viernes, 14 de agosto de 2015

A simple plan - 1998


Director: Sam Raimi

  No es de extrañar que Bill Paxton vuelva a aparecerse por acá, es que le he agarrado tanto cariño... Y si más encima lo hace acompañado del buen Billy Bob Thornton y la siempre agradable de ver pero ya desaparecida Bridget Fonda, qué mejor aliciente, ¿no? "A simple plan" es la primera película de Raimi que veo luego de su trilogía de Spider-man, y sé que a estas alturas debería haber visto la otra trilogía suya, pero qué mejor momento para venir a decir que no soy perfecto y que mis deudas cinematográficas no paran de acumularse. Lo lamento mucho por mí, sí señor. Podría ponerme al día, pero estaría dejando de lado otros retos propuestos, en cualquier caso ya veremos.


  Bill Paxton es un buen hombre que trabaja esforzadamente y que tiene una bella esposa que está casi lista para dar a luz, es decir, tiene una vida familiar envidiable: lo tiene todo, él mismo lo dice. Paxton tiene un hermano encarnado por Thornton, y los dos junto a otro sujeto sin oficio ni beneficio encuentran un montón de dinero en un avión estrellado en medio de la blanca nada. Y cuando tienes esa cantidad de dinero, por más que quieras hacer lo políticamente correcto, finalmente es la tentación la que te consume, y ya saben qué pasa cuando uno desvía el camino...


  Así para comenzar por las cosas simples, "A simple plan" cuenta con un cuidado relato que se desarrolla con una fluidez y verosimilitud apabullantes (el tramo final escala en tensión a niveles asfixiantes), y cuya construcción descansa en mucho más que una suerte de premisa a lo "una serie de eventos desafortunados", pues aunque el encontrar un bolso lleno de dinero es el comienzo de una espiral de absurdas, hilarantes y violentas equivocaciones que traerán como única consecuencia caos y vacío a las vidas de sus protagonistas y no el luminoso sueño que el olor del dinero les metió en sus cabezas, la película de Raimi (que cuenta con un guión escrito por Scott B. Smith, autor de la novela en que se basa) es mucho, mucho más que eso, pues debajo de la mencionada trama y el sentido del humor que de seguro será suficiente para bastante gente, encontraremos un doloroso paseo por las antípodas del sueño americano y los buenos valores en general, con un resultado violento y trágico ubicado en el plano conceptual más que el argumental (el propósito principal no era una trama entretenida, aunque se logre con creces): al final nada volverá a ser lo mismo, trágicamente cuando las cosas son más o menos lo mismo que antes de que todo comenzara; la constitución de las instituciones sigue intacta, pero por dentro todo está podrido: la fachada ya no esconde nada, el gran hueco es el hogar. Y esto me pareció genial... terrible a tantos niveles pero genial, pues en general este tipo de películas apuestan por un tipo de comedia negra básica y anclada demasiado en las consecuencias literales de los actos violentos, al estilo "quería el bien de los míos y todos terminaron muertos, y no aprendí nada", lo cual no es malo por sí mismo aunque al rato acabe por cansar y pedir a gritos frescura, frescura que encontramos de sobra en "A simple plan", como digo, mucho más preocupada de mostrar con cruel desparpajo la caída moral de sus aparentemente perfectos protagonistas que una matanza sangrienta por las puras (y hay masacre, y es deliciosa, pero no se sobrepone al fondo del relato).
  Los personajes me parecen fenomenales, humanos hasta la médula, honestos y auténticos, partiendo por el hombre ideal interpretado por Bill Paxton, el correctito que quería hacer "lo que corresponde" pero que termina siendo una suerte de líder intelectual que, no obstante, dentro de su hogar obedece a una atractiva y venenosa Bridget Fonda, el mal escondido tras la belleza de una madre que recién da a luz. Desde luego, tenemos al hermano de Paxton, Billy Bob Thornton, que hace del típico sujeto no demasiado brillante que sin embargo es quien arroja los más conmovedores rayos de humanidad (la escena en que apoya a su hermano cuando parecía estar haciendo todo lo contrario es realmente terrorífica y triste; es un punto de inflexión en toda regla: la caída consciente). Desde luego que el paisaje es otro personaje, silencioso y neutral, pero que esconde dentro de sí importantes y elocuentes simbolismos, y no es de extrañar que los campos nevados sean lugares que muchos directores ambicionen para sus comedias negras criminales. Con respecto a la trama en sí, debo decir que el último disparo me pareció algo sobredramático e incluso forzado (para apoyar el discurso sobre lo trágico del sueño americano, lo falso de su constitución, la decadencia moral), pero no quita que el conjunto sea espectacular tanto en lo argumental como en lo sustancial, coherente y auténtico en cada fotograma.
  "A simple plan" es un tragicómico viaje a los infiernos de un estilo de vida, de un sistema de valores que no logra resistir a los embates de la humanidad misma de sus ciudadanos: no puedes cambiar la naturaleza de las personas, y es tan gracioso como triste: lo tienes todo pero no tienes nada. Recomendable total, gran película y grandes actores.

4 comentarios:

  1. Maravillosa película. Exacta película. Para mí, lo mejor que ha hecho Sam Raimi, que cuando se pone le salen cosas como ésta. Los actores están estupendos, sobrios, muy bien dirigidos; grandísimo el papel de Billy Bob Thornton y también el de Bill Paxton. Lo mejor es cómo los personajes van tomando decisiones que les afectan profunda y decisivamente, lo que pone la trama en un plano muy realista. Es casi como una película de los Coen pero más pesimista incluso, porque desde el principio sabes que todo va a ir mal... Estupenda para recuperarla...
    Un saludo.

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  2. Ah, mira lo que he encontrado: http://elindefilocinesnable.blogspot.com.es/2010/12/la-avaricia-rompe-el-saco.html

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  3. También se me vinieron los Coen a la cabeza, sobre todo por "Fargo", y también coincido en que ésta me parece más pesimista (o de un pesimismo mucho más punzante), pues es muy potente que (descontando los muertos, claro) aunque todo siga casi igual, nada sea lo mismo dentro del hogar o la consciencia del protagonista, todo lo contrario a la de los Coen, en la que todos los malos pagan sus errores con muerte o prisión y un arrepentimiento a flor de piel. Y el contraste es mayor considerando que tal pesimismo se acrecienta con el tono cómico/desenfadado (un acierto, que no haya duda) bastante alejado del estilo irónico/serio/observacional de los Coen (para repetir la referencia) que busca homologarse con el patetismo de sus personajes y/o acciones. Creo que Raimi nunca busca burlarse de la situación ni de sus personajes, sino mostrar lo terrible de que buena gente (o al menos inofensiva) se convierta en lo que acaban haciendo.
    Y su texto fue una de las razones que me puso en contacto con el filme, suelo perderme incontable tiempo en la blogósfera, siempre sacando valiosas conclusiones y datos.
    Saludos.

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  4. Pues muchas gracias, por la parte que me toca...

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Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...