Director: Paul Schrader
No es por nada, pero hay una película crossover entre Scooby-Doo y la WWE, aunque en realidad son dos: la primera se llama "Scooby-Doo! WrestleMania Mystery" y la segunda, "Scooby-Doo! and WWE: Curse of the speed demon". Tengo que admitir que tengo cierto interés en ver exactamente de qué se tratan estas dos extrañas e inesperadas propuestas, sobre todo en lo relativo a la segunda, pues según la sinopsis, mientras los chicos lindos y listos de la pandilla (es decir, Freddy, Daphne y Vilma) intentan resolver el misterio de quién demonios puede querer arruinar el buque insignia de la WWE (WrestleMania, el evento de eventos), Shaggy y Scooby compiten en una carrera, nada más y nada menos que en compañía del buen Undertaker, en contra de personajes como Triple H (junto a su bella esposa, Stephanie McMahon), The Miz, entre otros. ¿Qué?, ¿acaso no se les abrió el apetito? ¿La pandilla de jóvenes investigadores paranormales será capaz de quitarle su máscara al Rey Mysterio?, ¿será el rostro del Rey Mysterio, en realidad, la máscara del verdadero villano? Uy, necesito saberlo, ¡por el amor de dios!
*(A propósito del Rey Mysterio, el famoso y querido luchador no es tan bajo como parece, después de todo mide 1,68, aunque es más que obvio que parecerás poco menos que un enano si te paras enfrente de monstruos como el Undertaker, Kane o Big Show, que miden más de 2,10, y del resto de luchadores que, en promedio, deben medir entre 1,85-1,90. Y, como sabrán ustedes, al Rey Mysterio siempre lo ponían a pelear con los más gigantes).
Para su cuarta película, Schrader se atrevió a dirigir el remake de la "Cat People" que Jacques Tourneur dirigió cuarenta años antes, y los resultados son del todo satisfactorios, aunque absolutamente peculiares, pues no es una película de horror propiamente tal ni tampoco una centrada exclusivamente en lo erótico como motor narrativo: en otras palabras, no es una película sobre panteras asesinas ni sobre humanos dominados sexualmente por su animalidad interior buscando a su media naranja. Supongo que, dado su carácter inclasificable (marca de la casa Schrader, jamás sujeto a reglas ni convenciones, sino que narrando de acuerdo a las energías de cada relato y a su propia visión de la ambigüedad humana), eso mismo hace de su visionado algo tan atractivo y fascinante, pues el director se permite indagar múltiples facetas a través de variados pero coherentes mecanismos narrativos. Para aclarar un poco el panorama, tenemos al mismo Schrader diciendo que en la película hay más piel que sangre, y que su puesta en escena es más mítica que realista, y supongo que ahí ya tenemos todo claro, pues, nuevamente, no importa tanto el argumento (lo que no significa que esté descuidado, por favor) sino la manera en que los personajes se van relacionando con eso de que hayan personas que se transformen en panteras, cómo este bizarro hecho los impulsa progresivamente a reflexionar sobre la concepción de la vida que tenían, su cosmovisión y, desde luego, sus principios morales: la naturaleza del ser humano. Comenzamos con cierta normalidad, ocurre la ruptura, y a partir de ahí vamos buscando el equilibrio, incluso una liberación. Schrader se posiciona desde lo íntimo y lo personal, no necesariamente desde una perspectiva/ejecución de género (cinematográfico, claro, y no es que los estemos despreciando, no me malinterpreten), pero eso ya lo sabíamos. La verdad es que no quiero extenderme mucho sobre qué es "Cat People", pero supongo que no pierdo nada señalando aspectos que no había mencionado en las entradas anteriores de Schrader: para empezar, la deliciosa y genial cámara que se mueve con una agilidad casi felina por la imagen, potenciada por la exquisita sensibilidad de un director capaz de combinar lo siniestro y lo gore con lo elegante y lo delicado (rasgo distintivo de su autor: el contraste de elementos aparentemente contrapuestos, la conflictiva colisión de los mismos), generando una atmósfera única e inigualable (¿cómo podríamos definir esa atmósfera?) y unas cuantas secuencias estéticamente inolvidables. Por último, me ha encantado la interpretación de Nastassja Kinski, cuyo felino rostro es de un atractivo irresistible, tan letal como vulnerable.
En definitiva, gran película es "Cat People", tanto la de Tourneur como la de Schrader. No podrán dejar de verlas, no podrán apartar la mirada.
Para su cuarta película, Schrader se atrevió a dirigir el remake de la "Cat People" que Jacques Tourneur dirigió cuarenta años antes, y los resultados son del todo satisfactorios, aunque absolutamente peculiares, pues no es una película de horror propiamente tal ni tampoco una centrada exclusivamente en lo erótico como motor narrativo: en otras palabras, no es una película sobre panteras asesinas ni sobre humanos dominados sexualmente por su animalidad interior buscando a su media naranja. Supongo que, dado su carácter inclasificable (marca de la casa Schrader, jamás sujeto a reglas ni convenciones, sino que narrando de acuerdo a las energías de cada relato y a su propia visión de la ambigüedad humana), eso mismo hace de su visionado algo tan atractivo y fascinante, pues el director se permite indagar múltiples facetas a través de variados pero coherentes mecanismos narrativos. Para aclarar un poco el panorama, tenemos al mismo Schrader diciendo que en la película hay más piel que sangre, y que su puesta en escena es más mítica que realista, y supongo que ahí ya tenemos todo claro, pues, nuevamente, no importa tanto el argumento (lo que no significa que esté descuidado, por favor) sino la manera en que los personajes se van relacionando con eso de que hayan personas que se transformen en panteras, cómo este bizarro hecho los impulsa progresivamente a reflexionar sobre la concepción de la vida que tenían, su cosmovisión y, desde luego, sus principios morales: la naturaleza del ser humano. Comenzamos con cierta normalidad, ocurre la ruptura, y a partir de ahí vamos buscando el equilibrio, incluso una liberación. Schrader se posiciona desde lo íntimo y lo personal, no necesariamente desde una perspectiva/ejecución de género (cinematográfico, claro, y no es que los estemos despreciando, no me malinterpreten), pero eso ya lo sabíamos. La verdad es que no quiero extenderme mucho sobre qué es "Cat People", pero supongo que no pierdo nada señalando aspectos que no había mencionado en las entradas anteriores de Schrader: para empezar, la deliciosa y genial cámara que se mueve con una agilidad casi felina por la imagen, potenciada por la exquisita sensibilidad de un director capaz de combinar lo siniestro y lo gore con lo elegante y lo delicado (rasgo distintivo de su autor: el contraste de elementos aparentemente contrapuestos, la conflictiva colisión de los mismos), generando una atmósfera única e inigualable (¿cómo podríamos definir esa atmósfera?) y unas cuantas secuencias estéticamente inolvidables. Por último, me ha encantado la interpretación de Nastassja Kinski, cuyo felino rostro es de un atractivo irresistible, tan letal como vulnerable.
En definitiva, gran película es "Cat People", tanto la de Tourneur como la de Schrader. No podrán dejar de verlas, no podrán apartar la mirada.
"Horror Chic"
ResponderBorrarHorror con estilo, como debe ser.
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