Director: Michael Davis
Descontando un cortometraje de hace un par de años, "Shoot 'Em Up" es la última película que Michael Davis ha dirigido, poniendo "fin" a una carrera que cuenta con una no despreciable cantidad de películas cuya calidad no me molestaré en comprobar a menos que alguna duda me obligue a saciar la curiosidad, que es el caso que nos ocupa. "Oigan... ¿no es "The International" esa película en la que Clive Owen mata a balazos a varios tipos blindados mientras tiene sexo con Monica Bellucci?". No, no señor mío. (Yo me hice esa pregunta, por si acaso). "The International" es del 2009 y la dirigió el alemán Tom Tykwer. ¿Por qué la confusión? Por Owen, claro, que protagoniza ambas películas traídas a colación, además de ser la pieza central de este fin de semana; por lo demás, ayer comenzó la segunda temporada de "The Knick" y, desde luego, Owen sigue estando fantástico.
Clive Owen es un vagabundo que tiene gran habilidad para los disparos y los tiroteos, además de ser dueño de una prodigiosa habilidad que ya querrían los altamente entrenados agentes de cualquier agencia de inteligencia o matones de poca monta de algún bastardo con dinero. Esperando a por un bus en una solitaria y mugrosa calle, ve que una mujer embarazada huye de unos malvados sujetos con pistolas, y algo que no puede precisar lo obliga a tomar cartas en el asunto, y, de paso, meterse en una tremenda y violenta conspiración en que valen más las balas que las palabras.
Tal como dicen un par de personajes en un par de apropiadas escenas, "Shoot 'Em Up" es un gran WTF (What the fuck). Si Clive Owen tiene sexo mientras sobrevive a varios sujetos con metralletas, también atiende el parto de una dama mientras hace lo mismo (corta el cordón umbilical de un balazo, por dios), nos descubre que las zanahorias son armas mortales, entre otras tantas peculiaridades que adornan una tras otra secuencia, un torrente de adrenalina e ideas delirantes. Y, oigan, no me quejo. Por el contrario, la gran gracia de "Shoot 'Em Up" es que sabe que su propuesta es básicamente lo que les acabo de decir: un sinnúmero de secuencias cada cual más extrema y bizarra que la anterior, eso sí, todo hilado con una conspiración cuyo entramado es bastante decente (la premisa es de locos, desde luego, pero las relaciones entre personajes unen a los implicados de manera suficientemente creíble... para los parámetros de la cinta, por supuesto). Resulta que la dama embarazada no es la pieza central sino que su bebé, y Owen deberá cargar con él mientras descubre qué demonios pasa y cómo puede ponerle fin a tanto sinsentido. No hay mucho más que decir, así que para ir concluyendo, enumeremos las cualidades y los puntos fuertes: primero, los personajes, o, mejor dicho, los actores que los interpretan, desde el ya mencionado Owen, cuya severidad es el pilar fundamental de su singular carisma, hasta un Paul Giamatti que de seguro lo pasó de maravillas haciendo de un villano que siempre tiene una respuesta más o menos ingeniosa para cada situación, pasando por una Monica Bellucci que, he de admitir, no me convenció del todo. El punto es que tanto protagonista como antagonista tienen personalidades que le dan sabor a este perpetuo enfrentamiento/persecución, y el conflicto evita caer en un anodino ir y venir de golpes bajos que no importan. Segundo, la trama, que, sin ser la octava maravilla, se las arregla para hilvanar secuencia de acción tras secuencia de acción sin parecer un mero capricho adolescente; o sea, cada secuencia de acción tiene una razón distinta a la anterior o, mejor dicho, una característica propia que, Tercero, el director se encarga de ejecutar con su carga visual distintiva, con estimable energía y desprejuiciado disfrute, ilimitada imaginación que hacen de la imagen un fluir constante de información y atracción, así que tampoco habrán los típicos bajones de ritmo o de tempo que caracterizan algunas producciones con directores cansados o novatos. "Shoot 'Em Up" es una estupenda y frenética película de acción carente de toda presunción o ejercicio de vanidad por parte del director, razón por la cual su desmedida locura da tanto de sí y se acepta sin chistar, porque acá nadie quiere engañar a nadie. Y como ya les digo, sale Clive Owen que casi ni actuando se mete la cinta y al espectador al bolsillo. No, si "Shoot 'Em Up" es como un sueño húmedo hecho realidad... no lo sé, la verdad es que ando aturdido, pero vale la pena verla y será una divertida e intensa espiral de ochenta minutos. Fin del comunicado.
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