lunes, 22 de mayo de 2017

Ratcatcher - 1999


Directora: Lynne Ramsay

A los jugadores del Barcelona les debe gustar la natación más que a mí, con la de piscinazos que se tiran... Uh... Sí, mejor hablemos de películas. Todavía seguimos con el repaso a Cannes 2017. Esta semana se la dedicaremos a las dos directoras que participan de la Selección Oficial... Esperen... ¡¿solamente hay dos directoras de un total de diecinueve participantes?! En realidad hay tres, pero aún así ¡¡qué rancios y chapados a la antigua son esos trogloditas de Cannes!!, ¡¡a la hoguera ese festival, a la hoguera todos los festivales, ya no necesitamos cine ahora que tenemos Netflix!! En  fin, como sea... dado que ya hemos comentado algunas películas de Sofia Coppola, sin duda la mejor del clan de los Coppola (al menos ella hizo un musical para Netflix protagonizado por Bill Murray, ¿qué ha hecho el dinosaurio de Francis Ford Coppola?, seguramente puras cosas para pedantes...), ahora toca el turno de Lynne Ramsay, directora escocesa que hace un par de años abandonó "Jane Got a Gun" nada más y nada menos que en el primer día de rodaje (qué profesional), pero que es más conocida por haber dirigido "We Need to Talk About Kevin". Partamos por "Ratcatcher", que es su opera prima.


"Ratcatcher" muestra a una directora dotada de un estilo propio y personal, de una visión única y genuina. No es que invente nada, pero la conjunción de los elementos narratológicos y las agridulces sensaciones que transmiten las imágenes dan cuenta de que la puesta en escena es la expresión de una autora y no la obediencia a ciertas normas no escritas sobre cómo hacer "cine social". Yo no diría que "Ratcatcher" sea cine social, en todo caso, se entienda como se entienda dicha etiqueta. Retrata sectores periféricos poco afortunados en donde la miseria es pan de cada día (más encima cuando una huelga de basureros causa que las calles se llenen de bolsas de basura, valga la redundancia, atrayendo ratas, focos de infección, etc.), personajes con malos trabajos siempre soñando con una vida mejor (aunque nadie se queja ni culpa a quién sabe quién; de hecho, aparte de la angustia inicial, los personajes son bastante candorosos), sin embargo, Lynne Ramsay no nos relata la carencia de bienes o la desfavorable calidad de vida, no elabora un compendio de las dificultades que debe sortear la gente pobre con tal de no morirse de hambre, frío o cuanta cosa más; en definitiva, no hace porno miseria ni caricaturas condescendientes. Lo que Lynne Ramsay hace es, para seguir con esto de las etiquetas, un anti-coming of age, es decir, no una historia de madurez personal, sexual, social, sino todo lo contrario: una película en donde su protagonista, un tímido chico escocés que intenta buscar su lugar en el mundo (en su familia, en su barrio, en donde sea por el amor de dios) luego de presenciar la muerte accidental de un amigo suyo (ahogado en el canal que está detrás de esos bloques de edificios), hecho que le causará profundo impacto y pesadumbre en el espíritu, constata paulatinamente un decepcionante y desolador estado de las cosas en donde los sueños no se cumplen, los problemas no se arreglan y los esfuerzos no terminan en buen puerto, en donde la palabra crecimiento significa hundirse más en la mierda, en donde las cosas que deben ser buenas se tuercen y se convierten en tortuosos tormentos, recordatorios de esa constatación que nadie salvo él parece notar (los otros niños del barrio se contentan con patear pelotas, el padre se relaja tomando cerveza y viendo partidos de fútbol)... A fin de cuentas el chico está solo, se siente excluido de todo, incluso de sus propios sueños... Y sí, son pobres, pero sus problemas son más profundos, de índole mayormente existencial, si bien la ejecución formal no tiene ínfulas etéreas, de grandilocuencia sustancial o filosófica; al contrario, la cámara de Lynne Ramsay es sencilla, cercana, íntima, "realista" (aunque la secuencia de las ratas se salte momentáneamente dicho código... y no me quejo, la justificación de dicho momento es indudable: contrasta una acción bastante brutal con una mirada infantil y decididamente ingenua, que es el conflicto del protagonista: la niñez perdida, la mirada fatalista contra el irrefrenable impulso soñador del niño)...
Quizás su propia modestia dé la impresión que "Ratcatcher" no es una película memorable o intensa, pero, aunque ensimismada, Lynne Ramsay logra momentos de exquisita y profunda calidad cinematográfica, sin mencionar que el conjunto es realmente potente. "Ratcatcher" es de esas películas que no parecen inolvidables pero que a la larga sí lo son...
Oh, y aparece Tommy Flanagan, más conocido como el buen Chibs en "Sons of Anarchy".

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