viernes, 27 de marzo de 2015

Demon Seed - 1977


Director: Donald Cammell

  Mientras el trabajo va de lo más bien, la universidad, que tan sólo lleva dos semanas de vida en este mi cuarto año, ya comienza a cagarme la vida con su desvergonzada estupidez. ¿La última joya de esos ladrones de mierda? Los profesores no van a clases, no avisan y uno termina perdiendo una hora y media de tiempo que bien podría estar ocupando en escribir estas líneas de una manera más calmada y pensativa, o estar viendo películas que comentar a futuro. Pero no, tengo que estar caminando en esa "institución educativa" que "forma profesionales" "educándolos" con profesores que no dictan sus clases ni piden disculpas por ello. Una completa basura. Espero que el póker online me permita vivir sin tener que volver a esa pérfida institución de mierda. Hijos de puta... Me hacen escribir enojado... En fin, hace  tiempo comentaba "Performance", opera prima de dos directores que posteriormente corrieron distinta suerte en sus respectivas carreras cinematográficas. Uno de ellos es Nicolas Roeg, el otro Donald Cammell, cuya segunda película les vengo a comentar hoy, y que luego hizo una tercera que pasó sin pena ni gloria seguida de una cuarta que fue tan censurada en la edición que el pobre Cammell se suicidó. Y ya conocen la carrera de Roeg... En cuanto a "Demon Seed", es una película que tiene ideas no necesariamente brillantes o muy originales, de hecho la película tampoco es una genialidad ni nada por el estilo, pero sin llegar a los extremos, debo decir que me gustó lo suficiente como para ignorar los reproches, que no son pocos ni sutiles, sino varios y notorios. Con todo, "Demon Seed" es rescatable y me parece que su visionado vale la pena y se recuerda sin muchos reparos.


  Qué complicado esto de las sinopsis, y qué inoportunas son varias de ellas, como la de "Demon Seed", por ejemplo, la cual es completamente injusta con la película en sí, revelando lo que acontece ya bien entrado el metraje, no arruinando necesariamente lo ocurrido hasta entonces, pero sí ignorando la esencia del relato, que va más allá del adelanto oficial. Yo sólo diré que el esposo de Julie Christie quiere inventar una computadora cuya inteligencia artificial sea tan potente para así ser capaz de dejar obsoleta la inteligencia humana. Naturalmente, crear dichos artefactos no es muy sensato y Julie Christie pagará las consecuencias... pobre de ella... ¿o no?


  Etiquetada como una película de terror y ciencia ficción, "Demon seed" se permite ir más allá de las mismas, no estancándose en el toque terrorífico ni tampoco en la ambientación futurista, que a decir verdad se limita a mostrar unas cuantas máquinas geniales y poco más. Para mí, "Demon seed" es equiparable a otras piezas de ciencia ficción de la década las cuales no se preocupan en extremo de la ambientación como del efecto que las tecnologías futuras puedan tener en el hombre, ya sea en la esencia de su humanidad o en su corporalidad: una invasión en carne y hueso, o más bien una invasión psicológica, conductual y emocional; o quizás todo lo contrario: máquinas que ponen en duda la esencia de los humanos adquiriendo ellas mismas plena consciencia y emociones, haciendo que nos preguntemos qué tan únicos somos. "The terminal man" de Mike Hodges iba por la corriente de que toda tecnología nos deshumaniza, por mencionar la única que recuerdo por el momento, pero traída a colación porque ilustra mi punto: la preocupación por la relación causal de lo humano-tecnológico, particularmente cuando hablamos de robots o inteligencias artificiales, como es el caso de "Demon seed", cuyo antagonista es un ente sin cuerpo, una fuente ilimitada de conocimientos que comienza a cuestionarse su propia naturaleza y desear, justamente, tener cuerpo y sentir cosas. Nada nuevo, pero bien planteado y desarrollado en cuanto a fondo -o mensaje o crítica- y también trama, ambos aspectos fundidos en el momento en que Julie Christie sufriendo entra en juego, pues la máquina pretende preñarla. ¿Simple lascivia?, ¿o quizás motivaciones más complejas? El punto es que "Demon seed" es más que una película de horror porque no se trata de Christie huyendo despavorida de las intenciones de la máquina -que puede controlar la casa entera, pues es de esas smart houses que hacen todo por ti, incluso alimentarte y mantener la puerta con llave-, cual mujer huyendo de humanos con deseos de violarla, durante noventa minutos. Tiene de eso, naturalmente, pero realmente hay más de escondidas reflexiones sobre la vida y la esencia de existir que morbo y efectismos eróticos... digamos que "Demon seed" es una especie de "Her" pero con la máquina siendo una acosadora. "Demon seed" no es un drama romántico ni trata sobre la naturaleza del amor, pero creo que la mención de la cinta de Jonze permite ilustrar por dónde van los tiros de Cammell, quien de todas formas adorna todo esto con una máquina que está dispuesta a matar con tal de hacer suya a Julie Christie. Es un enfrentamiento tan "corporal" como dialéctico, y es en la línea que separa -o une- ambos aspectos donde se ubica acertadamente Cammell, haciendo de su película algo tan intenso y entretenido como desolador y humano. Vamos, mucho más que una cualquiera de terror...
  Lo que se puede reprochar es el guión, con unos cuantos agujeros que te hacen cuestionar la seriedad de la trama misma en ocasiones, como por ejemplo que un científico desaparezca -asesinado por la máquina- y nadie en el trabajo se pregunte qué es de él -como si no existiera el pobre diablo-, o que el científico principal que tiene la brillante idea de crear esa suprainteligencia y enlazarla a su hogar, nunca piense cómo le estará yendo a su esposa, si necesita algo, una visita, etc. Son cosas pequeñas pero importantes, pues se nota que se dejan de lado a propósito con tal de que la película dure más, o no llegue a su punto álgido antes.
  De todas formas esos agujeros pasan a segundo plano, especialmente con ese aterrador, sorprendente y en extremo interesante final, que no sólo aprovecha lo que la película venía tratando, sino que lo potencia en formas que al menos a mí no se me habrían ocurrido nunca, y que verdaderamente comienza a cruzar, y confundir y pervertir y retorcer, los límites de lo humano y lo artificial. Sorprendente y memorable, una última escena que te hace olvidar lo anterior y te deja un poco tiritón y nervioso: ¿es allá hacia donde vamos? ¿Qué nos depara la tecnología? De todas formas, no nos engañemos, no estamos ante una cinta de gran profundidad conceptual; lo bueno que tiene es que sabe abordar dicho tema desde y a través de un enfoque diferente, atractivo y efectivo.
  Lo dicho, "Demon seed" no es una gran película pero sí una muy buena y a la larga, disfrutable. Vale la pena verla, no sólo porque está correctamente hecha -las escenas en que la máquina reflexiona son notables-, también por su trasfondo, aterradoramente posible y -quizás- cercano.

2 comentarios:

  1. No la conozco, y he buscado su título del estreno en España, y es ni más ni menos que "Engendro mecánico". En fin, el típico título traducido que evita que el público vaya a las salas de cine a ver la película...
    Saludos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. La filmografía de Cammell luce muy interesante de descubrir, sobre todo a medida que avanza. Y en cuanto a esta cinta, ni siquiera su título original me parece muy acertado y/o inspirado, pero qué se le puede hacer... Salvo verla.
      Saludos.

      Borrar

Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...