares, policías y demás instituciones podridas y asesinas, en lugar de destinarlas a políticas públicas y sociales en beneficio de las personas menos favorecidas y con menores accesos a oportunidades mínimas para llevar una vida lo suficientemente digna.

No quiero que gane alguien que quiere achicar el Estado, alguien que quiere empobrecer el Estado, alguien que será incapaz de recaudar dinero suficiente para financiar todas sus ridículas promesas populistas, alguien que le quitará poder de acción a una entidad que debe protegernos, no abandonarnos como quiere él.

No quiero que gane alguien que no sabe el significado de la palabra libertad. Tampoco de la palabra democracia.

No quiero que gane alguien lleno de odio y maldad en cada poro de su ser.

No quiero que gane alguien con propuestas destinadas explícitamente a ir en contra de mujeres y minorías.

No quiero que gane alguien que vende la naturaleza y los animales al mejor postor, diciendo, textualmente, que "los animales deberán encontrar la forma de pagar su derecho a existir" (sic).

No quiero que gane un ser ignorante que no respeta ni su propio programa, que se contradice según le convenga.

Y podría seguir y seguir, pero tampoco quiero pensar mucho al respecto. Simplemente no quiero que gane alguien como él.

La derecha es un monstruo siempre al acecho, y hace rato que están a la caza, dispuestos a todo como no se veía desde hace unos cincuenta años...

Espero que, mañana en la noche, pueda sentir alivio, tranquilidad y, quién sabe, esperanza... tan sólo un poco de esperanza...

1 comentario:

  1. Genial!
    Estoy leyendo los q alcance.. y me encuentro con esta hermosura.
    Empecé a seguirte buscando críticas de Archipélago, de Pablo Perelmann
    No veo tus rrss
    se puede?
    Gracias!

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Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...