Creador: Charlie Brooker
Director: Jakob Verbruggen
Ha muerto Steve Dillon, y yo acá comentando el peor episodio de esta la tercera temporada de "Black Mirror". Quizás debería estar leyendo algún buen número de "Preacher", "Punisher" o sus aportes en "Hellblazer", pero bueno, al menos su arte, un arte crudo y con fuerza, permanecerá inolvidable e indeleble en mi mente y en la historia del noveno arte. Que estas humildes palabras sean mi homenaje para él, un grande, gigante del cómic.
Me sorprendió ver a Sarah Snook en este episodio, sobre todo porque, teniendo 29 años, acá aparenta más de 40 (obviamente hicieron un gran trabajo de maquillaje), pero no sé si sea correcto (para el resto) hacer observaciones sobre la edad o la apariencia, aunque como nadie me lee dudo que me vayan a linchar. También aparece la rubia con dreadlocks de "Orange is the new black", la que estuvo solamente en la primera temporada, si bien no es que ella me importe mucho a decir verdad. También aparece el sujeto calvo y de lentes que, no estoy seguro, actúa en "House of Cards". El protagonista no sé quién es y tampoco me interesa. El director se encargó de la primera temporada de "The Fall", y lo que puedo decir de él es que al parecer sólo le interesa la mera corrección formal en vez de la construcción certera y potente de una atmósfera, de un sentir, de un lugar; su labor siempre me ha parecido soporífera, capaz de restar interés a un buen guión (pero no me malinterpreten: el guión de este episodio es, a lo más, normalito e impersonalmente funcional). En "Men against fire" tenemos a unos militares que van por ahí ayudando a la gente y aniquilando a unas criaturas monstruosas que se parecen a los vampiros de "30 días de oscuridad". Durante una de las excursiones, el protagonista se encuentra con un extraño objeto que comenzará a afectarle su percepción de la realidad, lo que lo conducirá a una verdad abominable. Estamos ante un episodio fácil de leer y de prever que no plantea nada nuevo ni complejo, es decir que cuenta con un mensaje repetido, y que más encima no logra ser un thriller "de terror" con la suficiente intensidad como para implicar al espectador menos manipulable, más avezado. Tenemos escenas de exploración y de disparos, harto BUM-BUM y BANG-BANG, y luego la escena final en donde se nos explica, con precisión quirúrgica e iterativa, todo lo que ya vimos en los minutos previos: que los militares y el gobierno son esto, que los humanos son esto otro, que la tecnología nos sumerge en una ilusión que nos aprisiona en vez de liberarnos... nada nuevo bajo el sol. Me pregunto en cuántos episodios el gran Charlie Brooker nos ha dicho exactamente lo mismo que ahora. ¿Acaso importa?
Me sorprendió ver a Sarah Snook en este episodio, sobre todo porque, teniendo 29 años, acá aparenta más de 40 (obviamente hicieron un gran trabajo de maquillaje), pero no sé si sea correcto (para el resto) hacer observaciones sobre la edad o la apariencia, aunque como nadie me lee dudo que me vayan a linchar. También aparece la rubia con dreadlocks de "Orange is the new black", la que estuvo solamente en la primera temporada, si bien no es que ella me importe mucho a decir verdad. También aparece el sujeto calvo y de lentes que, no estoy seguro, actúa en "House of Cards". El protagonista no sé quién es y tampoco me interesa. El director se encargó de la primera temporada de "The Fall", y lo que puedo decir de él es que al parecer sólo le interesa la mera corrección formal en vez de la construcción certera y potente de una atmósfera, de un sentir, de un lugar; su labor siempre me ha parecido soporífera, capaz de restar interés a un buen guión (pero no me malinterpreten: el guión de este episodio es, a lo más, normalito e impersonalmente funcional). En "Men against fire" tenemos a unos militares que van por ahí ayudando a la gente y aniquilando a unas criaturas monstruosas que se parecen a los vampiros de "30 días de oscuridad". Durante una de las excursiones, el protagonista se encuentra con un extraño objeto que comenzará a afectarle su percepción de la realidad, lo que lo conducirá a una verdad abominable. Estamos ante un episodio fácil de leer y de prever que no plantea nada nuevo ni complejo, es decir que cuenta con un mensaje repetido, y que más encima no logra ser un thriller "de terror" con la suficiente intensidad como para implicar al espectador menos manipulable, más avezado. Tenemos escenas de exploración y de disparos, harto BUM-BUM y BANG-BANG, y luego la escena final en donde se nos explica, con precisión quirúrgica e iterativa, todo lo que ya vimos en los minutos previos: que los militares y el gobierno son esto, que los humanos son esto otro, que la tecnología nos sumerge en una ilusión que nos aprisiona en vez de liberarnos... nada nuevo bajo el sol. Me pregunto en cuántos episodios el gran Charlie Brooker nos ha dicho exactamente lo mismo que ahora. ¿Acaso importa?
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