lunes, 12 de diciembre de 2016

The Walking Dead - Temporada 7 (parte 1)


Creador: Frank Darabont

Sí, sí, ya lo sé: Frank Darabont hace laaaaargo tiempo que ya no está con "The Walking Dead", pero oigan, hay que darle el crédito de que fue quien se encargó de llevar el cómic de Robert Kirkman a la pequeñita pantalla. De todas formas se siente raro seguir escribiendo su nombre en una producción de la que ya no forma parte. Supongo que para las otras temporadas dejaremos en blanco el espacio de creador, así me ahorro complicaciones, y vaya que soy un tipo que se complica la vida innecesariamente. A todo esto, la captura que encabeza este post es muy parecida al del último post de "The Walking Dead", con la salvedad de que hay más decisión en las miradas y, ciertamente, más personas (aunque faltan un par de... bueno, igual se enteraron, ¿no? ¡Por supuesto que se enteraron!, si en estos días la gente no puede mantener sus putas bocas cerradas), sin mencionar que Daryl parece estar a punto de ponerse a bailar breakdance. ¡Eso!, ¿qué tal si nos ponemos a bailar todos así de la nada? ¿No?, ¿es que los flashmobs ya pasaron de moda? Madre mía, ¡cómo vuelan las tendencias! En estos tiempos ya no es posible seguir el ritmo de memes, ocurrencias y demás "eventos culturales"... y les digo, se siente taaaaaaaaaaaan bien que casi siento placer, oh sí...


El primer episodio fue el del famoso batazo a ya-saben-quién. Estuvo interesante y todo, pero, y de esto hablaba con un amigo, quizás no estuvo tan realmente bueno porque sólo consistía en el golpe de efecto que suponía el despliegue de la brutalidad de Negan y su Lucille, aunque por el costado se construyera, con la misma sutileza y sensibilidad de siempre (es decir, de manera superflua y superficial), el proceso con que Negan pretendía doblegar a Rick y hacer que éste aceptara la fuerza de su archienemigo. Lo cierto es que el golpe de efecto me gustó, tuvo su notable toque gore y, por una vez que sea, no tuvo miedo de ser tan duro como el material original, aunque hasta por ahí llegan las virtudes del episodio y, por supuesto, del resto de la temporada: No se acobardó, pero tampoco supo dotar de profundidad y personalidad al material original. Una temporada hueca y efectista, no la temporada salvaje e intensamente pesimista que se esperaba. Sin embargo, se veía venir.
El segundo episodio no trata ni de Negan ni de Rick y los suyos, sólo de Carol y el ñoño zen a su llegada a El Reino, la comunidad liderada por el ampuloso (pero simpático) Ezekiel. Éste es de esos episodios carentes de interés y conflicto que dejan un par de migajas que quizás sean utilizadas en episodios posteriores (no en este caso), pero no deja de ser puro blablabla con ínfulas de reflexión existencial que en el fondo tienen un mensaje meloso, simplón y conservador. Fue el episodio favorito de los críticos... típico.
El tercer episodio tiene como protagonista a Daryl, confinado a una pequeña habitación en El Santuario, hogar de los Salvadores, la pandilla de Negan (insisto: deberían hacer, descaradamente, que los seguidores de este maníaco se vistan más al estilo "Mad Max", sobre todo de la segunda entrega). De vez en cuando aparece el hombre del bate, pero la lógica del episodio es, de nuevo, intentar doblegar al buen Daryl, que si fuera débil de mente podría unirse de inmediato a cualquier grupúsculo de inadaptados y/o parias bendecidos/refugiados por el apocalipsis. El episodio es menos ñoño que el anterior, pero tiene a Negan y muestra un poco la dinámica de su comunidad. Pasable.
El cuarto episodio trata sobre Negan visitando a Rick para reclamar la primera ofrenda con que éstos deben cumplir para que los Salvadores no maten a todos en el acto. Tiene momentos interesantes, sobre todo en lo respectivo a lo impredecible de Negan, pero no recuerdo que haya pasado algo muy memorable o digno de atención, salvo los típicos detalles sin importancia que luego darán lugar a ciertos giros o momentos de crisis, de esos que hacen avanzar la historia. Pura e inocua corrección.
En el quinto episodio no pasa mucho salvo que varios personajes se dedican a hablar, reflexionar y no hacer nada. Maggie está en Hilltop y se enfrenta al imbécil de Gregory (el "líder" de esa comunidad); Carl y su amiga boca-gigante andan en patines (estas partes me las salté, ¿creen que estoy para perder el tiempo?); y sólo al final suceden un par de hechos que justifican el excesivo metraje. No hay Negan, pero sí sus compinches (liderados por el sujeto que le da voz a Trevor en "GTA V").
El sexto episodio es una basura innecesaria hecha para rellenar: ¿recuerdan a Heath (el negro con rastas y lentes) y Tara? Pues bien, en su búsqueda de provisiones se pierden y Tara se encuentra con una comunidad de sólo mujeres. Lo demás es pura cháchara. Una estafa para el espectador, y la actriz que hace de Tara actúa muy mal. Impresentable.
Los episodios séptimo y octavo muestran a Carl en la guarida de Negan y cómo éste le da un tour por sus aposentos, y como en Alexandria (la comunidad de Rick y cía.) todos se preparan para la pronta visita del hombre del bate. Llega, mata a un par de personas, se va, y después de todo lo anterior, recién ahora Rick decide que es el momento de idear un plan para enfrentarse al grupo de matones. Enough is enough, baby.
Como ven, estamos ante una temporada irregular (como siempre) descompensada completamente entre los momentos Negan y el resto de tramas que a nadie interesan, incluso si éstas (a veces) tienen cierta influencia argumental o narrativa en el devenir de la trama. Los momentos Negan son bien gratuitos, o dicho de otra forma, son más morbo y manejo de la histeria colectiva que verdadero tratamiento moral de personajes y conflictos, de escenario post-apocalipsis zombi. En el cómic de Kirkman ésto es demoledor, porque ahí los personajes importan y son el motor del relato, además están rodeados de denso aire nihilista, pero acá en la serie los acontecimientos ocurren porque "así está hecho" y la única gracia es la sangrienta violencia de Negan... y con eso no basta. El retrato de éste es pueril e impresionable, sólo para epatar al espectador poco avispado.
Y... ¿Cuál es el propósito de esta temporada, cuál es su conflicto? En verdad no lo hay. Humo sí hay, claro. Lo peor es que, tal como he intentado dejarlo claro, esta temporada consiste en siete u ocho cápsulas que no logran conformar un todo coherente, con entidad propia, con personalidad e intenciones precisas. Casi es como si fueran una desordenada seguidilla de episodios aislados entre sí pero vaga y forzosamente unidos por un muy tenue "hilo conductor". ¡Bah!, tanta palabrería para decir que no me ha gustado esta maldita temporada, que a nivel macro es inexistente y a nivel micro carece de lógica y orden. Una decepción que no me sorprende.
Si me disculpan, ahora voy a dormir y, ojalá, soñar con las surrealistas aventuras de un mayordomo rubio contratado para atender una fiesta familiar swinger en año nuevo. Grrrr...

4 comentarios:

  1. Estupendas reflexiones, amigo mío. Soy un incondicional de esta gran serie y también del cómic. Verás, hay gustos para todo. Esta serie tiene sus seguidores y sus detractores (como es normal y saludable). Los que la critica no suelen argumentar de una manera constructiva los defectos de esta serie (¿qué es lo que no tiene defectos en esta vida?). Ya sabemos que la sería habría sido bastante diferente si no le hubiesen dado una patada en el culo a Frank Darabont; a él le debemos todo esto. En la primera temporada, con solo seis capítulos deja claro muchas de las mejores cosas que tiene esta serie:lo primero el personaje de Daryl y su hermano. A mí Norman Reedus me parece genial; un actor que no ha tenido demasiado suerte en el cine y sin embargo Daryl me parece uno de los mejores personajes de la serie. Robert Kirkman declaró haberse dado de patadas en el trasero por no haberlo creado él. Luego, Darabont le dio al zombi (al estilo Romero)un componente que desapareció ya en la segunda temporada: al zombi le queda algo del recuerdo de lo fue, como por ejemplo, esa niña muerte que ve Rick por debajo de un coche. El zombi se agacha y recoge su peluche. La mujer de Morgan intenta entrar en su casa ya muerta, etc, etc. En una serie televisiva donde tenemos que estar con sus personajes durante mucho tiempo, es difícil que se consiga esa unión emocional que nos lo hacemos nuestro. Lo magistral de The Walking Dead es que nosotros pertenecemos a la "familia de Rick", sufrimos cuando alguien muere, asistimos a los cambios, a las transiciones de sus personajes y lo entendemos. Hay tenemos, por ejemplo, a Carol o al mismísimo Rick, y ya ni hablo de Daryl; se humanizan en un contexto macabro apocalíptico. Glenn apenas sufre ningún cambio y lo aceptamos porque forma parte de su gran personalidad. No veas, tío, cuando lo vi morir en el cómic, pero en la serie fue peor. Joder, era un simple repartidor de pizzas que además salvaba personas. Pues eso, esta serie más allá de su contexto, de los zombis y de sus errores, sus personajes nos acompañará siempre. A veces, desde mi mundo de mierda, desearía pertenecer al grupo de Rick. Allí se exaltan los valores, la amistad, el coraje, la valentía, el amor... En mi mundo solo debo pagar facturas y callar.

    Perdona este comentario, que por mí sería más largo. Creo que te he demostrado lo mucho que me gusta esta serie, ¿no es así?

    Abrazos, amigo mío.

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    1. Está bien, justamente lo que me gusta de los blogs es la posibilidad de entrar en debates e intercambios de opinión. Lo de los matices a los primeros zombis de la serie me parece notable (como ese otro que estaba partido a la mitad, al que Rick "salva" de su sufrimiento).
      Yo primero conocí la serie y luego cuando me puse a leer el cómic, me sorprendí cuando no vi a Daryl por ningún lado; sin duda él es uno de los grandes triunfos de la serie (y bueno, su hermano Merle también era un gran aporte). A Norman Reedus por poco no le va bien en sus andanzas con Hideo Kojima, si bien ahora parece que "Death Stranding", el nuevo videojuego que los une (hasta Mads Mikkelsen se sumó) va viento en popa... igual dudo que lo juegue, ni siquiera me alcanza para el PS4, jaja. De lo suyo en el cine hace tiempo que quiero ver "Air", pero el impulso aún no es muy fuerte. Eso sí, tiene un cameo divertidísimo en "Stretch".
      Concuerdo en que, al fin y al cabo, los personajes son lo mejor de la serie, sólo que yo me quedo con pocos, por ejemplo Rick, Daryl o Carol (incluso Negan, aunque sea un cabrón; Abraham, puede que Eugene, no sé si Carl), pero es que el resto me parecen muy planos y sosos, estandartes casi pedagógicos de la buena conducta, no les creo. Eso sí, la serie se pone mejor cuando decide relatar arcos de manera continua e intensa, como los tres primeros episodios de la sexta temporada o, claro, el último de la misma, ciertamente uno de los más brillantes de la serie completa, con esa angustiante tensión creciente con que nos dijeron que Rick no tenía nada de poder al lado de Negan.
      Uf, la imagen audiovisual siempre será más escabrosa y brutal que la imagen visual, ilustrada, etc. Yo quedé mal cuando en el cómic vi que el primer batazo a Glenn le hundió el cráneo y le saltó el ojo, pero es que frente a una cámara es otra cosa. Además, ahí acertaron al despistarnos con el primer batazo a Abraham.
      Me parece que, definitivamente, en los próximos ocho episodios se va a finiquitar el problema Negan, que gracios a dios que se afeitó (soy quisquilloso en esas cosas, no me avergüenza, por eso mismo odio con toda mi alma la serie de "Preacher"). Más pronto que tarde la serie alcanzará (y puede que adelante) al cómic. Me pregunto qué ocurrirá en ese caso.
      Abrazos.

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  2. Totalmente de acuerdo. Air es un soberano patinazo de Kirkman, una historia flojísima además de contar con muy pocos recursos para tratar un tema más que sobado y sin ningún tipo de interés. A pesar de la buena labor de los dos actores se hunde debido a un guion malísimo y una ambientación de lo más penosa y poco creíble, rodada en un deprimente almacén de un polígono industrial. Ya nos enseñó John Carpenter que si no tienes recursos y cuenta con una buena historia tienes asegurada una película más que aceptable. Kirkman no es un buen narrador ni inventor de buenas historias. The Walking Dead le salió muy bien y tenía muy claro lo que quería: "un culebrón rodeado de zombis", según sus propias palabras. Ahí tenemos su otra historia, su otro cómic, su otra serie: Outcat, sobre gente que echa por la boca bomitonas a lo El exorcista con unos personajes que no engancha para nada. Respecto a los personajes de The Walking Dead es cierto que hay gustos para todo. A mi hijo, por ejemplo, no le gusta el personaje de Carol y yo le amenazo con no dejarle salir el sábado por la noche ante semejante atrevimiento. Jajaja. A mí me encanta. En aquel capítulo donde es secuestrada junto a Magie está soberbia. A un amigo no le gusta Rick y he dejado de pagarle las cervezas. Jajaja. A mi mujer no le gusta para nada Maggie porque según ella todavía no ha dejado atrás ese punto de pija sofisticada. Llevo dos días sin hablarle. Jajaja. A otro amigo detesta a Morgan. Ahora me llama al celular y no lo cojo. Jajaja. Carl tiene lo suyo. Me gusta porque todavía se cree que puede controlar situaciones que luego se le va de las manos además de tener cosas de crío. Fíjate cuando encuentra aquellos patines. Creo que lo más ridículo es la supervivencia de Judith (inexistente en el cómic, como debe ser). No es nada creíble que ese bebé haya pasado por todo eso sin un solo rasguño. No hay que olvidar que todo el tempo interior de la historia es de poco más de dos años y Judith junto a su hermano parece que se encoge más que crecer a la par de su hermano. El actor tiene en la vida real diecisiete años. Se puede entender porque los actores llevan ya ocho años de rodaje. Ya te digo, errores impresionantes todos los que quieras, como que es siempre verano en el estado de Georgia. En el cómic al menos llega el invierno y la nieve. Por cierto, no te atrevas a decirme qué personaje no te gusta, porque si no te dejaré comentarios más largos como amenaza. Jajaja.

    Siempre un placer pasarse por aquí.

    Un fuerte abrazo

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    1. Célebre es la frase con que Romero despacha "The Walking Dead", que " es una telenovela con algún zombi ocasional". Debo decir que en sus primeros arcos es mejor la serie que el cómic, de hecho, la granja de Herschell es malísima en el cómic (fugaz, una broma de lo que tan bien se hizo en la segunda temporada), o lo mismo con el maldito Shane, al que le sacaron más jugo en la versión televisiva. Pero de ahí en adelante el cómic ha adquirido seguridad y potencia, y cuando pensamos que nada nuevo podía salir, llegan los Susurradores. En fin, sin que me vuelva loco, admito que Outcast igual me gusta (no he podido ver la serie, eso sí, pero es de Cinemax así que hay que confiar). La muerte de Judith es muy brutal, y en la serie apenas la han tocado; se nota que, lisa y llanamente, no se atrevieron a matarla. Con los personajes no me meto ya, jaja, pero a estas alturas no deberíamos dudar de que Rick es el puto amo... y ojo, que le está creciendo la barba: no olvidar que con la barba frondosa Rick ha cometido los más brutales y memorables actos. Ojalá no le rompan la pierna.
      Vamos, yo debo ser de las pocas personas que no se molestan con el largo de las películas, artículos, libros, comentarios, etc., jaja.
      Abrazos.

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