sábado, 20 de febrero de 2016

Sergeant Rutledge - 1960


Director: John Ford

  Acabada la década de los '50, comenzamos la de los '60, la última que vio películas de Ford. Y la primera que nos trae es "Sergeant Rutledge", el segundo de los cinco westerns que rodó de manera consecutiva, un dato que no sé si es del todo importante pero que les dejo acá para que esta pequeña introducción no me quede tan pequeña y escuálida. En serio, cada vez voy perdiendo calidad al momento de comenzar mis posts, porque siempre me digo que no puedo poner ni la sinopsis ni parte del cuerpo central por acá, y ahora me parece un poco aburrido y efectista (al estilo periodismo moderno digital) colocar mis conclusiones para enganchar a quien llegue por estos lares, algo a lo que siempre solía recurrir. Me imagino que de ahora en adelante buscaré refugio en menudencias, por ejemplo: ¿qué es más humillante y patético que ser Kanye West? Ser fanático de Kanye West... En fin, pasemos a lo que nos ocupa, que no es hablar de payasos...


  El sargento Rutledge es acusado de un terrible crimen del que parece ser el indiscutible culpable, y el hecho de ser negro no le ayuda mucho, por obvias razones. Aún así, será defendido con fiereza por un buen amigo suyo, quien en el juicio se dedicará a encontrar la verdad de lo ocurrido.


  Es curioso el tema del racismo y el color del acusado, que a pesar de su impecable historial militar (por lo que es respetado por otros militares que han marchado junto a él) y la incontestable rectitud moral que demuestra en sus actos, para el grueso de la sociedad y un puñado de militares (como el abogado que comanda la acusación) sigue siendo un simple y prescindible negro, un ser inferior, un animal. Pero la película, a mi modo de ver, se desliga completamente del color de la piel del sargento Rutledge, es decir, no señala que es un gran hombre por ser negro ni mucho menos señala lo contrario, dicho de otra forma, no establece el núcleo narrativo en el hecho de que sea negro: el sargento Rutledge, simplemente, es un hombre acusado de algo terrible y de difícil salida. Claro, es más difícil siendo negro, pero insisto, el relato busca la verdad limitándose a los hechos, dejando claro que lo que importa no es el color de la gente sino la verdad de las cosas. Los únicos que traen a colación el color de Rutledge es el abogado antagonista, un racista de tomo y lomo que lleva a cabo su "labor" no para encontrar la verdad sino para ver colgado a un negro; la esposa del juez, una racista menos indecorosa que el anterior (pero racista recalcitrante al fin y al cabo); y el juez, cuya observación (expresada a los otros miembros del juzgado), justamente, es "me alegra que nadie haya mencionado el color de piel de Rutledge". Está claro que lo anterior hace de "Sergeant Rutledge" un alegato anti-racista, pero me gusta que su desarrollo se aboque a la búsqueda de la verdad y la moral de las personas (con resultados realmente espeluznantes: al final escucharemos un testimonio que pone los pelos de punta), sin color que la distinga una de otra ni que enturbie la situación. (Estaría bueno que series como "American Crime" y la más farandulera y ridícula "American Crime Story" presentaran tan sólida y coherente posición ético-narrativa, y es que el victimismo campea sin vergüenza en estos días. En todo caso, es esperable de la televisión del montón, preocupada del espectáculo en vez de la calidad... ¿y dicen que el mejor cine se halla en la tele? Permítanme: JA).
  Sobre el relato podemos decir varias cosas, primero, la efectividad y habilidad con que mezcla variedad de "géneros" o tipos de relato en uno solo, siendo el más notorio el drama judicial en clave western, sumado al filme de caballería contra indios y una suerte de película de detectives. Pero no es todo, porque el relato se desarrolla a base de múltiples flashbacks que van reconstruyendo aquella fatídica e intrigante noche en que acaeció aquello tan terrible que le endilgan a Rutledge, lo que no revelaré puesto que la misma película decide guardárselo y dejarlo en la incógnita, cual ejercicio de suspenso, sin mencionar la notable manera en que se manejan datos y giros argumentales, siempre sosteniendo el interés y la expectación, sin efectismos baratos, sino con los elementos narrativos, como hacen los buenos cineastas. Sin duda la narración de "Sergeant Rutledge" es algo ejemplar.
  Siguiendo la estela de este último Ford (que comienza de manera más o menos clara y decidida cuatro o cinco años atrás), el director nuevamente se encarga de retratar una sociedad sucia y gris, moralmente hablando, en que desmonta arquetipos y les dota de ambigüedad e inseguridad, incuso caos. El choque vuelve a ser dentro de la propia idiosincrasia estadounidense, vuelve a establecer un conflicto histórico interno, vuelve a escrutar los principios morales del país, la historia y el género. Viendo a este Ford comienzo a entender eso que tanto leía sobre cómo el western se iba volviendo más salvaje y sucio, más adulto si cabe. Ford desarrolla esa idea de manera fenomenal, magistral, aunque me parece que se anduvo adelantando cuando hizo "Fort Apache", pero ya es momento de irse y dejar de elucubrar. "Sergeant Rutledge" es otra excelente película de Ford, otra más que lo tiene todo (o casi), y que no se diga más.

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