Director: René Laloux
El segundo cortometraje del día es también el segundo cortometraje de René Laloux, que antes había hecho otro el año '57 o '58, la verdad es que no recuerdo bien; se da por descontado que no lo he encontrado, de lo contrario ya estaría comentado, aunque no es que esté siguiendo un orden cronológico con los cortos, sino que más bien de ánimo, incluso inspiración, aunque cada vez creo menos en la inspiración y más en el trabajo, y eso que hasta hace bien poco (unos cuatro o cinco meses) lo único que buscaba era inspiración. Así no se puede, claro está. Por eso vamos mejorando, creo...
"Les dents du singe" es una curiosa y extraña historia en la que un hombre va al dentista, sólo que el profesional no es muy honrado que digamos y deja a nuestro protagonista desdentado, situación que el pobre no planea dejar así, aunque recuperar sus dientes no será tan fácil; por fortuna, hay un mono dando vueltas que puede que le sea de ayuda. Así, con una historia delirante y anecdótica, René Laloux nos ofrece un corto absolutamente inclasificable, cuya intención de fondo reposa tranquilamente bajo la avalancha de interpretaciones que pueden (y van a) surgir. Lo importante de este corto, como en toda obra de Leloux, es el viaje emprendido. Y no en un sentido meramente argumental. Si es Laloux, será en un sentido moral y metafórico, introspectivo, reflexivo. Ahora sólo resta especular, pero también hay otros aspectos que comentar, aunque sea muy a la pasada. Ejemplo: la inquietante y sórdida atmósfera de extrañeza, de vulnerabilidad. Más: la permanente y sugestiva banda sonora. Podríamos decir que la cosa trata sobre justicia poética, del karma instantáneo, de la represión de las instituciones y convenciones sociales, de la poca solidaridad humana, de lo curioso que los valores que merecen ser aprendidos provengan de animales, de lo repetitivo e inhóspito que es el paisaje urbano, de lo gris que es la vida industrial, de lo simple y superficial que son nuestros valores, de lo mal que muy en el fondo estamos, etc. Es un Leloux misterioso, libre y desenfadado. También completamente hipnótico y extrañamente delicioso. Son diez minutos que no se querrán perder.
"Les dents du singe" es una curiosa y extraña historia en la que un hombre va al dentista, sólo que el profesional no es muy honrado que digamos y deja a nuestro protagonista desdentado, situación que el pobre no planea dejar así, aunque recuperar sus dientes no será tan fácil; por fortuna, hay un mono dando vueltas que puede que le sea de ayuda. Así, con una historia delirante y anecdótica, René Laloux nos ofrece un corto absolutamente inclasificable, cuya intención de fondo reposa tranquilamente bajo la avalancha de interpretaciones que pueden (y van a) surgir. Lo importante de este corto, como en toda obra de Leloux, es el viaje emprendido. Y no en un sentido meramente argumental. Si es Laloux, será en un sentido moral y metafórico, introspectivo, reflexivo. Ahora sólo resta especular, pero también hay otros aspectos que comentar, aunque sea muy a la pasada. Ejemplo: la inquietante y sórdida atmósfera de extrañeza, de vulnerabilidad. Más: la permanente y sugestiva banda sonora. Podríamos decir que la cosa trata sobre justicia poética, del karma instantáneo, de la represión de las instituciones y convenciones sociales, de la poca solidaridad humana, de lo curioso que los valores que merecen ser aprendidos provengan de animales, de lo repetitivo e inhóspito que es el paisaje urbano, de lo gris que es la vida industrial, de lo simple y superficial que son nuestros valores, de lo mal que muy en el fondo estamos, etc. Es un Leloux misterioso, libre y desenfadado. También completamente hipnótico y extrañamente delicioso. Son diez minutos que no se querrán perder.
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Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...