Directora: Ana Lily Amirpour
Desearía poder disfrutar las bondades de un buen internet, por ejemplo, jugar slither.io sin que se me quede pegado y pierda el progreso acumulado, después de todo no es poca cosa perder, así por las puras, más de veinte mil puntos sólo por una maldita mala conexión. Ya he perdido demasiado debido a ello. En fin, a veces pienso que quizás debería dejar de jugar videojuegos, por cuestiones de tiempo, aunque nunca me niego a un buen GTA, y estoy expectante a lo que será Cyberpunk 2077, el videojuego definitivo del futuro, el videojuego por excelencia y por antonomasia (o como diría una profesora, por "autonomía"). ¿Ustedes jugarían a La isla de la ambición, el RPG en vida real que aparece en el animé "Cazador X" (el bueno, eso sí, el del '99)? No estaría nada de mal, aunque supongo que nos vamos acercando a ello, con todos estos dispositivos de realidad virtual que estarán saliendo pronto (si es que no han salido ya; la verdad es que estoy muy desactualizado). Como sea, mientras no gane dinero supongo que nada de eso importa... ¿Han visto el premio gordo de la lotería estadounidense? Lean bien: ¡¡110 millones de dólares!!!; o, dicho de otra forma: US$ 110.000.000. Acá el premio gordo no está tan mal: 6 millones de dólares (el equivalente, claro). Pero bueno, esos son puros sueños; de momento, mejor comentemos la opera prima de Ana Lily Amirpour, directora que ahora en Venecia va a estrenar su segundo largometraje, el cual parece que es un romance caníbal con toques de western resultado de una mezcla entre "Mad Max 2" con "Pretty in Pink" y "El topo" con "Dirty Dancing", todo aderezado con una banda sonora alucinógena. Pero eso sería adelantarse, mejor hablemos de su "A girl walks home alone at night", la que causó sensación en su estreno en Sundance (¿hay algo que no cause sensación en Sundance?).
Supongo que si esta película causó sensación fue por su estilizado look en blanco y negro, su banda sonora tan cool y la acompasada atmósfera con que la trama se va sucediendo. Supongo que también llamó la atención por la innegable personalidad que desprende, por sus personajes tan tarantinianos como jarmuschianos, y porque es un romance vampírico. Como ven, Ana Lily Amirpour tiene un montón de referencias cinematográficas en la mente, y aunque no afirmo lo contrario, quizás podría armarse una identidad propia, ya saben, un "estilo" más coherente con la cosmovisión que expresan sus imágenes. Si bien en ocasiones es notorio que la imagen estilizada se adueña por completo del relato y la narrativa, el visionado completo no es precisamente irregular, aunque como digo, la directora necesita más contundencia a la hora de aunar cine de género y de autor, forma y contenido, pues su discurso no carece de fuerza e ideas. Con todo, la propuesta es a todas luces interesante, sobre todo por los múltiples motivos que se van asomando a lo largo del metraje (algunos de forma más escueta que otros), motivos representados en símbolos que obedecen tanto al orden de lo visual/estético como de contenido. Pero antes de hacer una especie de lista, ¿de qué va la película? Pues bien: en la ciudad iraní de Bad City (que es como Sin City pero sin policías al parecer), un joven esforzado ve cómo su padre arruina su vida con las drogas, drogas que no puede pagar, deudas que hacen que el dealer tome ciertas medidas que le afectan más al protagonista que a su padre, pero la cosa es que entre medio de esto aparece una misteriosa chica (muy bien interpretada por Sheila Vand, cuyo rostro es precioso) que se pasea por las noches como una suerte de vigilante. A todo esto, la chica es vampira, pero eso ya lo sabíamos. La chica se erige como un ángel de la justicia, de la justicia de los miserables y los desposeídos; ése es un tema y un símbolo. La relación padre e hijo es otro tema: el padre como cadena que impide al hijo emprender su destino. Lo material es otro tema, simbolizado en el auto del protagonista, comprado con más de 1200 días de trabajo: qué valores estamos dispuestos a sacrificar por unos cuantos objetos. Las mujeres simbolizan, representan la decadencia de la sociedad en tanto ésta es la que contamina la inocencia que pierden a manos de compradores, matones y peores sujetos: la prostituta, la niña rica, la esposa muerta de las fotografías..., figuras puras y trágicas sumidas en un mundo violento cuya heroína las salva de ahogarse en la mierda sobre la que se levanta la sociedad, la ciudad fantasma de Bad City (que sea fantasma es otro elemento decidor, ¿cierto?). Con todo, el tema central es el amor imposible (al menos como eje principal del argumento, su pilar fundamental), y es que el protagonista obviamente iba a conocer a la chica vampira, y obviamente iba a surgir un extraño romance, imposible por los problemas que los dos acarrean, aunque el amor es una cosa tan linda que a lo mejor lo vence todo: la adolescente idealización del amor como cura de la sociedad enferma y podrida. ¿Qué dicen ustedes al respecto?
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