miércoles, 20 de noviembre de 2013

Before the devil knows you're dead - 2007


Director: Sidney Lumet

  Sidney Lumet dirigió este potente drama cuando ya tenía 83 años, el cual finalmente sería su último film -murió el 2011-, terminando una numerosa y variada filmografía con excelentes películas -las más famosas son "Dog Day Afternoon", "Network", su debut "12 angry men", entre otras más-. Y, sin duda, este es un gran filme con el cual terminar una excelente carrera como cineasta. Un enorme testamento, como se dice.


"Ojalá pases media hora en el cielo, antes de que el diablo sepa que has muerto"
(proverbio irlandés)


  Luego de la primera escena de sexo entre Andy y su esposa Gina, se nos presenta ese proverbio irlandés, que resume y contiene perfectamente todo lo que pasa en el filme. Contiene todo el dolor, la miseria, el sufrimiento, la maldad, la cobardía, el odio, la decepción, entre otros sentimientos, que el filme transmite después en el visionado. Porque lo que vemos es cómo unos personajes rotos pierden poco a poco lo que los mantiene a flote, y en algunos casos, hasta su humanidad.

  Esta mezcla de drama -de aquellos que pegan fuerte- y thriller criminal trata sobre lo siguiente: Andy insta a su hermano Hank a que roben la joyería de sus padres, ya que ambos necesitan el dinero con suma urgencia. Lo que inicialmente parece mala idea, parece cobrar sentido ante el control y seguridad de Andy, pero, para desgracia de todos -y cuando digo todos, es realmente todos-, las cosas salen tremendamente mal. Imaginen cuán grave puede ser la situación, y luego multipliquen eso por diez. Obviamente, este es el punto de partida, y lo que viene después es una caída a lo más bajo, al infierno o peor que eso.


  Como quizás ya hayan notado, este filme me parece genial, una joya de la cual no me aburro de ver. De hecho, cada vez encuentro este filme más potente. Y esto es gracias a la suma de sus partes, ya que da la impresión de que los involucrados estaban totalmente inspirados, como si supieran que iba a ser el último filme de este gran cineasta neoyorkino.

  Parto por la dirección, obra del grande de Sidney Lumet. Como dije, estando ya en sus ochenta dirige este excelente filme, y se nota que sabe de sobra cómo dirigir, ya que lo hace con una soberbia mayúscula, una energía desbordante, y una elegancia que demuestra que no llevaba más de 50 años de carrera por nada.
La puesta en escena, la labor de las cámaras, la posición de ellas y qué es lo que se graba -en vez de otra cosa- y desde donde, demuestran que Lumet tiene un conocimiento y dominio admirable. Basta con ver la primera secuencia pre-robo para notar cuán calculado está todo, y con qué precisión se nos cuentan los hechos.
Y todo esto montado en orden no-cronológico. Primeros vemos la escena inicial, sin especificación de tiempo, luego el día del robo, luego tres días antes del robo -con determinado personaje-, luego cuatro días antes -y con otro personaje-, y así se nos va revelando poco a poco cuán atroz es todo lo que estamos viviendo con este filme. Uno piensa al inicio en el robo, "bueno, quizás no sea tan malo", pero luego, con el correr del metraje -en ese desorden temporal-, nos vamos dando cuenta de que nada puede ser peor que lo que pasa.
Vemos un talento consolidado a la hora de dejar que los planos nos cuenten algo, potenciado por el montaje que maneja todo esto para crear una tensión in crescendo que no te deja tranquilo hasta que vemos los créditos finales, musicalizados con maestría.


  La banda sonora es también otro de los puntos que más destaca, ya que cada pieza musical refleja fielmente lo que estamos viendo en el filme. Y lo potencia. Contiene todas las emociones que sentimos durante el visionado.
El responsable es Carter Burwell, quien sabe componer con oficio, y los filmes en que ha trabajado lo demuestran; en prácticamente todos los filmes de los hermanos Coen -desde esa pequeña genialidad que es "Blood Simple", la excelente "A serious man", hasta el western "True Grit"-, también en "In Bruges", otro excelente filme donde su música es una traducción perfecta del dolor de los personajes, y para otros conocidos cineastas.
Puede pasar desde la sublime tranquilidad inicial hasta una expectante preocupación, incluso en la misma escena. Si ya el filme por sí mismo es una montaña rusa de emociones, la banda sonora corona y finaliza una gran labor.

Y no puedo quedarme callado con respecto a la labor del excelente reparto.
Phillip Seymour Hoffman interpreta al disconforme y roto hermano mayor Andy, quien ideó el plan. Su talento a la hora de actuar llega a ser una cachetada a quien lo ve. La desesperación que transmite, junto con todo lo demás hace que se coma a todo el resto del reparto -tan inspirados como Hoffman-.
Ethan Hawke es el hermano menor Hank, un tanto cobarde, sin dinero y con mal empleo, se mete básicamente por la influencia de su hermano, y Hawke logra captar la debilidad de Hank ante cualquiera que ejerza cierta autoridad sobre él.
Albert Finney como el padre de los dos hermanos es el más débil en ciertos momentos, incluso llegando a cierta sobre actuación, aunque nunca excesiva, no llega a ser molesta, pero logra hace creíble el dolor de su personaje. Pero la actuación que entrega en el final-final del filme es lo que mejor hace -y reivindica en cierta manera-, ya que deja esa pequeña sobre actuación por una calma perturbadora, especialmente por ese acto tan horrible que está cometiendo.
Y también es digno de mención la labor de Michael Shannon, breve pero importante y contundente, y la de Marisa Tomei como la esposa de Andy, una mujer que necesita atención y buenos cuidados, pero que nunca deja de sentirse menospreciada.


  Estos tres factores hacen de esta caída a los infiernos una experiencia memorable. Lumet logra retratar con genialidad lo rota que está la familia protagonista, y cómo pierden poco a poco todo, hasta el final que es un golpe a las entrañas.
Por desgracia para ellos, parece que ni siquiera lograron estar media hora en el cielo, porque durante todo el filme están en cualquier lado menos en él. La historia es un infierno personal para cada uno. Y me pregunto, cuán difícil es esconderse del diablo si lo único que se hace es pecar en este mundo.

En fin, un filme inolvidable, si lo ven, no se arrepentirán -y también recomiendo ver más de este genial director, Sidney Lumet-.

2 comentarios:

  1. Esta pelicula es genial. Me encanta. Philip Seymour Hoffman es asombroso.

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    1. Uuff, el talento de Hoffman es tremendo, en esta peli ha estado espectacular. Esta peli es el perfecto broche de oro para la carrera de Sidney Lumet. Genial que te haya gustado, y eres la segunda que comenta en el blog, jaja. Vamos progresando xD.

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