Director: L. Q. Jones
Se supone que antes de "A Boy and His Dog", L. Q. Jones, conocido por su faceta de actor, ya había dirigido otra película, sólo que aquella la firmó con otro nombre. Entonces... ¿qué hago, qué me dicen? ¿Etiqueto el presente film como <<opera prima>> o no? Qué demonios, así lo haré. También es la última película dirigida por Jones, y me pregunto por qué no se animó a dirigir en cine de nuevo, considerando que "A Boy and His Dog" es una estupenda película. A lo mejor no le faltaron ganas sino que personas que le financiaran sus ideas.
El chico del título es ni más ni menos que Don Johnson, a quien vimos hace un par de días en "The Hot Spot", y el perro... bueno, el perro se murió y debido a ello, entre otra razones de índole financiera, Jones no ha hecho la secuela de esta película, la cual seguramente nunca llegará.
"A Boy and His Dog" es un curioso e interesante cruce de géneros en donde confluyen la ciencia ficción, el western, el thriller, la comedia y el drama, a partir del día a día del joven que intenta sobrevivir en este escenario post-apocalíptico (producido por una Cuarta Guerra Mundial que duró cinco días) junto a su perro telépata, dueño de un fuerte sentido arácnido que le permite saber la ubicación y la cantidad de enemigos, por mencionar una de sus variadas cualidades. Tomando como base este conflicto (la lucha por la supervivencia en un terreno hostil y caótico, incivilizado y arcaico), la premisa argumental que da cuerda a los noventa minutos de metraje surge del deseo del protagonista por tener sexo con una mujer. A todo esto, las mujeres parecen estar en franco peligro de extinción, pues en este escenario salvaje y cruel, dominado por hombres que viven en manadas, las pocas mujeres que involuntariamente se dejan ver acaban siendo violadas y luego asesinadas, así que, en efecto, al joven Don Johnson no le será nada fácil encontrar una mujer de la cual abusar. Esta búsqueda lo conducirá por toda clase de lugares, dando cuenta del sistema que impera en la región y de la estructura socio-política a la que los solitarios deben ajustarse, y también lo llevará a un desquiciado submundo que, aunque en apariencia es todo lo contrario a la bestialidad de la superficie (este submundo está dominado por conservadores que aspiran a la sociedad perfecta, educada y refinada... como unos republicanos cualquiera), es igual de enfermo y violento y surcado por hondas brechas, dado que, por ejemplo, un puñado de tiranos son los que deciden por todos y las mujeres de igual forma son tratadas como objetos, como instrumentos de procreación y de buena crianza. Supongo que Jones nos quiere mostrar el loco estado en que se halla el mundo.
A todo esto, el filme se basa en una novela de Harlan Ellison.
Desde luego, más acá de la entretenida y fluida trama y de las lecturas críticas que se puedan extraer de su entramado argumental, o del interesante y atractivo tratamiento que el director hace del género, lo que más destaca y otorga valor a este filme es la honesta y cálida relación que se construye entre el chico y su perro, mejores amigos de la vida y compañeros de supervivencia. Jones no cae en sensiblerías baratas, sólo captura la inefable mirada y atmósfera que crece entre dos seres vivos que comparten mucho más que la urgencia por sobrevivir.
Para ilustrárselos de manera sencilla, imaginen que "A Boy and His Dog" es como la segunda "Mad Max" pero sin las alucinantes persecuciones en autos y el tal Lord Humungus, aunque no por ello exuda menos mala leche y nihilista sentido del humor. No olviden, no obstante, que "A Boy and His Dog" tiene un nombre y una personalidad única, y que si la ven no saldrán decepcionados en lo absoluto.
Y qué bonito final, qué bonita canción...
El chico del título es ni más ni menos que Don Johnson, a quien vimos hace un par de días en "The Hot Spot", y el perro... bueno, el perro se murió y debido a ello, entre otra razones de índole financiera, Jones no ha hecho la secuela de esta película, la cual seguramente nunca llegará.
"A Boy and His Dog" es un curioso e interesante cruce de géneros en donde confluyen la ciencia ficción, el western, el thriller, la comedia y el drama, a partir del día a día del joven que intenta sobrevivir en este escenario post-apocalíptico (producido por una Cuarta Guerra Mundial que duró cinco días) junto a su perro telépata, dueño de un fuerte sentido arácnido que le permite saber la ubicación y la cantidad de enemigos, por mencionar una de sus variadas cualidades. Tomando como base este conflicto (la lucha por la supervivencia en un terreno hostil y caótico, incivilizado y arcaico), la premisa argumental que da cuerda a los noventa minutos de metraje surge del deseo del protagonista por tener sexo con una mujer. A todo esto, las mujeres parecen estar en franco peligro de extinción, pues en este escenario salvaje y cruel, dominado por hombres que viven en manadas, las pocas mujeres que involuntariamente se dejan ver acaban siendo violadas y luego asesinadas, así que, en efecto, al joven Don Johnson no le será nada fácil encontrar una mujer de la cual abusar. Esta búsqueda lo conducirá por toda clase de lugares, dando cuenta del sistema que impera en la región y de la estructura socio-política a la que los solitarios deben ajustarse, y también lo llevará a un desquiciado submundo que, aunque en apariencia es todo lo contrario a la bestialidad de la superficie (este submundo está dominado por conservadores que aspiran a la sociedad perfecta, educada y refinada... como unos republicanos cualquiera), es igual de enfermo y violento y surcado por hondas brechas, dado que, por ejemplo, un puñado de tiranos son los que deciden por todos y las mujeres de igual forma son tratadas como objetos, como instrumentos de procreación y de buena crianza. Supongo que Jones nos quiere mostrar el loco estado en que se halla el mundo.
A todo esto, el filme se basa en una novela de Harlan Ellison.
Desde luego, más acá de la entretenida y fluida trama y de las lecturas críticas que se puedan extraer de su entramado argumental, o del interesante y atractivo tratamiento que el director hace del género, lo que más destaca y otorga valor a este filme es la honesta y cálida relación que se construye entre el chico y su perro, mejores amigos de la vida y compañeros de supervivencia. Jones no cae en sensiblerías baratas, sólo captura la inefable mirada y atmósfera que crece entre dos seres vivos que comparten mucho más que la urgencia por sobrevivir.
Para ilustrárselos de manera sencilla, imaginen que "A Boy and His Dog" es como la segunda "Mad Max" pero sin las alucinantes persecuciones en autos y el tal Lord Humungus, aunque no por ello exuda menos mala leche y nihilista sentido del humor. No olviden, no obstante, que "A Boy and His Dog" tiene un nombre y una personalidad única, y que si la ven no saldrán decepcionados en lo absoluto.
Y qué bonito final, qué bonita canción...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...