Definitivamente el 2013 fue un muy buen año para el canadiense Villeneuve, de quien he comentado por acá sus películas Polytechnique y Prisoners, ambas muy distintas pero que demuestran que este es un director a considerar, especialmente con la primera, una película pequeña pero honesta y potente; no tan así la segunda, que a pesar de ser un muy buen thriller, bien escrito, dirigido y resuelto, terminaba siendo tramposo, además de tener la sobreexagerada actuación de Hugh Jackman -aclamada por muchos, demasiados- que no ayudaba mucho a empatizar con el padre. Aún así era una cinta muy disfrutable y sin duda mucho mejor que los thrillers de misterio del montón. Precisamente "Prisoners" es una de las películas que Villeneuve estrenó el año pasado, siendo "Enemy" la otra, claramente no para todos los públicos. Se ha exhibido en unos cuantos festivales y su estreno fue más o menos limitado, además la crítica no ha quedado muy encantada, pero eso a nadie le importa -o al menos no debería-. En cualquier caso, a mi me ha gustado mucho y me he dejado llevar fácilmente por los recovecos de este intrincado laberinto.
Jake Gyllenhaal es un hombre común y corriente, un tranquilo profesor de historia que se la pasa entre su lugar de trabajo y su departamento, y que tiene una bellísima novia con la que tira cada noche -vaya suerte la suya-. Una rutina que ha succionado las emociones de la vida, pero que al menos le da de comer. De repente, un día como cualquier otro, Adam descubre que hay otro sujeto igual a él, pero exactamente igual. Tal hallazgo lo perturba completamente y desde entonces su vida comienza a dar giros bruscos y volverse toda una pesadilla cada vez más compleja y asfixiante.
Villeneuve tiene buena mano y buen ojo. De ello no se puede dudar. Definitivamente sabe como desarrollar un misterio, una inquietud, una ruptura en lo sensorial y en lo perceptivo. El misterio le queda como anillo al dedo y siempre logra dotar a sus filmes de una atmósfera densa que en sus mejores momentos no te deja respirar y en los demás te aturde constantemente, siempre jugando con tu mente, haciendo las cosas más interesantes. Incluso en "Polytechnique", que no es una película de misterio ni tampoco un thriller, se las arregla para generar una atmósfera enrarecida, recurriendo a un minimalismo que busca disminuir la tensión para no manipular al espectador, pero que aún así termina siendo una experiencia potente y lo mejor, sencilla. Estas películas -aún me falta ver Incendies y las dos primeras que hizo- confirman a Villeneuve como un tremendo director que dirige con personalidad, cada vez puliendo más y más su lenguaje cinematográfico, de él y nadie más. Puede que no sea 100% un autor en tanto no escriba todos los guiones que dirige, pero ciertamente sus filmes no serían igual de buenos e intensos si otro sujeto hubiese estado detrás de las cámaras; y por eso mismo puedo decir que son sus películas. Es la prueba clara de que este tipo no dirige mirando un manual, sino siguiendo su propio estilo, tan sobrio a la vez que cuidado y elegante.
"Enemy" se basa en la novela "El hombre duplicado" de José Saramago, cuyas historias suelen partir de acontecimientos puntuales que rompen con lo normal, lo cotidiano, incluso lo real, para luego seguir un enrevesado camino lleno de intrigas y hechos inexplicables. Esta vez no es la excepción, y esta compleja trama se potencia enormemente con el gran talento para dirigir que tiene Villeneuve. En todo momento, durante los noventa minutos de metraje, "Enemy" no deja de ser nunca un filme extraño, sórdido e hipnotizante. Su oscura y densa atmósfera juega constantemente con la ambigüedad inherente de esta historia ¿Es real lo que estamos viendo? ¿Es una ensoñación, una pesadilla? No he leído la novela de Saramago, pero me parece que es importante el cambio de título entre una plataforma y otra -usualmente el nombre del libro es el mismo que el de su adaptación-; el título de la novela se centra más en el hecho en sí, del hombre duplicado -probablemente siguiendo derroteros distintos a los de la cinta de Villeneuve-. La película, por otro lado, alude a un enemigo. Sencillo, Adam el profesor es enemigo de su versión duplicada, Anthony el actor de tercera categoría. Bueno, en realidad las cosas no son así de fáciles. Claro, puede que a simple vista esto parezca ser una especie de enfrentamiento entre dos sujetos idénticos cuyas vidas cambian por completo al percatarse de que existe un tipo igual a ellos, tipo que puede lucir como una amenaza, pero la película es mucho más psicológica de lo que cualquiera pensaría, y así va quedando claro a medida que los minutos corren, especialmente porque la trama en sí que se va desarrollando es bastante sencilla en la línea de acontecimientos, pero compleja y profunda en lo subyacente, en sus significados y en todos los símbolos que constantemente aparecen en pantalla, así como las composiciones ambiguas y ciertas escenas que parecen dar respuestas pero que finalmente terminan por generar más preguntas. Son dos planos distintos los que se van desarrollando.
"Enemy" no es una película fácil. Claramente tiene una intención dramática, pero a partir de éstas surgen un montón de interpretaciones y significados. No voy a entregar mi interpretación, principalmente porque no se me ocurre mucho que decir, aunque los elementos están ahí. Uno que me parece sumamente interesante es la figura de la araña, constantemente apareciendo en distintos tamaños y formas: la que más me gustó fue la de ciudad. Así es, ciudad; constantemente vemos planos de los grandes, grises y monótonos edificios, planos generales donde de vez en cuando se asoma abundante niebla, aunque lo más llamativo es la forma en que se unen e interceptan los cables: como una telaraña. Una gran telaraña formada a lo largo y ancho de una ciudad sin nombre específico, en la cual está atrapada la población, pero particularmente nuestro protagonista, además atrapado en su propia pesadilla personal, probablemente una oscura fantasía suya, o quizás un doloroso despertar. Porque no vayamos con cosas, el que el físico sea exactamente el mismo en ambos sujetos nos lleva a un plano más complejo e intrincado, tanto como un laberinto: el plano mental. Después de todo, y tal como se encarga de demostrarlo constantemente la película -a través de sus planos, de sus diálogos, de su montaje, de las actuaciones, de todos los elementos narratológicos a fin de cuentas-, este es un problema psicológico. Es tarea del espectador armar el rompecabezas, salir del laberinto, no perderse en los recovecos. Es tarea del espectador ponerle orden a este caos.
Más allá del rico ingrediente polisémico de la película, una cosa que me agradó bastante y que me hizo el visionado ameno y muy digerible -se me pasó volando, estuve toda la película entretenido y enganchado- es esa extraña y efectiva mezcla de carácteres: lo delirante con lo hilarante, el terror con lo cómico, lo lógico con lo absurdo, lo real con lo surreal. "Enemy" es una pesadilla, eso ya lo he dejado claro. Pero es una pesadilla donde hay espacio para lo ridículo y lo absurdo. A veces unas situaciones me parecían realmente graciosas por cómo se comportaban determinados personajes; y es que el tener que explicarse a sí mismo o a otros que existe un sujeto con tu misma voz y mismo cuerpo puede resultar directamente hilarante. Así, entre las graves confusiones mentales del profesor de historia y sus indagaciones sobre este actor de tercera categoría, de repente nos encontramos estos ya mencionados momentos graciosos. A mi me han encantado, y como conjunto todo lo demás también. Los momentos eróticos, los más intensos, los veloces, los pausados -los más hipnóticos, en mi opinión-, los intrigantes, los de misterio, etc., todos ellos están ejecutados con maestría. Destaco especialmente la capacidad para generar incomodidad que tiene Villeneuve y también la actriz Sarah Gadon; las escenas en las que ella aparece, con esa mirada tan profunda e intrigante son espectaculares, especialmente aquella que está cerca del final, cuando con una toma larga -y casi innerte: la cámara y ella misma- podemos notar lo que está pasando dentro de la mente de su personaje. Nunca a ciencia cierta, pero sí a grandes rasgos: descubrimientos, aceptaciones, etc. Segundos que se hacen minutos, insoportables en el buen sentido: ¿qué pasa por su mente? ¿qué hará ella, qué hará él? Probablemente una de las escenas más infartantes del filme entero.
En el apartado actoral Jake Gyllenhaal está, nuevamente, tremendo un su actuación. Mélanie Laurent no me ha gustado tanto en su labor, aunque no voy a negar que es toda una belleza, y que aparezca desnuda es un gran aliciente. Sarah Gadon, como dije, está genial. Nada más que decir sobre ella. Y ojo, no hay que dejar de lado el notorio parecido físico que hay entre las actrices -ambas rubias, ojos claros, bellas-, en contraposición con las diferencias personales.
Otro elemento que aporta al carácter pesadillesco de la película es la impecable banda sonora, perfecta amalgama entre misterio y absurdo. A veces daba la impresión de que estábamos ante una comedia negra en la cual su protagonista no se enfrenta ante un complejo drama psicológico, sino ante situaciones desopilantes que sacarían de sus casillas a cualquiera. Lo cierto es que lo que sucede es para volarte la cabeza, el cerebro, lo que sea, pero por muy hilarante que a veces llegue a ser, en el fondo es una pesadilla compleja llena de simbolismos y significados. Una araña, una mujer, un hombre, personalidades, una madre, una ciudad, un sentimiento, una clase de historia, una rutina, etc. Todos elementos conjugados en una historia de una sujeto lleno de miedos e inseguridades, cuyos problemas encuentran origen en su propia psiquis y en su consciencia perturbada.
Lo dicho, "Enemy" es una película extraña pero completamente cautivadora. A mi me ha encantado por completo. El visionado se me ha pasado volando a pesar del ritmo pausado con el que está contada la película. Este es tremendo mérito, enganchar así de poderosamente a un espectador. Y además contamos con el tremendo talento tras las cámaras de Villeneuve, dueño de una capacidad narrativa y cinematográfica tremenda, usada en esta ocasión para contar una historia sencilla en su premisa y planteamientos, pero compleja y laberíntica en su desarrollo. Yo la recomiendo a ojos cerrados, aunque todo depende de qué tipo de películas te gusten; esta no es para todos los paladares. Pero de que es buenísima, lo es.
"Enemy" se basa en la novela "El hombre duplicado" de José Saramago, cuyas historias suelen partir de acontecimientos puntuales que rompen con lo normal, lo cotidiano, incluso lo real, para luego seguir un enrevesado camino lleno de intrigas y hechos inexplicables. Esta vez no es la excepción, y esta compleja trama se potencia enormemente con el gran talento para dirigir que tiene Villeneuve. En todo momento, durante los noventa minutos de metraje, "Enemy" no deja de ser nunca un filme extraño, sórdido e hipnotizante. Su oscura y densa atmósfera juega constantemente con la ambigüedad inherente de esta historia ¿Es real lo que estamos viendo? ¿Es una ensoñación, una pesadilla? No he leído la novela de Saramago, pero me parece que es importante el cambio de título entre una plataforma y otra -usualmente el nombre del libro es el mismo que el de su adaptación-; el título de la novela se centra más en el hecho en sí, del hombre duplicado -probablemente siguiendo derroteros distintos a los de la cinta de Villeneuve-. La película, por otro lado, alude a un enemigo. Sencillo, Adam el profesor es enemigo de su versión duplicada, Anthony el actor de tercera categoría. Bueno, en realidad las cosas no son así de fáciles. Claro, puede que a simple vista esto parezca ser una especie de enfrentamiento entre dos sujetos idénticos cuyas vidas cambian por completo al percatarse de que existe un tipo igual a ellos, tipo que puede lucir como una amenaza, pero la película es mucho más psicológica de lo que cualquiera pensaría, y así va quedando claro a medida que los minutos corren, especialmente porque la trama en sí que se va desarrollando es bastante sencilla en la línea de acontecimientos, pero compleja y profunda en lo subyacente, en sus significados y en todos los símbolos que constantemente aparecen en pantalla, así como las composiciones ambiguas y ciertas escenas que parecen dar respuestas pero que finalmente terminan por generar más preguntas. Son dos planos distintos los que se van desarrollando.
"Enemy" no es una película fácil. Claramente tiene una intención dramática, pero a partir de éstas surgen un montón de interpretaciones y significados. No voy a entregar mi interpretación, principalmente porque no se me ocurre mucho que decir, aunque los elementos están ahí. Uno que me parece sumamente interesante es la figura de la araña, constantemente apareciendo en distintos tamaños y formas: la que más me gustó fue la de ciudad. Así es, ciudad; constantemente vemos planos de los grandes, grises y monótonos edificios, planos generales donde de vez en cuando se asoma abundante niebla, aunque lo más llamativo es la forma en que se unen e interceptan los cables: como una telaraña. Una gran telaraña formada a lo largo y ancho de una ciudad sin nombre específico, en la cual está atrapada la población, pero particularmente nuestro protagonista, además atrapado en su propia pesadilla personal, probablemente una oscura fantasía suya, o quizás un doloroso despertar. Porque no vayamos con cosas, el que el físico sea exactamente el mismo en ambos sujetos nos lleva a un plano más complejo e intrincado, tanto como un laberinto: el plano mental. Después de todo, y tal como se encarga de demostrarlo constantemente la película -a través de sus planos, de sus diálogos, de su montaje, de las actuaciones, de todos los elementos narratológicos a fin de cuentas-, este es un problema psicológico. Es tarea del espectador armar el rompecabezas, salir del laberinto, no perderse en los recovecos. Es tarea del espectador ponerle orden a este caos.
Más allá del rico ingrediente polisémico de la película, una cosa que me agradó bastante y que me hizo el visionado ameno y muy digerible -se me pasó volando, estuve toda la película entretenido y enganchado- es esa extraña y efectiva mezcla de carácteres: lo delirante con lo hilarante, el terror con lo cómico, lo lógico con lo absurdo, lo real con lo surreal. "Enemy" es una pesadilla, eso ya lo he dejado claro. Pero es una pesadilla donde hay espacio para lo ridículo y lo absurdo. A veces unas situaciones me parecían realmente graciosas por cómo se comportaban determinados personajes; y es que el tener que explicarse a sí mismo o a otros que existe un sujeto con tu misma voz y mismo cuerpo puede resultar directamente hilarante. Así, entre las graves confusiones mentales del profesor de historia y sus indagaciones sobre este actor de tercera categoría, de repente nos encontramos estos ya mencionados momentos graciosos. A mi me han encantado, y como conjunto todo lo demás también. Los momentos eróticos, los más intensos, los veloces, los pausados -los más hipnóticos, en mi opinión-, los intrigantes, los de misterio, etc., todos ellos están ejecutados con maestría. Destaco especialmente la capacidad para generar incomodidad que tiene Villeneuve y también la actriz Sarah Gadon; las escenas en las que ella aparece, con esa mirada tan profunda e intrigante son espectaculares, especialmente aquella que está cerca del final, cuando con una toma larga -y casi innerte: la cámara y ella misma- podemos notar lo que está pasando dentro de la mente de su personaje. Nunca a ciencia cierta, pero sí a grandes rasgos: descubrimientos, aceptaciones, etc. Segundos que se hacen minutos, insoportables en el buen sentido: ¿qué pasa por su mente? ¿qué hará ella, qué hará él? Probablemente una de las escenas más infartantes del filme entero.
En el apartado actoral Jake Gyllenhaal está, nuevamente, tremendo un su actuación. Mélanie Laurent no me ha gustado tanto en su labor, aunque no voy a negar que es toda una belleza, y que aparezca desnuda es un gran aliciente. Sarah Gadon, como dije, está genial. Nada más que decir sobre ella. Y ojo, no hay que dejar de lado el notorio parecido físico que hay entre las actrices -ambas rubias, ojos claros, bellas-, en contraposición con las diferencias personales.
Otro elemento que aporta al carácter pesadillesco de la película es la impecable banda sonora, perfecta amalgama entre misterio y absurdo. A veces daba la impresión de que estábamos ante una comedia negra en la cual su protagonista no se enfrenta ante un complejo drama psicológico, sino ante situaciones desopilantes que sacarían de sus casillas a cualquiera. Lo cierto es que lo que sucede es para volarte la cabeza, el cerebro, lo que sea, pero por muy hilarante que a veces llegue a ser, en el fondo es una pesadilla compleja llena de simbolismos y significados. Una araña, una mujer, un hombre, personalidades, una madre, una ciudad, un sentimiento, una clase de historia, una rutina, etc. Todos elementos conjugados en una historia de una sujeto lleno de miedos e inseguridades, cuyos problemas encuentran origen en su propia psiquis y en su consciencia perturbada.
Lo dicho, "Enemy" es una película extraña pero completamente cautivadora. A mi me ha encantado por completo. El visionado se me ha pasado volando a pesar del ritmo pausado con el que está contada la película. Este es tremendo mérito, enganchar así de poderosamente a un espectador. Y además contamos con el tremendo talento tras las cámaras de Villeneuve, dueño de una capacidad narrativa y cinematográfica tremenda, usada en esta ocasión para contar una historia sencilla en su premisa y planteamientos, pero compleja y laberíntica en su desarrollo. Yo la recomiendo a ojos cerrados, aunque todo depende de qué tipo de películas te gusten; esta no es para todos los paladares. Pero de que es buenísima, lo es.
"El caos es un orden aún no descifrado"
Lluvia de capturas
Yo esperaba con ansias esta película porque coincido con que Villeneuve es un director a tener en cuenta. A mí me cautivó con "Incendios" y "Prisioneros" me parece un excelente thriller aunque coincido en que la trama es un poco engañosa. Sin embargo siento que hay algo en "Enemigo" que no termina de cuajar. No sabría decir exactamente qué, creo que hay muchos puntos en que la película insinúa cosas que al dejarlas al aire quedan como si no llegaran a ninguna parte. Y es sin duda muchas reflexiones íntimas cuesta transmitirlas en pantalla, y aunque me parece una película interesante y hay muchos puntos que me gustaron, no diría que me pareció excelente e incluso sentí que le faltaba asestar un último golpe.
ResponderBorrarDespués de verla me decidí a leer la novela, "El hombre duplicado", que es una maravilla, y resultó un ejercicio muy interesante seguir la posible lectura de Villeneuve (de la que luego leí entrevistas y más). Es interesante, como mencionas, su elección del título, y también el manejo que hace en ciertos campos, que por desgracia se enriquecen más cuando uno conoce las cientos de páginas después. Con todo también ahí me encontré que él hizo una lectura muy distinta a la que yo creí entender entre las intenciones de Saramago y que quizás hayan influido en mi percepción del resultado.
En fin, espero puedas ver pronto "Incendios" que es una maravilla.
Saludos.
A decir verdad he leído bastantes comentarios que señalan lo mismo que tú: la película se enriquece con la lectura de la novela de Saramago, o quizás ambas son un tanto distintas en lo que sugieren con el desarrollo más avanzado -lo que hace esperar cosas distintas-; no sabría decirlo sin leer la novela. Me gustaría leer la novela de Saramago, pero no la tengo a mano, y la verdad es que no me gusta mucho leer en pdf. Para más adelante será. Comparto un poco lo del último golpe, ya que la secuencia del accidente se me hizo un poco temprana; pensaba que los planes de Anthony se iban a extender más y que las cosas se iban a poner aún más feas -cuando el actor volviera a su hogar para ver que Adam está en la cama con su señora-. Me imaginé mucho más y de repente ¡zas!, el choque. De todas formas, el plano final -o penúltimo- ya es bastante golpeador, jeje. Como sea, aunque pensé que iban a pasar más cosas, me di por satisfecho -cuando la esposa embarazada mira a los ojos a Adam y se da cuenta del cambio me parece notable- porque me entretuve todo el metraje y me sentí enganchado siempre. Y, desde luego, Incendies debería venirse pronto; no me gusta mucho tener pendiente la filmografía de un director -y menos cuando es más o menos corta-.
BorrarSaludos.