Director: Dario Argento
¡Y llegamos a la última película de Dario Argento que, por el momento, veremos y comentaremos por acá! "Opera", se llama. Es del '87. Es italiana pero está hablada en inglés. Prometo que algún día intentaré dejar de morderme las uñas. El SANFIC empezó hace un par de días y admito que no me atreví a enviar el formulario para postular a un pase de prensa, el cual me hubiese permitido ver todas las películas a mi antojo. El otro año lo intentaré sí que sí. Además les anuncio oficialmente que sí voy a participar en dos o tres concursos de cuentos que reciben obras por correo electrónico. No es que me crea la gran cosa, pero lo intentaré (además, el primer lugar de cada concurso otorga un jugoso premio económico). Estos podrían ser días decisivos, sí señor.
"Opera" es una película irregular. Al principio no se nota mucho pero ya en el último tramo es indudable que la trama es un disparate, incluso con ese giro final que ciertamente es inesperado aunque, a decir verdad, no aporta mucho al conjunto (repite la misma fórmula del metraje anterior y acaso permite sumar un asesinato más). No obstante, durante el inicio y gran parte del desarrollo, "Opera" funcionaba bastante bien, no sólo por la mano de Argento, cuya factura visual nuevamente nos deja unas secuencias brillantemente filmadas (como cuando la protagonista hace su debut como Lady Macbeth; o la primera vez que la protagonista es obligada a ver el brutal asesinato de un tercero; o cuando un personaje muere por obra y gracia de una bala que se abre paso por la mirilla de la puerta; o, especialmente, cuando los cuervos nos revelan la identidad del asesino), sino que también gracias a esa ambigüedad que rodea a la trastienda de este teatro de opera en donde se exhibe el Macbeth de Verdi, obra que tiene fama de maldita, y cómo no, si apenas la protagonista debuta sobre las tablas comienzan a suceder asesinatos y cuanta cosa más, todo perpetrado por un asesino que aparentemente tiene una fijación con nuestra talentosa y joven soprano. Así, mientras la historia no necesite de grandes resoluciones ni hechos explicativos, "Opera" entretiene bastante y logra mantener el interés. Sin embargo, cuando se nos revela la identidad del asesino, que tampoco es una verdad muy impactante que digamos, y con ello también las motivaciones, muy poco convincentes y verosímiles, todo acaba por desmoronar el buen hacer y la credibilidad de la ejecución de Argento, de su puesta en escena, sustentada mayormente en la sensación de intriga y extrañeza y no tanto en irrisorios líos psicológicos.
No es muy memorable pero "Opera" entretiene mientras las respuestas todavía no llegan a arruinar la función.
Qué loco, ¿eh? De nueve películas de Argento sólo me quedo con tres de ellas: "L'uccello dalle piume di cristallo", "Profondo rosso" y "Tenebrae". Ésta última probablemente tenga la mejor historia y el mejor tratamiento psicológico de las tres, sin embargo disfruté más viendo la segunda citada, la que para mí tiene las secuencias más alucinantes y memorables, además de un tratamiento visual del suspenso más cuidado y pensado. Como sea, las tres son grandes películas.
Me pregunto si Luca Guadagnino será capaz de darle a su remake de "Suspiria" el contenido que tanto le falta al filme original de Argento. A propósito, Wikipedia dice que el remake dura 170 minutos.
"Opera" es una película irregular. Al principio no se nota mucho pero ya en el último tramo es indudable que la trama es un disparate, incluso con ese giro final que ciertamente es inesperado aunque, a decir verdad, no aporta mucho al conjunto (repite la misma fórmula del metraje anterior y acaso permite sumar un asesinato más). No obstante, durante el inicio y gran parte del desarrollo, "Opera" funcionaba bastante bien, no sólo por la mano de Argento, cuya factura visual nuevamente nos deja unas secuencias brillantemente filmadas (como cuando la protagonista hace su debut como Lady Macbeth; o la primera vez que la protagonista es obligada a ver el brutal asesinato de un tercero; o cuando un personaje muere por obra y gracia de una bala que se abre paso por la mirilla de la puerta; o, especialmente, cuando los cuervos nos revelan la identidad del asesino), sino que también gracias a esa ambigüedad que rodea a la trastienda de este teatro de opera en donde se exhibe el Macbeth de Verdi, obra que tiene fama de maldita, y cómo no, si apenas la protagonista debuta sobre las tablas comienzan a suceder asesinatos y cuanta cosa más, todo perpetrado por un asesino que aparentemente tiene una fijación con nuestra talentosa y joven soprano. Así, mientras la historia no necesite de grandes resoluciones ni hechos explicativos, "Opera" entretiene bastante y logra mantener el interés. Sin embargo, cuando se nos revela la identidad del asesino, que tampoco es una verdad muy impactante que digamos, y con ello también las motivaciones, muy poco convincentes y verosímiles, todo acaba por desmoronar el buen hacer y la credibilidad de la ejecución de Argento, de su puesta en escena, sustentada mayormente en la sensación de intriga y extrañeza y no tanto en irrisorios líos psicológicos.
No es muy memorable pero "Opera" entretiene mientras las respuestas todavía no llegan a arruinar la función.
Qué loco, ¿eh? De nueve películas de Argento sólo me quedo con tres de ellas: "L'uccello dalle piume di cristallo", "Profondo rosso" y "Tenebrae". Ésta última probablemente tenga la mejor historia y el mejor tratamiento psicológico de las tres, sin embargo disfruté más viendo la segunda citada, la que para mí tiene las secuencias más alucinantes y memorables, además de un tratamiento visual del suspenso más cuidado y pensado. Como sea, las tres son grandes películas.
Me pregunto si Luca Guadagnino será capaz de darle a su remake de "Suspiria" el contenido que tanto le falta al filme original de Argento. A propósito, Wikipedia dice que el remake dura 170 minutos.
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